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¿Cuál personaje de ‘Demon Slayer: Infinity Castle’ eres?

Este pequeño cuestionario es tu pase tras bambalinas al mundo del anime de Demon Slayer. Descubrirás si eres el luchador compasivo, el comodín o alguien con una fuerza silenciosa. Prepárate para ver qué personaje del enfrentamiento en el Castillo Infinito se adapta a tu espíritu.

Bienvenido al cuestionario: ¿Cuál personaje de Demon Slayer: Infinity Castle eres?

Sobre Demon Slayer: Infinity Castle en pocas palabras:

La película «Demon Slayer: Castillo Infinito» (2025) es una épica de anime de alto riesgo. El Cuerpo de Cazadores de Demonios está atrapado dentro del escondite de Muzan, el laberinto cambiante del Castillo Infinito. Tanjiro, Nezuko y sus compañeros enfrentan demonios implacables mientras intentan reunirse y poner fin a la pesadilla. Es acción, desamor y heroísmo llevados al máximo.

Conoce a los personajes de Demon Slayer: Infinity Castle

Tanjiro Kamado

Tanjiro es el corazón y la resistencia del grupo, siempre con esa sonrisa triste que te derrite y una determinación que da miedo. Es increíblemente empático —llora con todo y con todos, hasta con las plantas, en serio— pero pelea con una ferocidad fría cuando hace falta. Tiene un sentido del olfato raro que parece sacado de una peli de detectives, y su técnica de respiración (sí, la espada, las acrobacias) es pura poesía; a veces tropieza con las palabras pero nunca con su moral. Le encantan las bolitas de arroz y a la vez olvida dónde dejó su pañuelo, típico.

Hanako Kamado (Nezuko)

Nezuko es un contraste constante: demonio feroz y hermanita adorable, todo en uno, y sí, a veces muerde, pero protege con una ternura que te confunde. No habla (o casi), pero sus ojos y gestos dicen más que un libro entero; también le encanta comer bocadillos raros, lo cual es curioso para alguien que… bueno, ya sabes. Se transforma y crece en batalla pero luego vuelve a ser esa niña que se acurruca; es como tener dos personajes en el mismo cuerpo, y a veces hasta parece que recuerda canciones de bebé. Hay algo maternal en ella que sorprende —no siempre cuadra con su furia— y es extrañamente encantadora.

Zenitsu Agatsuma

Zenitsu es un drama ambulante: teme hasta a su sombra pero en cuanto duerme se convierte en un rayo letal, es la paradoja viva y es glorioso. Habla demasiado, exagera todo y sobrevive a base de pánico y valentía involuntaria, además está perdidamente enamorado (sí, de esa manera exagerada) y lo dice cada cinco minutos. Su técnica con el rayo es impresionante, preciosa cuando aparece de la nada, y a veces cree que no sirve para nada —mentira—; claro que sirve, aunque esté pegado al suelo temblando. Tararea canciones raras en los momentos más inoportunos (jaja), y tiene un corazón de oro debajo de ese terror permanente.

Inosuke Hashibira

Inosuke es un tornado con máscara de jabalí, salvaje, competitivo y sorprendentemente sentimental cuando nadie lo mira; te da la impresión de que nació para gritar y correr. Fue criado por jabalíes (sí, eso le da ciertas costumbres extrañas) y pelea con una agresividad hermosa, además de tener un estilo de lucha totalmente propio y ruidoso. Le encanta romper cosas —ventanas, normas, corazones de granito— pero también colecciona flores curiosas porque, espera, sí tiene un lado sensible. Se enfada por tonterías y luego pide perdón sin saber cómo, y para colmo es más inteligente de lo que aparenta; un caos adorable.

Kanao Tsuyuri

Kanao parece tranquila como aguas profundas: casi no habla, observa mucho, y cada movimiento suyo es medido (a veces demasiado, por eso lanza una moneda para decidir, sí, literalmente). Es letal con su técnica floral, elegante y fría en combate, pero detrás hay una historia larga, trauma y ternura que se le escapa en gestos pequeños —un parpadeo, una sonrisa rara—. Le gusta el orden y coleccionar cositas diminutas (botones, hojas), aunque también tropieza con cosas simples a veces, lo cual es adorable. A veces es indecisa y otras sorprendentemente resuelta; nunca la subestimes porque tiene paciencia y precisión de reloj suizo.

Genya Shinazugawa

Genya es ese tipo rudo que te lanza un codazo pero en realidad te cubre la espalda; tienes la sensación de que siempre está a prueba y a la vez es leal hasta los huesos. Tiene métodos raros (sí, come trozos de demonio para sacar poder, no pregunto demasiado) y una relación complicada con su pasado y su familia —es intenso, silencioso y explosivo a ratos—. En batalla es letal, brusco y directo, no le gustan las florituras, y fuera de ella tiene un sentido del humor seco que aparece cuando menos lo esperas. Parece tener pocas aficiones, pero guarda recuerdos como quien guarda cuchillos: afilados y necesarios.