Sobre Genie, Make a Wish en pocas palabras:

Este espectáculo, que se estrena en 2025, es una comedia romántica de fantasía coreana llamada Genie, Make a Wish. Trata sobre un espíritu llamado Iblis (piensa en las vibras de un genio con un giro oscuro) que despierta de un sueño de mil años, solo para estar atado a Ka-young, una mujer que no siente emoción. Él piensa que los humanos son corruptibles, ella desafía esa afirmación, y a través de tres deseos, sus destinos se entrelazan con amor, engaño y rencores antiguos.

Conoce a los personajes de ‘Genio, Pide un Deseo’

Jinn

Jinn es ese caos encantador que no puedes dejar de mirar, mitad espíritu antiguo mitad bromista de barrio. Tiene reglas rarísimas (unas que cambia según su humor) y una paciencia sorprendente cuando le interesa algo, pero también puede explotar como una chispa y desaparecer por días — típico. Le encanta la música pop ochentera, colecciona calcetines de colores y, sí, promete tres deseos pero siempre hay letra pequeña (como si eso importara). En la historia funciona como motor y espejo a la vez: empuja a los demás, los tienta y, a su manera, los obliga a verse honestos.

Ka-young

Ka-young es el corazón en duelo de la historia, intensa y terriblemente humana, se nota que piensa demasiado y a la vez actúa a lo loco cuando se le enciende algo dentro. Es práctica en lo cotidiano (lleva una libreta con listas) pero dramática en lo emocional — llora viendo comerciales y después te cambia un fusible sin pestañear. Tiene una mezcla de ternura y terquedad que la hace irresistible: protege a quien quiere como si fuera un ejército, aunque a veces se culpe por cosas pequeñas y grandes. Su rol es de protagonista en crecimiento, la que aprende (o aprende a fingir que aprendió) y tampoco pretende ser perfecta.

Soo-hyun

Soo-hyun es ese tipo calmado que parece siempre tener todo bajo control, pero ojo, por dentro hay fueguitos y playlists tristes; muy contradictorio, lo sé. Es razonable, nada de decisiones impulsivas (a menos que estés en su círculo íntimo y entonces sí, se vuelve cómplice de locuras). Cocina increíble — un poco obsesivo con la sal — y colecciona postales que nunca manda; detalle adorable, ¿no? En la trama cumple el papel de ancla: cura con hechos más que con palabras y sorprende cuando su sarcasmo se vuelve sinceramente dulce.

Sayyid

Sayyid llega con misterios tatuados en la mirada y una calma que casi huele a té especiado; serio pero con un sentido del humor muy seco que aparece en el peor momento posible. Es sabio de una forma que no resulta pesada (no es el tipo que suelta moralejas, más bien te lanza una frase y luego se va a fumar —no, espera, no fuma— bueno, camina mucho, algo así). Le gustan los acertijos, la historia y parece saber cosas que nadie más recuerda; quizá exagero, quizá no, pero tiene una biblioteca mental impresionante. En la historia es el consejero enmascarado: guía sin imponer, rompe mitos y a veces actúa como ese amigo que sabe que estás mal antes de que tú lo admitas.