Sobre The Last Frontier en pocas palabras:

El espectáculo es un thriller-drama ambientado en la remota Alaska. Después de que un avión de transporte de prisioneros se estrella, docenas de reclusos logran escapar. Frank Remnick, el único mariscal de EE. UU. que custodia el perímetro, debe atraparlos, proteger su ciudad y descubrir si el accidente fue un accidente o parte de una conspiración más grande. Es supervivencia, traición y familia todo en una helada persecución.

Conoce a los personajes de La Última Frontera

Sarah Remnick

Sarah es ese tipo de personaje que te atrapa sin querer: cabeza dura, corazón demasiado grande y siempre con un plano en el bolsillo aunque jura que ya no planea nada. Líder a regañadientes, se pelea con el mundo y luego le lleva sopa a quien le rompió el corazón (o tal vez era al revés, no me acuerdo muy bien). Tiene una manía con las plantas y colecciona mapas viejos, pero curiosamente odia los marcadores; se niega a usarlos y luego subraya todo con lápiz. A veces parece seria y contenida y a la vez se ríe de cosas terribles en el peor momento — ¿trauma o sentido del humor muy raro?

Frank Remnick

Frank es el clásico patriarca curtido por la frontera: manos ásperas, mirada cansada y una voluntad que parece de acero, pero le encanta cantar baladas en la lluvia (sí, lo hace, aunque lo niegue después). Protector hasta el extremo, toma decisiones drásticas que te dejan sin aliento y luego se queda mirando el fuego bajo la escarcha como si hablase con alguien que ya no está. Tiene un sentido del honor anticuado y un secreto ridículo con las galletas de avena que nadie entiende; jura que no puede cocinar, pero todos fingen que las galletas están buenas. A veces es inflexible, otras se desarma con una canción — contradictorio y humano, básicamente.

Sidney Scofield

Sidney es ese personaje enigmático que siempre llega tarde y con un chiste inapropiado, experto en leer habitaciones y en esconder su propio mapa interior. Agente, estratega o simplemente alguien con demasiadas caras, dos pasos por delante de todos pero con la mala costumbre de perder cosas pequeñas como llaves o recuerdos (¡no sabría decir si es por distracción o por diseño!). Lleva guantes aunque no siempre hace frío y colecciona postales que nunca envía; tiene un humor seco y una ternura medio oxidada que aparece cuando menos te lo esperas. A veces manipula sin querer y a veces ayuda sin planearlo — un caos inteligente con un corazón al que le gustan las cosas raras.

Levi Hartman

Levi es músculo y sarcasmo, el tipo que te salva la vida y luego te exige que le devuelvas el sombrero, pero en serio, es un poquito terco. Le encanta la mecánica, romper cosas para ver cómo funcionan y luego jurar que todo estaba así desde antes; curiosamente tiene una mano delicada cuando se trata de animales o de arreglar relojes viejos. Le gusta hacer bromas pesadas y a la vez se queda callado mirando el cielo cuando debería hablar — contradicciones por doquier, y funcionan a su favor. Es leal hasta el extremo y con una sonrisa medio ladeada que promete problemas o una buena noche de historias (o ambas).