¿Qué personaje de ‘Down Cemetery Road’ eres?
Estás a punto de entrar en un mundo de secretos, explosiones y conspiraciones — y descubrir: ¿qué personaje de ese retorcido misterio de Oxford realmente vibra con tu yo interior? Ya seas el buscador decidido, el investigador astuto, o una carta salvaje que vive en las sombras — vamos a desvelar quién eres en este enredado juego.

Sobre Down Cemetery Road en pocas palabras:
Down Cemetery Road es un tenso thriller británico ambientado en un aparentemente pacífico vecindario de Oxford. Después de que una casa explota y una niña pequeña desaparece, Sarah Trafford (interpretada por Ruth Wilson), una de las vecinas, se obsesiona con encontrarla. Ella contrata a la investigadora privada Zoë Boehm (Emma Thompson), y juntas profundizan en una oscura conspiración, una que revela que personas que se creían muertas podrían estar muy vivas.
Conoce a los personajes de Down Cemetery Road
Zoë Boehm
¡Zoë es esa protagonista imposible de ignorar! Curiosa hasta lo ridículo, no puede pasar por una puerta sin mirar debajo de algo o leer una inscripción antigua, y tiene una mezcla de valentía y torpeza que la hace entrañable (se tropieza con sus propias teorías a veces). Es obstinada, protectora con sus amigos y, sorpresa, adora el café aunque dice que le da acidez y luego se sirve otro vaso; además siempre lleva un cuaderno lleno de garabatos y mapas que a veces son legibles. Hay días que parece completamente organizada y otros en los que su bolso es un agujero negro con voces propias — total, humana y demasiado real.
Sarah Trafford
Sarah es la amiga silenciosa pero letal en encanto, esa que sabe más de folclore de lo que parece y lo esconde con una sonrisa tranquila (sí, tiene sonrisa, no la imagines siempre seria). Observadora hasta el hueso, guarda secretos y libros raros en lugares imposibles; puede ser cálida una tarde y helada al minuto siguiente, y no sabes si es estrategia o puro carácter. Le encanta tocar el piano a deshoras aunque jure que no sabe, y colecciona cintas de máquina de escribir porque «tienen historia» — pequeña rareza que la hace adorable.
Hamza
Hamza es el pragmático del grupo, el que siempre intenta aterrizar las teorías con lógica pero que secretamente cree en señales (sí, lo sé, contradicción maravillosa). Es ingenioso, maneja tecnología como si fuera magia y cocina platos picantes mientras explica un plan de escape; además su humor sarcástico salva momentos tensos y también los empeora, depende del día. Protector con los suyos, tiene un miedo ridículo a las palomas que no puedes explicarle porque, claro, él lo llama «trauma de infancia».
Downey
Downey es el tipo excéntrico que todos aman en un pueblo pequeño: sabe de huesos, fechas y nombres de lápidas pero a la vez cuenta chistes malos sobre la lluvia. Es un manitas —puede arreglar una puerta y un misterio en la misma tarde— y tiene un cacharro de herramientas que parece un animal vivo; dice ser ordenado pero su taller parece un laberinto (y lo quiere así). Sus historias largas empiezan en lo mundano y terminan en algo sorprendente, y te das cuenta de que en el fondo es dulce, aunque gruñe como un viejo mapache a veces.
Amos Crane
Amos tiene esa presencia que te hace mirar dos veces: refinado, cortés en la superficie y con algo afilado debajo (sí, cliché, pero funciona). Es manipulador en el buen sentido de la palabra —si eso existe—, sabe mover piezas como si fueran ajedrez y colecciona orquídeas porque «dan clase», aunque le tiemble la mano cuando cree que nadie mira; tiene una fobia rara a los espacios cerrados y eso lo vuelve curioso y peligroso a la vez. Habla con frases medidas, tiene un pasado que huele a secretos y carisma, y oye, a veces hace cosas inesperadamente amables que te dejan desconcertado.
Oliver es reflexivo, curioso y está apasionado sin fin por las historias. Ve los cuestionarios como una forma de celebrar los fandoms y conectar a las personas con personajes que resuenan con ellos. Conocido por sus preguntas perspicaces, los cuestionarios de Oliver profundizan un poco más, a menudo inspirando a la gente a reflexionar sobre lo que valora. Fuera de la creación de cuestionarios, a Oliver le encanta analizar guiones y tramas, y nunca pierde la oportunidad de hablar sobre las motivaciones de los personajes con un café.





