Sobre Landman en pocas palabras:

Landman es un drama neo-occidental crudo creado por Taylor Sheridan, ambientado en el áspero y ávido mundo del petróleo en el oeste de Texas. El programa se centra en Tommy Norris, un experimentado landman, mientras navega por luchas de poder, negociaciones peligrosas y dinámicas familiares complicadas.

Conoce a los personajes de Landman

Tommy Norris

Tommy es ese tipo que no puedes dejar de mirar cuando entra a una habitación, aunque a veces se tropieza con su propia confianza —en el buen sentido—. Es decidido, cabezota y muy protector con los suyos; creo que ha roto más reglas que lápices, y aun así tiene un código moral ridículamente firme. Trabaja con las manos, pero sueña a lo grande; colecciona fósforos (sí, en serio) y dice que son recuerdos de lugares donde casi lo pierde todo. A veces habla como si hubiera sido sheriff y poeta al mismo tiempo, y juro que una vez tarareó una vieja canción de camión a las tres de la mañana.

Angela Norris

Angela es la matriarca que manda con una taza de café y una mirada que ordena paz mundial, o al menos silencio en la mesa. Práctica, cálida, un poco mandona, pero siempre la primera en arreglar lo que se rompe —ya sea una tubería o un corazón—. Tiene un calendario codificado por colores y de vez en cuando rompe sus propias reglas para bailar en la cocina a las 2 a.m.; sí, en pijama. También llora con los anuncios, lo cual te dice mucho de su corazón enorme y su habilidad para leer entre líneas.

Cooper Norris

Cooper es el hermano que todos quisiéramos tener cuando necesitamos un abrazo y un martillo al mismo tiempo; tierno pero torpemente valiente. Es artístico en formas raras: pinta puertas, repara radios viejos, y siempre tiene una idea que suena loca pero funciona (a veces). Le dan alergia los gatos… o no, espera, creo que es solo a los de la calle; esto cambia según la temporada, ya sabes. Es el tipo que guarda tickets de cine como si fueran reliquias y que te hará reír cuando menos te lo esperes.

Ainsley Norris

Ainsley es fuego en forma humana, sarcástica, lista, y con opiniones como cuchillas; peligrosa y adorable, en serio. Tiene metas enormes y un talento para decir lo que todos piensan pero nadie se atreve a decir —lo cual a veces la mete en problemas, claro. Lleva un cuaderno lleno de listas y poemas (ni siquiera ella sabe cuál es cuál) y se niega a tomar café por la mañana aunque siempre termina robando un sorbo. Es la que planifica huidas de fin de semana y también la que se queda a arreglar las cosas cuando todo falla.

Ariana

Ariana llega con música en la chaqueta y un misterio en la sonrisa; libre, compañera de aventuras y a veces un poco imprudente, pero nunca aburrida. Tiene una voz que te recuerda tardes de verano y una costumbre extraña de regalar botones raros a las personas que le caen bien. Olvida las llaves cinco veces al día pero recuerda la letra de esa canción que nadie más conoce; contradictorio y perfecto. A veces parece etérea y otras es pura chispa, y nadie puede decidir si es la heroína o la tormenta.

Rebecca Falcone

Rebecca es elegante y afilada como un traje hecho a medida, con la mirada fría de quien siempre tiene un plan —o al menos un plan B y C—. Profesional, implacable y raramente ingenua, pero con un rincón secreto donde guarda postales y pensamientos cursis; sí, lo juro. Habla con precisión militar y luego, en reuniones, lanza una risa seca que te hace dudar de ella y quererla a la vez. Tiene una gata (o no, a veces dice que no; verás, depende del capítulo) y una costumbre misteriosa de coleccionar plumas.