Sobre Legends Of Tomorrow en pocas palabras:

Legends of Tomorrow es una serie de superhéroes llena de acción que sigue a un equipo de héroes inadaptados mientras viajan a través del tiempo para proteger la línea temporal de la destrucción. Liderados por la intrépida Sara Lance, los Legends navegan a través de diferentes períodos históricos y luchan contra varios enemigos, tanto nuevos como antiguos, mientras intentan evitar que eventos catastróficos alteren el curso de la historia. Con un reparto diverso de personajes, cada uno con sus habilidades y personalidades únicas, Legends of Tomorrow ofrece una aventura emocionante y entretenida para los fanáticos del universo DC.

Conoce a los miembros de Legends Of Tomorrow

Jefferson Jackson

Jefferson es el tipo con la sonrisa que te despeja el día incluso cuando todo explota a su alrededor. Es práctico, protector y tiene un sentido del humor tan rápido que a veces ni él mismo sabe por qué se ríe —y luego se sonroja, lo juro—. Le gusta la música a todo volumen pero también aprecia el silencio profundo de vez en cuando, qué raro, ¿no? Fue un pilar en el equipo, el que mantiene la calma cuando las cosas se vuelven locas y además cocina fatal pero insiste en hacerlo de todos modos.

Martin Stein

Stein es el sabio bromista con fórmulas en la cabeza y una taza de té siempre a medio beber. Tiene la mezcla perfecta de profesor olvidadizo y abuelo cariñoso, y puede explicar física cuántica y luego perder sus gafas diez minutos después —pero no, no son las mismas gafas, creo—. Moralmente firme pero con un sentido del humor seco que te atrapa, a veces habla como si estuviera dictando un ensayo y luego suelta un chiste inapropiado. Su mente es el motor intelectual del grupo, y sí, le da por tararear ópera cuando está nervioso.

Charlie

Charlie es caos adorable con teclado y café en mano; hacker genio y a la vez un poco terca, muy humana y a veces exageradamente impulsiva. Tiene el don de convertir cualquier plan imposible en una serie de comandos que funcionan, y luego se echa a reír porque “ups, lo rompí un poco” —pero lo arregla, claro. Le encanta la tecnología pero odia las videollamadas formales, irony at its finest, ¿no? Es la chispa que descompone problemas grandes en tonterías pequeñas y a veces te sorprende con una canción rara que no pega, pero pega.

Zari Tomaz

Zari es filo, mordaz y sorprendentemente suave cuando la miras de cerca; una mezcla de guerrera con sentido del humor y antigua tuitera (literalmente, ama los memes). Tiene un fuerte código moral y no tolera injusticias, aunque en el fondo esté jugando con su amuleto y dudando de todo, pequeña contradicción que la hace humana. Es sarcástica pero también protectora como una hermana mayor que nunca pidió el título; te rompía el cuello y luego te traía una sopa. A veces parece distante y otras veces se queda hasta las tres de la mañana escuchando historias de gente que acaba de conocer.

Nate Heywood

Nate es el historiador dulce que por alguna razón siempre termina metido en peleas antiguas y conspiraciones modernas; es reflexivo, calmado y con un optimismo que a veces desafía la lógica. Tiene la capacidad de encontrar la parte humana en cualquier texto viejo y además sufre de puns —malos puns, pero los hace con orgullo—. Es moderadamente tímido pero tremendamente valiente cuando hace falta, y sí, suele arruinar un chiste pero aun así te cae bien. A veces se siente inseguro de su lugar en el equipo y luego te sorprende siendo el primero en lanzarse a proteger a alguien.

John Constantine

Constantine es el cínico encantador que huele a humo y sarcasmo; parece que no le importa nada pero secretamente lo sacrifica todo por los demás, lo clásico del antihéroe. Habla con una mezcla de fastidio y ternura, lanza insultos como si fueran flores y tiene un montón de secretos que cuenta a medias. Odia la magia y a la vez la usa como si fuera su herramienta de bricolaje favorita, contradicción nivel experto. Es carismático, peligroso y tiene una forma horrible de cocinar té pero jura que es “estilo Londres”.

Mick Rory

Mick es puro músculo con corazón de tierno —otra contradicción que funciona—; odia la poesía pero recita versos en voz baja cuando nadie mira. Es directo, brutalmente honesto y sorprendentemente leal a su propio modo de ver el mundo; no es el más educado pero tiene códigos, y si lo traicionas lo sabrás. Le encantan los coches, los incendios (no siempre a propósito) y las palomitas en exceso, y sí, a veces se enfada por cualquier tontería y luego te trae una hamburguesa. Hay un humor seco en él que sale cuando menos lo esperas, y es extra reconfortante en batalla.

Leonard Snart

Snart es el ladrón caballero con reglas: no matar, no meterse con los niños y siempre, siempre mantener el estilo. Frío calculador, pero con un brillo de ternura que aparece cuando menos lo anticipas —como cuando está justificando por qué robó un reloj pero lo hizo “por arte” o algo así. Es obsesivo con la puntualidad y la elegancia y, sin embargo, no se puede resistir a una buena metáfora dramática en pleno combate. Tiene ese aura de villano romántico que en realidad actúa por un código propio y, sí, a veces pone música clásica mientras planifica crímenes.

Ray Palmer

Ray es la energía viva en miniatura: optimista, brillante y con una prisa constante por arreglar el mundo (y por ajustar su corbata). Inventor soñador con un corazón enorme, cree que todo problema tiene una solución tecnológica aunque a veces sus prototipos exploten en patrones artísticos. Dulce, socialmente torpe y con un gusto terrible por los trajes diminutos —lo amo, es como un microhéroe fashion—. Siempre intenta unir al equipo con actividades incómodas tipo “noche de cine” y sinceramente muchas veces funciona, milagrosamente.

Sara Lance

Sara es la líder feroz que también colecciona cicatrices y poemas tristes en el cajón, es intensidad y calma a la vez. Entrenada, calculadora y con un pasado que la hace tanto más dura como más humana, a veces guía con mano de hierro y otras veces se rompe en privado —sí, contradicción emocional en esteroides—. Tiene habilidad con la espada y con las decisiones morales complicadas; y no, no le gusta que le llamen “la americana” pero tampoco habla de sus noches malas, lo guarda como si fueran relicarios. Su lealtad es su arma más peligrosa y además bebe café como si fuera un ritual sagrado.