Sobre The Dragon Prince en pocas palabras:

El Príncipe Dragón es una serie animada de fantasía creada por Aaron Ehasz y Justin Richmond. Ambientada en el mundo mágico de Xadia, la serie sigue la historia de dos príncipes humanos y una asesina elfa mientras buscan evitar una guerra entre sus dos razas. En el camino, encuentran criaturas míticas, hechizos poderosos y enemigos peligrosos, todo mientras aprenden sobre sí mismos y los demás. Con una construcción de mundo rica, personajes complejos y una animación impresionante, El Príncipe Dragón ha capturado los corazones de audiencias de todas las edades.

Conoce a los personajes de El Príncipe Dragón

Sunfire High Priest

Vale, el Sunfire High Priest tiene esa vibra solemne de siempre saber qué ritual sigue, con una mirada que sugiere siglos de tradición y un poco de snack secreto en la túnica (probablemente galletas). Es ceremonial, autoritario cuando debe serlo, y a la vez puede ser sorprendentemente humano, como si a veces olvidara si está recitando un himno o hablando con un adolescente. Ama las reglas, pero —y esto no lo esperas— puede romper una para salvar a alguien, lo cual es adorable y medio desconcertante. Tiene ese aura de consejo sabio y, sí, probablemente guarda una taza favorita que nunca comparte.

Callum

Callum es ese tipo de personaje que crece ante tus ojos y uno no para de sentir orgullo, torpe y brillante a la vez; mago novato que improvisa más de lo que planifica. Es curioso, inseguro muchas veces, pero con una moral firme y ese empujón de valentía que lo hace saltar al vacío (metafóricamente y otras veces literal). Le encanta estudiar, dibujar runas mal hechas a la mitad de la noche y, eh, confiesa que sigue extrañando su propia cama —o debería decir: ¡su antigua vida!—. A veces parece frágil y otras exactamente lo contrario, lo cual es su encanto principal.

Ziard

Ziard me da la impresión de ser la encarnación de la disciplina y la tradición con una pizca de orgullo nacional que lo compra todo (o al menos lo intenta). Es serio, estratégico, siempre midiendo las consecuencias; perfecto para liderar, un poco rígido para divertirse, aunque juro que una vez le vi sonreír por algo insignificante. Le gusta el orden hasta en los detalles más tontos, tipo alinear latas en una estantería, y sin embargo puede tomar decisiones impulsivas cuando la situación lo exige —sí, contradictorio, lo sé—. Tiene una presencia imponente pero, si te fijas, hay capas de duda debajo, lo que lo hace humano, no sólo un emblema.

Ibis

Ibis es el amigo curioso que probablemente tiene mil libros marcados y una respuesta para cada pregunta, aunque a veces se distrae y no recuerda dónde dejó la respuesta. Es observador, ingenioso, con un humor seco que sale de repente y te atrapa; también tiene hábitos raros, tipo coleccionar plumas o tazones rotos, no sé por qué. A ratos parece distante, pero si te necesita, aparece sin drama y con una solución inesperada (y suele traer té). Es el tipo de personaje que guarda secretos pero también te los susurra cuando menos te lo esperas.

Lujanne

Lujanne es pura calma y paciencia, como un río que ha visto demasiado pero aún sigue fluyendo con gracia; una sanadora, una consejera, y sí, también con un filo cuando la situación lo pide. Tiene una ternura que no es cursi, más bien sólida, y parece que siempre sabe la palabra correcta, aunque a veces confiesa dudas en voz baja, eso la vuelve real. Le importan las personas y la tradición por igual, y podría recitar historias antiguas mientras te prepara una infusión rara que, sorpresa, funciona. Es maternal sin ser asfixiante y misteriosa sin ser inaccesible, cosa rara hoy en día.

Viren

Viren es fascinante y aterrador al mismo tiempo; ambicioso, carismático y con una habilidad terrible para justificar lo injustificable (y qué manera de hacerlo). Se ve como el pragmático que cree que todo fin justifica medios, pero también hay momentos en que su amor por su familia se cuela y se ve casi humano —casi, porque luego vuelve la oscuridad. Le encanta el poder, el intelecto y las soluciones rápidas, y eso lo convierte en un antagonista complejo que no es simpático pero sí entendible. Ah, y tiene esa elegancia señorial que complica que lo odies sin más.

Claudia

Claudia es fuego puro con un talento natural para la magia que asusta y fascina; brillante, ferozmente leal y con un sarcasmo que corta. No es sólo la hija del villano; es una fuerza independiente que usa su ingenio (y sus hechizos raros) para salirse con la suya, y muchas veces lo logra con una sonrisa torcida. Es cariñosa en su propio estilo retorcido y sí, a veces cruel—pero no sin motivos que ella cree válidos—y tiene un gusto espantoso por las cosas extravagantes (o eso dice ella). Se mete en problemas por elección propia y luego te mira como si fuera la cosa más divertida del mundo.

Aaravos

Aaravos es ese personaje que te hace sentir maravillosamente incómodo: encantador, articulado, y con una sonrisa que puede ser tanto consuelo como amenaza, según el día. Es antiguo, misterioso, y tiene un conocimiento que parece infinito; además, disfruta manipular ideas como si fueran piezas de ajedrez, lo cual es genial y espeluznante. Nunca puedes estar seguro de sus intenciones porque cambia de ritmo con una facilidad inquietante, y, curiosamente, a veces hace comentarios ridículamente mundanos que te sacan una risa nerviosa. Es el tipo de villano/calidad que no puedes dejar de mirar, y no sé si lo amas o le temes (probablemente ambas).