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¿Qué villano de Ataque a los Titanes eres?

¿Alguna vez te has preguntado qué villano de Attack on Titan serías? ¡Bueno, no te preguntes más! ¡Toma nuestro cuestionario y descubre si eres más como el astuto y manipulador Bestia Titán, la sádica y ambiciosa Titán Hembra, o quizás el calculador y despiadado Titán Acorazado. Haz clic en el botón de inicio a continuación para descubrir tu villano interno!

Bienvenido al cuestionario: ¿Qué villano de Ataque a los Titanes eres?

Sobre Attack on Titan en pocas palabras:

Ataque a los Titanes es una popular serie de manga y anime japonesa que sigue la historia de la lucha de la humanidad por la supervivencia contra gigantescas criaturas humanoides llamadas Titanes. Ambientada en un mundo post-apocalíptico, la serie explora temas de coraje, sacrificio y las duras realidades de la guerra. El protagonista principal, Eren Yeager, jura erradicar a los Titanes y descubre que tiene la habilidad de transformarse en uno de ellos.

Conoce a los villanos de Ataque a los Titanes

Floch Forster

Floch es ese tipo que no puedes dejar de mirar cuando habla: apasionado, dramático y absolutamente convencido de cada palabra que sale de su boca. Tiene una fe casi religiosa en sus ideas y eso lo hace carismático y peligroso a la vez, como un predicador que se volvió líder por accidente. A veces parece cobarde bajo la rabia —se esconde detrás del fervor— y otras actúa con una valentía desesperada que confunde, pero siempre está ahí, empujando a los demás hacia algo mayor. Ah, y siempre tiene un gesto teatral con la mano, no sé por qué me fijo en eso, pero lo hace muy humano.

Kenny Ackerman

Kenny es puro filo y cinismo, un tipo que vive de la ley de la selva pero con estilo; cínico, brutal y extrañamente paternal cuando quiere (sí, es contradictorio, lo sé). Mata con tranquilidad y luego se queda a escuchar una canción vieja como si nada; le gustan las cosas sencillas pero tiene un pasado enredado que pesa muchísimo. Es el tipo que odias amar: despiadado pero con un código propio, y esa mezcla lo vuelve fascinante. A veces parece que colecciona silencios en lugar de recuerdos, y juro que en una escena lo vi sonreír como un idiota —raro pero real—.

Porco Galliard

Porco es arrogancia pura con músculos y un enorme sentido del deber, el típico que te rompe la cara y luego te pide perdón en voz baja (más o menos). Es feroz, rápido, y se enorgullece de su linaje pero también guarda celos y un cansancio que le salen en la mirada de vez en cuando. Tiene ese humor ácido que te hace reír cuando no deberías, y curiosamente cuida obsesivamente de los dientes —¿lo imaginas con un cepillo en mano?—; sí, lo sé, suena raro, pero le da encanto. No es un villano caricaturesco: es complicado, honesto en su violencia y, a veces, sorprendentemente leal.

Pieck Finger

Pieck es la calma hecha persona: inteligente, observadora y con una sonrisa que nunca sabes si es de verdad o calculada, lo cual es un plus enorme. Siempre lleva algo en la chistera —literalmente, en su carreta hay de todo— y parece perezosa hasta que abres la boca y te sorprende con la mejor estrategia del día. Te saca de apuros con una eficiencia fría pero tiene manías tiernas, como beber té demasiado caliente o guardar galletas en un bolsillo secreto. Es una mezcla de madre sarcástica y genio logístico; no subestimes su lado silencioso, porque te arruina el plan sin despeinarse.

Yelena

Yelena es energía concentrada, una entusiasta obsesiva con una sonrisa que puede ser cálida y aterradora a la vez, depende del café del día. Cree con todo su ser en su causa —o en alguien, ya sabes cómo van esas cosas— y tiene un talento para convertir ideas raras en campañas efectivas así, sin esfuerzo aparente; es un poco manipuladora pero también extrañamente sincera. Habla mucho, gesticula más, y colecciona anécdotas como si fueran medallas; a veces exagera, otras es increíblemente precisa, y ambas cosas son igualmente divertidas. Y por si te interesa, tiene un gusto terrible por los rompecabezas de 5000 piezas que jamás termina.

Bertholdt Hoover

Bertholdt es el gigante silencioso que te aplasta con lo mínimo: tímido, con ojos que siempre parecen a punto de romperse, pero capaz de una fuerza aterradora cuando se le pide. Es callado y reservado, vive con culpa como si fuera otra persona pegada a la espalda, y esa dualidad lo vuelve trágico y humano al mismo tiempo. Tiene un corazón blando (sí, incluso él) y pequeñas aficiones inocentes, tipo mirar flores o quedarse mirando el mar —lo imaginé una vez, ahora lo veo así—. Pese a todo, hay momentos en que se muestra sorprendentemente decidido, y eso te cambia la percepción de inmediato.

Annie Leonhart

Annie es fría como el hielo, eficiente hasta el punto de dar miedo y con una cara que transmite cero emoción… hasta que hay un pequeño destello de vulnerabilidad y entonces todo se derrumba. Tremendamente hábil en combate cuerpo a cuerpo, parece calculadora pero esconde inseguridades que salen en gestos mínimos (como morderse el labio cuando nadie la mira). A veces es indiferente y otras actúa con una timidez que te desarma —contrastes, por todos lados—; además, tiene la costumbre rara de escuchar música clásica mientras entrena, lo cual es una mezcla deliciosa. Si la subestimas por su silencio, mala idea; Annie es pura trampa.

Zeke Jaeger

Zeke es el cerebro gélido con una historia que te parte en dos: estratega, calculador y con una tristeza que se filtra en todo lo que hace, incluso en sus planes más fríos. Tiene ideas enormes y la calma de quien ha decidido sacrificarlo todo por un objetivo —pero ojo, también hay momentos de ternura incómoda, sobre todo cuando habla de su familia. Puede parecer maquiavélico, y en muchos sentidos lo es, pero también es tremendamente humano (con hobbyes extraños, como cuidar animales pequeños a los que llama «equipo»). Su voz baja y segura te convence o te aterroriza, depende del lado desde el que mires la moneda.

Reiner Braun

Reiner es el soldado con corazón de oso: leal, torpe en sus emociones y con una culpa que le pega de frente cada noche; es uno de esos personajes que te dan ganas de abrazar y reprender al mismo tiempo. Valiente y decidido cuando debe, sufre una división interna constante que lo hace parecer dos personas en el mismo cuerpo —y sí, a veces se contradice en una sola frase. Tiene manías sencillas, como tararear canciones infantiles cuando está nervioso, lo que lo hace extrañamente adorable en sus peores momentos. Aun con todo, intenta ser fuerte por los demás, lo cual lo convierte en víctima y en héroe simultáneo.

Eren Jaeger

Eren es pura intensidad: pasión, rabia y una obsesión brutal por la libertad que lo empuja a extremos que te dejan sin aliento, y a veces furioso. Cambia, evoluciona y destruye conceptos propios y ajenos; puede ser adorablemente infantil en una escena y aterradoramente frío en la siguiente, lo que hace que nunca sepas en qué momento te va a romper el corazón. Tiene ese magnetismo de los que no pediste pero siguen dominando todo, y además colecciona recuerdos como si fueran pruebas de su propia existencia (sí, es muy dramático, pero es Eren). Y no me olvido: es el tipo que hace promesas imposibles y, sorpresa, muchas veces intenta cumplirlas aunque se queme en el proceso.