Sobre Reacher en pocas palabras:

Reacher es una popular serie de televisión basada en el personaje Jack Reacher creado por Lee Child. La serie sigue la historia de Jack Reacher, un ex oficial de policía militar que ahora viaja por el país, involucrándose en situaciones peligrosas y utilizando su experiencia para resolver misterios y llevar justicia a las víctimas. El programa está lleno de acción, suspenso y drama, y ha sido elogiado por su representación cruda y realista del crimen y su investigación.

Conoce a los personajes de Reacher

Jack Reacher

Reacher es el tipo que llega sin avisar, se queda el tiempo justo y deja huellas que nadie puede borrar; gigante tranquilo con una paciencia que parece infinita, aunque a la tercera falta se le acaba la paciencia y zas, ya sabes. Es metódico pero también impulsivo, un lobo solitario con un código moral anticuado y unas manos que no perdonan mentiras, y mira, a veces se pone muy sentimental —sí, de verdad— con canciones viejas o ciudades pequeñas. Vive con una mochila y cero maletas (o eso dice), se sabe todas las medidas del mundo y sin embargo olvida cumpleaños como si fuera normal. Y aunque parezca siempre serio, tiene un sarcasmo seco que te sorprende; también colecciona relojes que nunca usa, contradictorio, lo sé.

Oscar Finlay

Oscar es el abogado/educador que aparece para poner lógica en el caos, el cerebro elegante del grupo con traje impecable y una paciencia que raya en obsesión; habla despacio pero cuando habla, todos escuchan. Tiene ese humor irónico que baja la tensión y a la vez una ternura escondida—es el que prepara té cuando las cosas se ponen feas, sí, lo juro—y a veces se le salen comentarios como de profesor gruñón. Es detallista, maniático de los procedimientos, pero también sorprendentemente valiente cuando hay que arriesgarse por la gente correcta. Ah, y tiene una manía curiosa con las tazas de cerámica diferentes para cada día de la semana; no sé por qué lo recuerdo pero ahí está.

Roscoe Conklin

Roscoe es puro fuego y corazón: peleadora, leal y con una moral que no cabe en un uniforme, la típica persona que no duda en romper reglas si siente que es justo. Tiene un pasado que le pesa y unas cicatrices que la hacen más humana, y aún así conserva un optimismo cabezota que te contagia sin querer. Investiga como una maldita detective de novela negra pero también sabe preparar café como nadie (importante, de verdad). A veces parece dura como una roca y al minuto siguiente ríe de algo ridículo; contradicciones que la hacen encantadora.

Officer Baker

Baker parece el policía de pueblo que se esfuerza por hacer lo correcto aunque a veces le falte valentía, es servicial, torpe a ratos y con un sentido del deber enorme, quizá demasiado. Se nota que quiere agradar y proteger pero también le tiemblan las manos cuando las cosas se salen de control, lo que lo hace dolorosamente humano. Tiene un perro al que adora más que a muchas normas y guarda una gorra vieja que no se quita ni para dormir (o eso dice). Es de los que todavía creen en el sistema, aunque las pruebas le van enseñando otra cosa.

KJ

KJ es imprevisible, intensa y un poco enigmática, tipo que aparece y te descoloca en cinco segundos; sabe jugar en los bordes y disfruta cuando las cosas se complican, pero ojo, también tiene gestos raramente tiernos. A veces actúa como si nada la afectara y al rato la notas con un tatuaje nuevo y una canción pegada en la cabeza; es contradictoria y por eso mola tanto. No es de confiar del todo, claro, pero su astucia la convierte en una pieza clave cuando necesitas alguien que vea lo que los demás no ven. Curioso dato: colecciona cosas pequeñas (llaves, figuritas) y no tiene ni idea de por qué las guarda, simplemente lo hace.

Mayor Grover Teale

El alcalde Teale es el político local clásico: sonrisa pulida, discursos ensayados y una obsesión por la imagen que roza lo cómico; siempre preocupado por la cámara y los titulares. Detrás de eso hay ambición y cobardía en dosis iguales, se protege a sí mismo y a su legado antes que nada, pero de vez en cuando muestra flaqueos humanos que lo hacen menos un villano y más un tipo atrapado en su propio teatro. Le encanta inaugurar cosas (hasta un semáforo, lo juro) y colecciona placas de agradecimiento que probablemente no mereció. Y sí, tiene un secreto raro con los jardines públicos —ama las hortensias y les habla, no me preguntes por qué—.