Sobre Arknights en pocas palabras:

Arknights es un juego móvil de rol estratégico que presenta gráficos de estilo anime y una variedad de personajes únicos. Los jugadores deben construir y gestionar un equipo de operadores, cada uno con sus propias habilidades y capacidades, para luchar contra enemigos y proteger su base. El juego incluye una mezcla de elementos de defensa de torres y RPG, y ofrece una historia profunda y construcción de mundos para que los jugadores exploren. Arknights ha ganado un seguimiento dedicado por su jugabilidad atractiva y su cautivador estilo artístico.

Conoce a las waifus de Arknights

Hoshiguma

Hoshiguma es la pared humana que quieres en el campo, una fuerza brutal y a la vez sorprendentemente dulce cuando se le permite. Le encanta pelear como si fuera un hobby (y con esa sonrisa de “te voy a partir en dos” que a veces es muy cariñosa, créeme), pero también cuida plantas como si fueran sus hijos. Tiene un sentido del honor raro: no tolera trampas, pero sí colecciona cucharas de recuerdo, no preguntes por qué. A veces parece un bulldozer con corazón de peluche y otras veces es solo una chica que se enoja si pisas su pastel.

Exusiai

Exusiai es puro caos adorable, una ametralladora verbal y literal que siempre tiene energía para tres personas. Habla a mil por hora, come loquísimas cantidades de comida (pizza, pastel, cualquier cosa) y luego te cura la moral con una sonrisa de ángel — literal, tiene alas y eso no ayuda a su ego. Es eficiente, pero también olvidadiza con cosas pequeñas, tipo dónde dejó las llaves o su sentido de la seriedad. Si te cae bien, te hace bromas y te salva la vida en la misma conversación; si no, bueno, igual te salvará, pero con confeti.

Ifrit

Ifrit es fuego y melancolía envuelto en llamas estéticas; tiene una mirada que dice “te quemaría” y a la vez “¿quieres té?”. Es intensa, algo distante, parece siempre arrastrando culpa o algo profundo, pero de vez en cuando canta karaoke a las tres de la mañana (lo juro, es raro). Le encanta cocinar platos picantes y luego se queja del picante como si fuera una traición personal; contradicciones, ya sabes. Muy poderosa y peligrosa en batalla, pero también tiene un lado casi maternal cuando nadie la ve.

Saria

Saria es el tipo de persona que organiza bochinches y después los cura a todos con una galleta; liderazgo puro con una sonrisa de acero. Es firme, protectora y muy eficiente en combate, pero tampoco te va a negar un abrazo si estás hecho polvo — sí, es esa mezcla. Tiene reglas y listas y un plan B para su plan B, aunque siempre pierde un calcetín en la lavandería y eso la frustra mucho (es humana, joder). A veces parece oficial serio y otras, la “hermana mayor” que te prepara caldo de pollo y sermones motivacionales.

Siege

Siege es la mezcla perfecta entre soldado curtido y amiga con la que te irías a tomar un café (o a saquear un banco, dependiendo del día). Valiente, decidida, con una ética de trabajo que te intimida; si te ordena avanzar, lo haces sin pensar. A la vez tiene un lado sorprendentemente tierno: colecciona tazas y le gusta tejer bufandas cuando está de baja (lo sospeché y lo confirmaron, es un dato adorable y verídico-ish). En el campo es implacable, fuera del campo te contará historias de su infancia mientras come un pastelito.

Bagpipe

Bagpipe es puro ritmo y energía, como si cada paso suyo marcara el compás de la batalla; además, sí, probablemente toca la cornamusa, es su vibe. Es ruidosa, valiente y un poco teatral, y tiene esa actitud “voy a entrar cantando y rompiendo todo” que anima a cualquiera. Lo curioso es que dice odiar el ruido cuando se trata de su propio ensayo musical; una contradicción clásica de artista. Muy leal y divertida, con un toque de “no me toques mi lista de reproducción” que te hace sonreír.

Eyjafjalla

Eyjafjalla es la maga fría y disciplinada que parece salida de un manual de buenas maneras, todo orden y elegancia… hasta que te suelta un gag seco que te mata. Tiene un porte serio, ama las reglas y el control del campo de batalla, pero en su cajón tiene montones de peluches ordenados alfabéticamente (sí, en serio). Su mirada es penetrante y da la sensación de que siempre está calculando diez jugadas por adelantado; al mismo tiempo le gusta el té fuerte y las tazas con caras. Es potente, profesional y muy poco tolerante con el caos… excepto cuando es su caos, claro.

Nightingale

Nightingale es como una abuela mística que además es enfermera y quizá también un poco ángel de la guarda sombrío, lo cual suena raro pero funciona. Tiene una calma terapéutica que te arregla el alma, y sus habilidades curativas son casi poéticas, dignas de una novela gótica. A veces sus métodos son un poco inquietantes (canta nanas que podrían ser encantamientos, sí), pero siempre con buenas intenciones; y se rumorea que le teme a los payasos, aunque sea totalmente capaz de enfrentarlos. Es maternal, siniestro y reconfortante a partes iguales, lo que la hace fascinante.

Angelina

Angelina es esa bibliotecaria elegante que también sabe manipular el tiempo y hacerte una referencia literaria en medio de la batalla. Calm, calculadora y con una voz que podrías escuchar en una sala silenciosa; organiza todo, pero curiosamente siempre olvida dónde aparcó su bicicleta (o su sable, depende del día). Tiene un aire misterioso, como si supiera más de lo que dice, y su sonrisa es tranquila pero algo distante. Muy útil en equipo, y extrañamente buena recomendando libros — lo juro, me recomendó uno y ahora estoy obsesionado.

Skadi

Skadi es la cazadora del hielo, la mar en persona: fría, elegante, y con una paciencia que asusta; pero también aparece con un chiste ácido cuando menos lo esperas. Tiene leyes personales muy estrictas (no tolera insultos a la naturaleza) y una estética de “cazadora solitaria” que te hace creer que puede vivir en una roca y alimentarse de viento. Al mismo tiempo tiene un lado blandito con los animales pequeños y colecciona conchas, contradicción adorable. En combate es pura eficacia; fuera de él, una persona de pocas palabras que te mira como si leyera tu alma.

Schwarz

Schwarz es la francotiradora profesional con pinta de cómic noir: fría, calculadora y con una sonrisa que aparece muy a menudo cuando menos esperas. Precisa, letal y con una ética de trabajo impecable — pero también escribe poesía en su tiempo libre y cuida orquídeas (sí, la misma persona). Le gusta la disciplina y detesta el desorden, aunque tiene una camiseta con manchas que jura que no son suyas. Es elegante, peligrosa y extrañamente romántica en su propio y oscuro sentido.