Sobre Billions en pocas palabras:

Billions es una serie de televisión estadounidense que sigue la lucha de poder entre el ambicioso y adinerado gestor de fondos de cobertura Bobby Axelrod y el fiscal de los Estados Unidos Chuck Rhoades, quien está decidido a derribarlo por sus actividades ilegales. El programa explora temas de poder, dinero e influencia mientras los personajes navegan por el complejo y competitivo mundo de las finanzas de alto nivel.

Conoce a los personajes de Billions

Charles Rhoades

Charles Rhoades es el fiscal que siempre parece tener tres jugadas por delante y una corbata impecable, incluso cuando está furioso. Le gusta la ley como a otros les gusta la religión: con dogma, rituales y una pizca de culpa oculta (a veces escribe poemas, o eso dicen, no sé bien). Controlador y carismático, te da la sensación de que puede destruirte con una sonrisa y luego invitarte a cenar para disculparse; sí, es contradictorio y eso lo hace adictivo. Siempre está pensando en poder, en reputación y en ganar — pero también se le ve vulnerable en momentos raros y eso lo humaniza demasiado.

Robert Axelrod

Bobby Axelrod es la versión rockstar del mundo financiero: hecho a sí mismo, rico hasta los tuétanos y con un gusto por las cosas brillantes (relojes, casas, nombres de aviones, todo). Es ferozmente leal con su gente y brutal con sus enemigos, generoso en público, vengativo en privado — un cliché con mucho estilo, pero funciona. Tiene instinto para el dinero como otros tienen instinto para respirar; a la vez, guarda una nostalgia de barrio que sale en fotos viejas o en su risa cuando recuerda algo infantil. Es un personaje que te hace querer y odiar a la vez, y con suerte te invita a un cóctel peligroso.

Wendy Rhoades

Wendy es la mano invisible que pone orden en el caos emocional de todos — coach, analista, psicóloga no oficial y ocasional mentora de almas perdidas. Ve lo que los demás no ven, manipula sin que parezca manipulación y te hace enfrentarte a la verdad aunque duela (a veces lo hace con palomitas en la mano, sí de verdad, es raro pero cierto). Es leal a ambos bandos y esa ambivalencia la destroza y la hace imbatible a la vez; profesional hasta los huesos, pero con una ternura inesperada que aparece en momentos raros. Tiene principios pero también secretos, lo que la convierte en el pegamento emocional de la serie.

Lara Axelrod

Lara es la mujer que protege su casa como si fuera una fortaleza y lo hace con tacones y violencia cuando hace falta — implacable, práctica y sorprendentemente ingeniosa. Viene de abajo y no se avergüenza de recordar cada escalón que subió; eso la vuelve ferozmente protectora con la familia y rencorosa con los que la traicionan. Tiene una elegancia tosca: le encanta el glamour pero también puede vender tuelos en un mercado cuando se requiere (sí, mezcla alta costura con manos en la tierra, lo juro). A veces parece fría pero sus gestos pequeños la delatan: tiene un lado sentimental que no admite, y eso es lo que la hace peligrosa y entrañable.

Bryan Connerty

Bryan Connerty es el tipo de legalista que se esfuerza por no romper las reglas aunque el mundo le empuje a hacerlo; serio, metódico y con una moral que a veces cruje. Es paciente y políticamente astuto, quizás demasiado bueno para la jungla donde anda, pero también sorprendentemente resistente cuando se le presiona. Tiene ese aire de funcionario correcto pero con un pasado que lo hace más complejo (y sí, a veces se lo ve comiendo ensaladas raras a horas extra, no sé por qué lo recuerdo). En resumen: es el puente entre la ley ideal y la real, y siempre está intentando no convertirse en lo que más desprecia.

Mike Wagner

Wags es el mejor sidekick: grosero, hilarante, ferozmente leal y con una risa que te avisa que algo malo va a pasar pero en el buen sentido. Es el cerebro operativo detrás de muchas locuras de Axe, organiza todo y suelta una broma mientras ejecuta un plan maestro; también colecciona anécdotas extrañas sobre vinos que nadie le pidió. Tiene códigos propios, le gusta el riesgo y fuma o no fuma según el día (no es fiable ni en eso), pero en la guerra es el tipo al que quieres al lado. Es encantadoramente salvaje y un poco exagerado, y por eso todos lo recuerdan.

Kate Sacker

Kate es la abogada joven con hambre y una memoria fotográfica para correos electrónicos, lista para lanzarse a cualquier grieta legal y hallarla cómoda. Es rápida, sarcástica y un poco desordenada (tiene notas por todos lados y aún así nunca pierde el hilo), y su ambición la vuelve peligrosa porque planea a largo plazo. A veces parece fría o calculadora pero también tiene momentos de incompetencia adorable — sí, contradicciones, como todos. Es eficiente como pocos, y su evolución la convierte en alguien que siempre está a la espera del siguiente movimiento.

Taylor Amber Mason

Taylor es la mente fría y brillante que demuestra que los números pueden ser poesía; calmos, analíticos, implacables con los modelos y extrañamente filosóficos. Toman riesgos medidos y odian el ruido humano innecesario, pero ojo: también tienen un lado testarudo y sorprendentemente sarcástico que aparece en reuniones incómodas. Son la promesa de una forma de hacer dinero más limpia (o al menos más matemática), y a la vez guarda una sensibilidad que aparece en gestos pequeños — coleccionan tazas minimalistas, o eso creo. Son raros, fascinantes y a veces crudos, y por eso son memorables.

Bill Stearn

Bill Stearn es ese tiburón de Wall Street con traje viejo y corbata clásica, tipo bronceado por viajes de negocios y reuniones en clubes de golf (sí, tiene un palo favorito que lleva a todas partes, aunque no juega bien). Es tradicional, con un respeto casi religioso por el status quo financiero, pero cuando se le pisa el dedo puede soltar maniobras que nadie vio venir — viejo zorro, ya sabes. Tiene la voz de «ha pasado antes y volverá a pasar» y un gusto por aconsejar jóvenes condescendiente, pero también guarda rarezas: colecciona sellos o guarda cartas antiguas, no sé, algo excéntrico. En fin, es el veterano que impone respeto y peligro a la vez.