Sobre Vikings: Valhalla en pocas palabras:

Vikings: Valhalla es una próxima serie de Netflix ambientada 100 años después de la serie original de Vikings. Sigue las aventuras de los vikingos más famosos mientras exploran nuevas tierras y luchan contra enemigos. Promete ser una saga épica de poder, gloria y venganza.

Conoce a los personajes de Vikings: Valhalla

Leif Eriksson

¡Leif es el viajero por excelencia, siempre con el ojo puesto en el horizonte! Aventurero, curioso, un poco distraído (literalmente pierde el mapa y luego te dice «fue por la vista»), pero con una calma sorprendente cuando hay tormenta. Le encanta probar cosas nuevas en la mesa — dicen que trajo especias raras y que colecciona conchas que luego olvida dónde puso — y tiene ese encanto de tipo práctico que te hace confiar. A veces parece tranquilo y sensato y al segundo siguiente se lanza en una balsa improvisada; no sabes si aplaudir o cubrirle la frente con un pañuelo.

Freydis Eriksdotter

Freydis es pura intensidad y, ay, qué personaje: feroz, directa y absolutamente impredecible. Protectoramente violenta cuando hace falta, pero con gestos raros de cariño (sí, juro que una vez la vi arreglar flores como si nada). Le encanta el conflicto casi tanto como detesta la traición — y sí, puede ser brutal, pero también es curiosamente leal a su gente, aunque lo demuestre a su manera. Tiene manías, como morderse el labio al pensar, y contradice todo lo que dices sobre «no cambiará», porque siempre se reinventa.

Harald Sigurdsson

Harald es el guerrero ambicioso que entra en una sala y se siente la electricidad; un líder nato con ganas de reescribir su destino. Estratégico, a veces teatral, le gustan las grandes declaraciones y las entradas espectaculares (también colecciona cascos, no lo busques, lo verás con uno nuevo en cada fiesta). Es duro pero no estúpido, y sabe cuándo ser cruel y cuándo ser frío para ganar; también tiene ese lado secreto que disfruta de los banquetes tranquilos con una copa de hidromiel. Puede parecer que siempre busca la corona, pero a ratos actúa como si preferiría el silencio de una cabaña — cosa que nadie le cree.

Olaf Haraldsson

Olaf es esa mezcla rara de devoción religiosa y mano dura; santo para algunos, tirano para otros, con una moral que corta como cuchillo. Muy religioso, pero no confundas eso con dulzura: mantiene el orden como quien arregla una armadura, con precisión y sin titubeos. Ama las canciones de iglesia y, curiosamente, guarda un viejo rosario en el bolsillo de la túnica, aunque diga frases bastante poco piadosas cuando se enfada. Tiene ese aura de líder decidido que asusta y fascina a la vez, y a veces parece más humilde de lo que realmente es (o eso quiere aparentar).

King Canute

Canute es la mezcla perfecta de cerebro político y sonrisa helada; gobierna con ingenio y una paciencia que intimida. Es calculador, sabe leer salas y reinos, y tiene la habilidad de convertir un gesto en ley (sí, me refiero a ese episodio del mar, aunque sea simbólico). Le gusta el orden, los acuerdos oficiales y —no se lo digas a nadie— coleccionar monedas y reglas; su sentido del humor es seco y letal. Puede parecer amable en público y luego apretar las tuercas en privado, así que nunca lo subestimes, especialmente si te ofrece un asiento a su mesa.

Emma of Normandy

Emma es elegante y peligrosa en la misma frase; la política la convirtió en una jugadora magistral que sonríe mientras mueve piezas. Astuta, protectora de su linaje y con un instinto para la supervivencia que raya en lo brutal cuando es necesario, también tiene un lado muy humano: le gustan los bordados y guarda cartas escondidas, cosas pequeñas que la hacen menos de leyenda y más… real. Es suave en apariencia, pero toma decisiones frías y calculadas; además, es sorprendentemente capaz de perdonar cuando le conviene (o eso creo). A veces habla en susurros que suenan a confidencia y otras se transforma en la roca del reino, así que no intentes encasillarla.

Earl Godwin

Godwin es el hombre de poder tras bambalinas: influyente como ninguno, práctico y con ese aire de «sé más de lo que digo». Es leal pero pragmático, protector con su gente y peligroso cuando se siente traicionado; vamos, que sabe mover ejércitos y matrimonios con la misma soltura. Le encantan los caballos (y las historias largas junto al fuego), tiene un humor sencillo y a veces actúa como padre de familia, aunque no dudes que haría lo que fuera por mantener su posición. Contradictorio? Sí — generoso en público, exigente en privado — y eso lo hace fascinante.

Jarl Estrid Haakon

Estrid es puro filo y tacto: una jarl que gobierna con mano firme pero con una sensibilidad táctica que impresiona. Fría cuando la situación lo pide, muy observadora, y con un gusto extraño por los detalles — guarda cintas de colores que según ella «traen suerte», así que ya sabes, superstición de jarl. Lidera con pragmatismo, protege a su gente y no tolera tonterías; sin embargo, tiene pequeños gestos (un pétalo escondido en su casco, una canción que tararea) que la hacen compleja y casi contradictoria. Es el tipo de persona que te gana lentamente y luego ya no puedes darle la espalda.