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¿Cuál personaje de ‘The Matrix Resurrections’ eres?

¡Bienvenido al cuestionario de personajes de Matrix Resurrections! ¿Alguna vez te has preguntado qué personaje de esta icónica franquicia de ciencia ficción encarnas más? ¡Ahora es tu oportunidad de descubrirlo! Responde una serie de preguntas y descubre si tienes las habilidades de liderazgo de Morfeo, la destreza en la lucha de Trinity o el espíritu rebelde de Neo. Entonces, ¿qué estás esperando? Desplázate hacia abajo y haz clic en el botón de inicio para comenzar el cuestionario y desbloquear tu verdadera identidad en Matrix.

Bienvenido al cuestionario: ¿Cuál personaje de The Matrix Resurrections eres?

Sobre The Matrix Resurrections en pocas palabras:

Matrix Resurrections es la muy esperada cuarta entrega de la famosa franquicia de Matrix. Dirigida por Lana Wachowski, esta película retoma donde dejó la trilogía original y sigue la historia de Neo mientras navega una nueva versión de la Matrix, se encuentra con caras conocidas y busca desentrañar la verdad detrás de su realidad. Con un reparto de estrellas que incluye a Keanu Reeves, Carrie-Anne Moss y Yahya Abdul-Mateen II, Matrix Resurrections promete ofrecer la misma acción alucinante y temas filosóficos que hicieron de las películas originales un clásico de culto.

Conoce a los personajes de The Matrix Resurrections

Neo

¡Neo es el eterno “¿soy yo o no?” del universo Matrix! Misterioso, cargado de duda y a la vez con una determinación que te hace querer gritar, salva el mundo y luego se toma un rato para mirar un atardecer (sí, le gustan los atardeceres; a veces los mira desde un tejado, otras desde la pantalla de un ordenador). Tiene la mezcla perfecta de héroe cansado y nerd que todavía se sorprende con cosas simples, y a veces se le olvida poner las llaves en el mismo bolsillo (o eso dice él). En esta película se siente más melancólico pero también más decidido, como si hubiera aprendido a sonreír solo medio, y eso me mata de ternura cada vez.

Trinity

Trinity es puro fuego con botas y mirada que te atraviesa, y no, no es solo la novia de Neo, es la razón por la que muchas peleas tienen sentido. Implacable, leal hasta el extremo y sorprendentemente dulce en momentos rarísimos (cuando se le suelta un chiste malo, por ejemplo), tiene una mezcla de ternura y acero que me vuelve loco. Pilotaza, hacker de corazón y señora de las entradas dramáticas, además siempre tiene ese pelo impecable incluso después de caer desde un rascacielos; ¿cómo lo hace? Nadie lo sabe. Se siente como el pegamento emocional de la historia, aunque a veces olvida dónde dejó el casco (sí, lo vi una vez, lo juro).

Morpheus

Morpheus sigue siendo el predicador cool que te convence de que elige la pastilla correcta, con ese paso calmado y la voz que podría narrar tu vida y aún sonar épica. Tiene una fe casi religiosa en las posibilidades humanas y una paciencia de hierro, aunque de vez en cuando se le escapa un “¡te lo dije!” con cariño —lo asume, no se lo recrimines—. Aquí se muestra más vulnerable pero también más sabio, como alguien que ha visto demasiados amaneceres virtuales; lleva gafas que no sé si son por moda o porque le gusta mirarse a sí mismo en ellas, contradictorio, lo sé. Sigue siendo el líder espiritual/estratégico que todos amamos y al que secretamente le encanta el café amargo (o eso cuentan).

Smith

Smith es básicamente el pegamento pegajoso de la pesadilla: frío, eficiente, y con esa sonrisa que te irrita hasta la médula. Es repetitivo (literalmente) y se convierte en ese eco insoportable que no se cansa de volver, además de tener una obsesión obsesiva con Neo que roza lo romántico/psicópata, depende del día. Tiene una mezcla de humor siniestro y aburrimiento existencial como si quisiera romper todo por deporte, y a la vez te da la sensación de que podría bailar ballet si se lo pidieras (sí, totalmente ilógico). Es el antagonista que nunca duerme y a la vez tiene manías raras, tipo contar los botones de su abrigo cuando nadie lo mira.

Bugs

Bugs es el espíritu libre del equipo, con una risa contagiosa, una chaqueta fantástica y más energía que baterías industriales. Hacker, líder improvisada y piloto con un sentido del timing que es pura intuición, parece que siempre está a un paso de hacer algo épico (y casi siempre lo hace). Es descarada pero no por mala, sino porque cree de verdad en lo que hace; además tiene la costumbre de traer galletas que nadie sabe de dónde salieron —algunas saben a gloria, otras a… misterio—. Me flipa que sea optimista sin ser ingenua, y que a veces se frene y se ponga melancólica por cinco segundos, porque la hace humana y real.

The Analyst

El Analyst es el villano elegante y frío que te habla como si estuvieras en terapia —porque, básicamente, lo estás—; sofisticado, analítico y con una sonrisa de profesor que sabe demasiado. Controla con números y estadísticas, y parece disfrutar desarmando emociones como únicos puzzles válidos; es escalofriante y a la vez fascinante, tipo pulgar en la boca que no sabes si aplaudir o abuchear. Tiene manías raras, como anotarlo todo en un cuaderno que nunca abre (¿para presumir?), y su mirada calculadora te hace sentir observado hasta cuando tomas agua. Es cerebral, manipulador y sorprendentemente poético en sus explicaciones, lo que lo vuelve peor, porque lees sus palabras y medio te convencen.

Niobe

Niobe es pura autoridad con estilo: capitana, estratega y corazón duro que no se anda con rodeos, aunque tiene un lado nostálgico que sale en momentos extraños. Es práctica, valiente y sabe pilotar como si hubiera nacido con un joystick en la mano, además de guardar historias del pasado que la hacen compleja y deliciosa (en el buen sentido). Tiene esa mirada de “te lo voy a explicar y punto” pero luego te trae té y te escucha, contradictoria y genial; colecciona tazas, o al menos yo recuerdo ver unas cinco en su camarote —quizá eran todas iguales, no sé—. Es el tipo de líder que inspiran respeto y que también te da ganas de seguirla a cualquier parte aunque tenga las frases cortas.

Sati

Sati es un pequeño milagro programado: dulce, curioso y con una inocencia que corta, pero también con una sabiduría que no encaja y por eso encanta. Es como una niña que sabe hacer preguntas que te desarman, aparece en momentos claves con un gesto que lo dice todo y tiene una presencia casi mágica (sí, llora con flores digitales y a veces habla en metáforas raras). No es humana, pero tiene más humanidad que muchos humanos, y tiene la peculiar costumbre de coleccionar canciones que nadie más recuerda —o eso dice ella—. Es extraña, tierna y un poco misteriosa, y siempre deja la sensación de que algo importante va a pasar cuando está cerca.