Sobre Blood Drive en pocas palabras:

Blood Drive es una serie de ciencia ficción y terror ambientada en un futuro distópico donde los coches funcionan con sangre humana. La serie sigue a Arthur Bailey, un policía que se ve obligado a asociarse con Grace, una peligrosa corredora, para participar en una carrera mortal a través del país donde el ganador se lo lleva todo. A medida que la competencia se intensifica, la pareja debe navegar por el peligroso mundo de Blood Drive mientras intentan mantenerse vivos y superar a sus oponentes.

Conoce a los personajes de Blood Drive

Arthur Bailey

Arthur es ese tipo que parece sacado de una chatarrería con corazón de oro: rudo, con manos llenas de grasa y una sonrisa que no sabes si confiarle. Mecánico, copiloto, amigo fiel… o al menos eso jura, aunque a veces olvida dónde dejó la llave de su propia moto —sí, en serio—. Tiene un sentido del humor torpe que te derrite y una tendencia alarmante a lanzarse a lo imprudente; noble y estúpido en dosis iguales, lo adoro por eso. Ah, y colecciona pegatinas raras de los noventa; no preguntes por la de la rana, realmente la quiere.

Grace d’Argento

Grace es puro estilo y peligro envuelto en un abrigo plateado que brilla demasiado en la luz mala del desierto. Es astuta, seductora y sabe exactamente qué decir para desarmar a alguien, aunque a veces parece que se lo dice a sí misma también —confesora y conspiradora a la vez—. Tiene un pasado que guarda con uñas y dientes (y tal vez un diario escondido bajo una suela), pero cuando relaja la guardia se le escapa un humor negro que sorprende. No olvides que puede ser dulce por un segundo y despiadada al siguiente; yo no pondría mi dinero en su contra, pero sí en su equipo.

Christopher Carpenter

Christopher da la sensación de ser el tipo serio del dúo: firme, con código propio y ojos que han visto demasiadas carreteras rotas. Es el clásico «hombre de acción» que intenta no pensar demasiado, pero por dentro rumia decisiones como si fueran piezas de un motor; parece frío, pero le importa más de lo que deja ver. Tiene manías extrañas, tipo organizar su pistola por horas del día o cantar en la ducha —mal, según testigos—; un poquito contradictorio, ¿no? En resumen: protector curtido, con fragilidad escondida y una moral que choca con el caos de la carrera.

Aki

Aki es precisión pura, una silueta pequeña que no adviertes hasta que ya te ha ganado la carrera o te ha desenfundado con elegancia casi cruel. Silenciosa, letal y con una ética propia (que cambia según el humor, eso lo admito), parece fría pero guarda pequeñas rarezas: le encantan las novelas románticas antiguas y se ríe alto cuando nadie la mira. Es increíblemente eficiente, obsesionada con el detalle, pero también tiene un sentido del absurdo que aparece en momentos raros —como cuando colecciona piedras que «le recuerdan a casa». Es la persona que no esperas que te salve, y justo por eso lo hace, y lo hace bien.

Julian Slink

Julian es la definición de glamoroso y repulsivo al mismo tiempo: un productor-showman con sonrisa de anuncio y manos manchadas de algo más oscuro que aceite. Le encanta el espectáculo, las luces, los contratos horribles y las promesas que no piensa cumplir, pero lo hace con tanto estilo que estás casi agradecido por estar engañado. Tiene un ego enorme, colecciona trajes absurdos y a veces tiene gestos sorprendentemente tiernos (casi siempre con intención, pero eh, ahí están). En fin, villano con encanto, que te arrastra a su circo y luego te ofrece palomitas mientras decide si pisotea tus sueños.