Sobre Revolution en pocas palabras:

Revolution es una serie de televisión postapocalíptica que se estrenó en 2012 y se emitió durante dos temporadas. La serie está ambientada 15 años después de que un misterioso apagón global haya provocado el cese de toda la tecnología, lo que ha llevado al colapso de la sociedad y al surgimiento de grupos militares. La serie sigue el viaje de la familia Matheson y sus aliados mientras luchan contra regímenes opresivos, descubren secretos del apagón y tratan de restaurar la energía en el mundo.

Conoce a los personajes de Revolution

Miles Matheson

Miles es ese tipo que todo el mundo quisiera como protector en un apocalipsis: endurecido, con cicatrices y un código moral retorcido pero firme. Es violento cuando hace falta, pero también tiene una ternura rara que sale a veces con los suyos —como si fuera un oso que ronronea a escondidas—, y juro que le gustan las guitarras aunque lo niegue. Vive al límite, improvisando reglas propias, aunque curiosamente es súper metódico con sus armas y horarios, ¿veis la contradicción? Siempre parece que va a estallar y, sin embargo, cuando hay que sostener a alguien, es el primero en quedarse de pie.

Charlie Matheson

Charlie es pequeña pero más lista que muchos adultos; una mezcla de valentía cruda y sarcasmo infantil que te atrapa al instante. Sobrevive con ingenio, con esa mirada como de “sé algo que tú no sabes” y con recursos que te sorprenden: es muy práctica, colecciona cosas inútiles (piedras, botones) y a la vez tiene un corazón enorme. Canta canciones raras para calmarse y luego te da una lección moral que no esperabas, lo que la hace adorable y feroz a la vez. Tiene miedo a cosas tontas a veces (arañas, por ejemplo) pero nunca le verás rendirse cuando la familia está en juego.

Tom Neville

Tom es el clásico político transformado en sobreviviente con discursos interminables y una capacidad increíble para manipular situaciones, aunque jura que solo quiere el bien común —claro—. Es carismático a su manera rara: da sermones, escribe notas y siempre tiene una cita histórica en la punta de la lengua, pero también puede ser cruel y muy frío cuando cree que es necesario. Le encanta la etiqueta, el buen té y las metáforas barrocas, y es sorprendentemente sentimental con recuerdos del pasado (sí, contradicción). Es el que hace planes a largo plazo y a veces da miedo por lo lejos que está dispuesto a llegar.

Aaron Pittman

Aaron es la roca silenciosa del grupo: práctico, leal hasta el hueso y con una calma que te dan ganas de abrazar. Es el que arregla cosas, conduce como un santo y habla poco pero cuando lo hace pega fuerte; además, tiene un sentido del humor seco que sale justo cuando menos lo esperas. Planea, calcula y es sorprendentemente emotivo con los niños, aunque jura que es “sólo por pragmatismo” —mentira, se le nota—; pierde llaves con una frecuencia cómica, por cierto. Tiene mucha paciencia, pero ojo, si le llevas la contraria puede ser más implacable que una tormenta.

Sebastian ‘Bass’ Monroe

Bass es el villano con traje impecable que te hipnotiza y te rompe el corazón al mismo tiempo; elegante, calculador y totalmente despiadado cuando se lo propone. Tiene un gusto por lo ostentoso (cufflinks perfectos, mansiones, discursos seductores) y también una vena sentimental rara: colecciona cuentos de infancia, sí, qué penita, pero luego ordena masacres sin pestañear. Charisma 100, empatía 0 (salvo por sus propios caprichos), y es de esos tipos que te ofrecen una copa mientras te dejan sin aire. Siempre está en control o eso cree, y es precisamente esa confianza la que lo hace tan peligroso.

Rachel Matheson

Rachel es la científica-madre arquetípica: brillante, culposa, obsesionada con sus experimentos y con una voluntad de hierro para arreglar lo que rompió. Protege a su familia con una mezcla de ciencia fría y amor casi escolar, y aunque trate de ser racional, a menudo se pierde en remordimientos que la hacen sentir muy humana. Le encanta ordenar el laboratorio con una tetera puesta al lado (no preguntes) y tiene una paciencia infinita para explicar cosas, aunque a veces se le va la mano con los secretos. Es la que piensa en soluciones grandes y terribles, las prueba y luego las lamenta; tristemente adorable y terriblemente determinada.