Sobre Legends of Tomorrow en pocas palabras:

Legends of Tomorrow es una serie de televisión estadounidense de superhéroes que sigue a un equipo de héroes inadaptados mientras viajan en el tiempo para salvar al mundo de varias amenazas. El programa explora temas de heroísmo, amistad y redención mientras los personajes navegan a través de diferentes épocas y enfrentan diversos desafíos.

Conoce a los personajes de Leyendas del Mañana

Jefferson Jackson

Jefferson es puro motor: rápido, bromista y con una energía que te contagia aunque a veces sea agotadora (en el buen sentido). Le encanta ser el tipo competente del grupo, pero también tiene momentos de duda que lo hacen adorablemente humano. Es el amigo leal que te grita porque le importas, y sí, probablemente te hará una mezcla rara de batido que dice «te va a encantar» aunque a veces queme la licuadora. Tiene un sentido del humor que va de 0 a 100 en segundos y un corazón enorme—y juraría que colecciona calcetines intolerables, no sé por qué lo recuerdo así.

Martin Stein

Martin es el mentor: académico, serio y con esa calma que te explica física mientras te sirve galletas (sí, galletas, aunque no siempre coincida con sus teorías). Tiene frases profundas y cotidiano sarcasmo de profesor agotado, pero también un humor inesperado y una torpeza encantadora cuando intenta usar redes sociales. Sabes que es el ancla emocional del equipo aunque de vez en cuando se pierda en un chiste malo sobre el espacio-tiempo. A veces parece olvidarse de cosas triviales, otras recuerda nombres y fechas exactas de hace 200 años —es confuso pero le da gracia.

Charlie

Charlie es un torbellino adorablemente peligroso: ingeniosa, un poquito loca y con un gusto por los hackeos épicos y las cosas brillantes. Tiene una sonrisa que engaña y un pasado misterioso que la hace aún más interesante, y, ojo, puede arreglar tu dron o volarte la cabeza con la misma mano —metafóricamente, claro. Ama las películas ochenteras y, curiosamente, le encantan los cupcakes con mucha cobertura, aunque dice que «no es para nada girly» —mentira, le encantan. También tiene un aire infantil que contrasta con su instinto asesino (no siempre a la vez) y eso la vuelve irresistible.

Zari Tomaz

Zari llega con actitud, sarcasmo y un sentido de la justicia que te hace aplaudir mientras la miras comer tacos a las tres de la mañana. Es feroz, independiente y tiene un arsenal de frases perfectas para cualquier situación —y un teléfono lleno de memes que nadie pidió pero todos necesitan. Viene de una historia complicada, claro, y eso la hace protectora hasta extremos tontamente heroicos; además, le gusta el té, aunque la verás beber café fuerte cuando está en misión. Tiene un corazón enorme debajo de esa capa de sarcasmo y, eh, colecciona amuletos raros que a veces funcionan y a veces no —muy dramático.

Nate Heywood

Nate es el tipo inteligente y un poco torpe que te cae bien inmediatamente, con una mezcla de nobleza y «ay, ¿qué hago ahora?». Es historiador, lo lleva en la sangre, y a la vez intenta ser un héroe moderno con dudas constantes —lo cual lo hace súper real. Tiene una ternura discreta que se filtra en pequeños gestos: cuida plantas, se preocupa por los detalles, y sí, tiene un suéter favorito que nunca suelta aunque esté todo roto. A veces se siente inseguro y otras veces actúa como si fuera el más seguro del mundo; esa contradicción lo hace entrañable.

John Constantine

John es el cínico carismático del universo, con sarcasmo a prueba de demonios y una sangre fría que asusta… pero también una culpa enorme que lo sigue como sombra. Es charlatán, seductor de problemas y expertísimo en magia sucia, aunque siempre dice que no le gustan los atajos morales (mentira, claro que sí, depende del precio). Fuma como si cada cigarro fuera el último pero también tiene gestos inesperados de ternura —no me preguntes, lo leí en algún lado— y una fea costumbre de llamar a las cosas por su nombre, incluso cuando deberías mirar hacia otro lado. Tiene un humor negro maravilloso y un perro imaginario en sesiones de terapia, o eso jura él.

Mick Rory

Mick es básicamente fuego con piernas: brusco, directo y con un amor honesto por las cosas simples (explosiones, donuts, siesta, en ese orden). No le gustan las reglas pero sí le gustan las personas… en su forma complicada y ocasional, tipo «te golpearé pero te salvaré después». Puede ser increíblemente malhablado y luego de repente te sorprende con un gesto casi tierno, wow. Tiene miedo a ser vulnerable y a la vez actúa como si nada le importara; es contradictorio, pero es el tipo que quieres cerca cuando las cosas se ponen feas.

Leonard Snart

Leonard es elegante, calculador y frío como un cristal, pero con un código de honor extraño que solo él entiende (y que a veces sigue, a veces no). Ama la planificación: mapas, abanicos, frases memorables y una puta obsesión por hacerlo todo con estilo —además tenía un gusto curioso por la música clásica y los helados gourmet. Puede ser cruel, sí, pero tiene momentos donde su humanidad asoma y te rompe el corazón, lo cual es injusto y eficaz. Es el ladrón con una maldita clase, y aunque niegue cualquier apego, hay cosas que —raremente— le importan de verdad.

Ray Palmer

Ray es el optimismo en traje mecánico: brillante, encantador y con mil inventos en su cabeza que salen mal el 40% del tiempo pero te hacen sonreír igual. Tiene una inocencia casi contagiosa y una necesidad urgente de salvar a todo el mundo (y decorar cada habitación con mini sales de ciencia, creo). Es adorablemente torpe emocionalmente y extremadamente capaz técnicamente; a veces habla demasiado y luego se arrepiente, cosa que te hace querer abrazarlo aunque te diga que no eres romántico (y tú lo complementas, claro). También colecciona pequeñas figuras de robots y tiene una obsesión con las corbatas que no tiene sentido.

Sara Lance

Sara es puro filo: líder nata, feroz y con una vulnerabilidad que solo ella admite en la ducha o con alguien que confíe (pobre persona). Sabe pelear, sabe mandar y sabe hacer que te sientas seguro… y luego te recuerda que la seguridad es una ilusión y que todos debemos ponernos las pilas. Tiene un humor seco y una enorme capacidad de amar de formas extrañas y a veces poco ortodoxas —además, le encanta el café, en serio, es casi una relación amorosa. Es intensa, a veces contradictoria (hace yoga y rompe huesos en el mismo día) y completamente inolvidable.