Sobre Arrow en pocas palabras:

Arrow es una emocionante serie de superhéroes que sigue la vida del multimillonario playboy, Oliver Queen, quien, después de ser dado por muerto durante cinco años, regresa a su ciudad natal para luchar contra el crimen y la corrupción como el vigilante, Green Arrow. Junto a su equipo, Arrow enfrenta varios villanos y amenazas para proteger su ciudad mientras también lidia con luchas personales y relaciones. El programa es conocido por sus escenas llenas de acción, personajes complejos y trama intensa.

Conoce a los personajes de Arrow

Slade Wilson Aka Deathstroke

Vale, Slade es pura intensidad y planificación fría, el tipo que siempre tiene un plan aunque parezca que está improvisando al borde del abismo. Es militar, calculador y te da esa sensación de que te está estudiando como si fueras un tablero de ajedrez (y probablemente ya movió tres piezas contra ti). Tiene ese aura de villano clásico pero luego, de la nada, muestra una especie de honor retorcido y hasta ternura fingida —sí, es raro— y jura que le gustan las películas románticas (no sé si creerlo). Ah, y curioso: lo imagino arreglando algo minucioso en silencio mientras tararea música clásica; totalmente contradictorio, pero eso es Slade.

Adrian Chase Aka Prometheus

Prometheus es ese cerebro retorcido que juega con tus recuerdos y con la idea de justicia como si fuera un experimento social. Es meticuloso, vengativo y tiene una obsesión enfermiza por demostrar un punto (no preguntas cuál, solo que lo hará con estilo). Te devuelve tus peores culpas con intereses, y a la vez deja pistas casi poéticas como si quisiera que lo entiendas, pero no demasiado. Lo ves elegante, controlado, y luego, sorpresivamente, le encuentras una caja de snacks infantiles en su mesa (sí, no tiene que tener sentido).

Malcolm Merlyn Aka Dark Archer

Malcolm es el villano aristocrático que te enamora y te apuñala al mismo tiempo —literal y metafóricamente—; tiene esa mezcla de padre ejemplar y maestro del caos que te vuelve loco. Estratégico, encantador y peligrosamente manipulador; disfruta de la estética del dolor, pero también cuida sus plantas como si fueran trofeos. A veces habla con tono civilizado y te ofrece té, y al minuto siguiente arma una conspiración para destruir media ciudad, así, casual. Y ojo, tiene un ego enorme pero también unos momentos de arrepentimiento que parecen genuinos (o son su mejor actuación).

Thea Queen Aka Speedy

Thea es fuego puro y leal hasta el tuétano; impulsiva, rápida (no solo corriendo) y con un sentido del humor ácido que te puede partir en dos. Es la hermana que rompe cosas, se arrepiente, entrena con rabia y de repente pone música pop para sobrevivir al trauma —muy humana—. Le encanta vestirse cool pero a la vez sabe apretar el gatillo cuando hace falta, lo cual es contradictorio y genial. Tiene momentos de chica rota que se recompone con chicas mágicas y… ok, yo exagero, pero en serio: es compleja y te sorprende siempre.

Tommy Merlyn

Tommy es el amigo carismático con sonrisa perfecta y una fragilidad que te hace doler; rico, popular y con un código moral que a veces choca con la realidad. Carismático, encantador, y tristemente trágico; se siente como esa canción bonita que sabes que va a terminar mal. A ratos parece el príncipe de los buenos, y luego comete errores humanos que lo hacen real (se le da bien el drama, qué se le va a hacer). Y sí, tiene una colección exagerada de corbatas o algo así —lo juro, es el tipo que guarda recuerdos en cajas por si acaso—.

Felicity Smoak Aka Overwatch

Felicity es la nerd adorable que te hackea el corazón y el sistema bancario en la misma tarde; brillante, sarcástica y con un sentido de la ética que a veces la mete en problemas. Tiene frases rápidas, gafas que cambian de mood y una lealtad feroz hacia los suyos; oh, y ama los donuts (o decía que no, dependo del episodio). Es una mezcla de nerd geek y superhéroe moral; desarma bombas y luego arregla un dron con cinta adhesiva y amor. A veces parece frágil y otras es la roca emocional del grupo —inconsistente, sí, pero en el mejor sentido.

Quentin Lance

Quentin es ese policía endurecido que ha pasado por demasiadas cosas pero que sigue pegado a la idea de hacer lo correcto, aunque no siempre sepa cómo. Gruñón, paternal, con un pasado de errores y redención; a veces odia a los vigilantes y al minuto los protege como si fueran familia. Le gusta el café fuerte, la honestidad brutal y sorpresivamente puede ser muy sentimental (llora con canciones viejas, lo juro). Tiene defectos enormes pero también una capacidad de sacrificio que lo hace inolvidable —es humano, incendiario y adorable en su caos.

Black Canary

Black Canary es puro grito de justicia: feroz, atlética y con un carisma que obliga a ponerse de pie. Es experta en artes marciales, vocera de causas y tiene esa voz —literalmente— que desarma a los enemigos y también a los espectadores. A la vez, es vulnerable y lucha con fantasmas personales, lo cual la hace más real y menos héroe de cómic perfecto. Y sí, colecciona discos viejos y a veces canta en la ducha, lo cual contradice lo dura que aparenta ser, pero oye, todos tenemos canciones secretas.

John Diggle Aka Spartan

Diggle es el soldado perfecto: leal, serio y con un código de honor de esos que ya casi no se ven; el tipo que cuida a los suyos sin pedir nada a cambio. Es el protector, el hermano de armas, el que te esta vez no preguntes qué pasó porque ya tiene un plan para solucionarlo. Tiene un humor seco que aparece en los peores momentos (amina de vida), y sorprendentemente le encantan las historias infantiles —muy tierno—. Sólido como una roca pero con pequeñas grietas emocionales que lo vuelven humano, y sí, a veces cocina huevos como si fuera terapia.

Oliver Queen

Oliver es el protagonista torturado en esteroides: rico, atormentado, arquero experto y líder con demasiados secretos. Vive con culpa, busca redención y tiene la habilidad de salvar el día mientras arruina relaciones personales; es complejo, magnético y a veces insoportable (pero de la mejor forma). Ama la precisión del arco y el drama romántico, y se toma la justicia muy personal, lo que lo convierte en héroe y en problema. A veces parece un santo, a veces un tipo peligroso, y otras simplemente alguien haciendo lo que cree correcto aunque falle épicamente —y te lo crees porque, bueno, tiene estilo.