Sobre The Orville en pocas palabras:

«El Orville» es una serie de televisión de ciencia ficción creada por Seth MacFarlane que sigue a la tripulación del USS Orville, una nave espacial exploratoria de nivel medio en el siglo XXV. El espectáculo es una mezcla de comedia y drama, con tramas que exploran una variedad de problemas sociales, así como conceptos clásicos de ciencia ficción como encuentros alienígenas y viajes en el tiempo. La serie cuenta con un impresionante reparto de ensamble, incluyendo al propio MacFarlane como el capitán de la nave, Ed Mercer, y ha sido elogiada por su combinación única de humor y corazón.

Conoce a los personajes de The Orville

Capt. Ed Mercer

Ed es ese capitán que te hace reír y luego te deja pensando mientras mira el espacio por cinco minutos. Mezcla de torpeza adorable y una tenacidad sorprendente, siempre intentando hacer lo correcto aunque la vida le ponga trampas (y sí, a veces derrama café en su uniforme). Es paternal sin querer serlo, líder con dudas y, vaya, muy humano para una galaxia llena de locuras. Tiene mala memoria para fechas importantes pero recuerda perfectamente cada cara que rescató; no sé, eso dice mucho.

Cmdr. Kelly Grayson

Kelly es elegante, segura y tiene ese aura de mando que no necesita gritar para imponerse, pero ojo: también lleva cicatrices emocionales que aparecen cuando menos te lo esperas. Profesional, diplomática, con un sentido práctico brutal y, sin embargo, se le escapan momentos de vulnerabilidad que la hacen totalmente real — y sí, a veces humilla a la burocracia con una sonrisa. Le encantan los debates inteligentes y jura que no le interesa la fama, aunque le brillen los ojos cuando la reconocen (contradicciones, ¿no?). Es a la vez compañera de misión y magnética presencia que complica todo de la mejor manera.

Dr. Claire Finn

Claire es la médica que querrías a tu lado: fría en la mesa de operaciones, cálida con su equipo y con una paciencia infinita (excepto cuando alguien entra a urgencias con chistes malos). Profesionalísima y maternal, te regaña y te cura con la misma mano, y tiene un sarcasmo afilado que funciona como anestesia emocional. Ama la ciencia pero también colecciona pequeñas supersticiones que nadie entiende — yo sé, lo sé, es raro —, y eso la hace adorable. Si hay un milagro médico, probablemente lo hizo ella, y lo hizo con café y risa nerviosa.

Lt. Gordon Malloy

Gordo… perdón, Malloy es el piloto bromista que vive para los atajos y las maniobras imposibles; es puro instinto y adrenalina. Es el tipo que tira chistes malos justo antes de un salto que te deja el corazón en la boca, pero también te saca una sonrisa cuando todo va mal; súper leal. Tiene un gusto inexplicable por snacks crujientes en la cabina y guarda playlists ridículas (80% rock, 20% guilty pleasures), lo juro. Cree que es despreocupado pero se le empañan los ojos por cosas pequeñas; contradictorio y perfecto.

Lt. Cmdr. Bortus

Bortus es la figura estoica que parece de piedra hasta que te das cuenta de que su lealtad y su código no son fríos sino intensos, tipo volcán. Minimalista en emoción, maximalista en responsabilidad — y con rituales culturales que siempre te descolocan (en el buen sentido). Ama la familia con una fuerza brutal y a veces suelta comentarios tan secos que te matan de risa sin querer; tiene sentido del humor, pero no como lo conocemos. A veces se permite una pequeña tontería privada, ¿o me lo inventé? No, creo que lo vi una vez leyendo poesía.

Lt. Cmdr. John LaMarr

John es el cerebro techie con swag, ingenioso, seguro de sí y con ese toque de «no me subestimes» que te encanta. Es brillante en ingeniería, sarcástico en conversaciones y sorprendentemente romántico con sus gadgets vintage (colecciona cosas raras, sí, gafas incluidas). Adora presumir pero se ruboriza cuando algo sale bien por pura suerte — lo cual es raro porque normalmente es él quien arregla el desastre. Es un poco showman, mucho talento y a veces más drama del necesario, pero lo perdonas porque hace que todo funcione.

Isaac

Isaac es el alienígena lógico que te dispara datos como si fueran caramelos: preciso, distante y curiosamente hipnótico. Su modo de hablar es casi monocorde pero a veces sueltan frases que parecen poesía mecánica (no es que sea poético, pero casi). Detesta las emociones humanas… oficialmente, aunque está obsesionado con entenderlas y a veces intenta imitarlas con resultados adorables y raros. Eficiente hasta el hueso, pero con esa chispa de experimentador que lo hace menos frío de lo que jura; oh, y tiene un gusto extraño por el té (o algo así).