Sobre Wheel of Time en pocas palabras:

La Rueda del Tiempo es una serie de televisión de fantasía y aventura basada en la serie de libros del mismo nombre. Sigue a un grupo de personas mientras se embarcan en una búsqueda épica para salvar al mundo de una fuerza oscura conocida como la Sombra. Presenta magia, política y acción mientras luchan por restaurar y proteger el equilibrio del mundo.

Conoce a los personajes de La Rueda del Tiempo

Moiraine Damodred

Moiraine Damodred es esa Aes Sedai pequeña, implacable y llena de secretos que siempre tiene un plan. Fría en apariencia pero con una lealtad feroz hacia su causa, maneja la Telaraña del Poder como si fuera una partitura (y sí, a veces finge no disfrutarlo, pero lo hace). Su voz suave puede mandar y manipular sin que te des cuenta, y entre tanto formalismo guarda un gusto por el té raro —y por los marcapáginas bonitos— que nadie esperaría. A veces parece que está calculándolo todo, otras se distrae con una sonrisa impaciente; contradicciones que la hacen absolutamente fascinante.

Lan Mandragoran

Lan Mandragoran es… el guerrero silencioso con más peso emocional por centímetro cuadrado que casi nadie. Rey sin corona de Malkier, es feroz, leal hasta la muerte y vive como si cada amanecer fuera una batalla (y sí, parece que no duerme mucho). Habla poco, pero cuando lo hace es como una roca; y, curiosamente, tiene un lado tierno con los animales —se le dan muy bien los gatos?—. A veces llora en soledad o canta una canción triste (lo juro) y eso derriba la imagen del héroe inexpugnable.

Egwene Al’Vere

Egwene Al’Vere empieza como la pueblerina con sueños enormes y termina siendo pura fuerza y ambición bien refinada. Es lista, impetuosa y con un apetito voraz por el conocimiento y el poder (pero igual le encanta chismear a las doce de la noche, ¿por qué?). Tiene una tenacidad que te pega y una creatividad política que sorprende; y baila, o eso dicen, entre reuniones y planes estratégicos. Se enfada, ríe, se vuelve fría y luego cálida otra vez; una montaña rusa, pero la montaña rusa que quieres que gobierne.

Nynaeve al’Meara

Nynaeve al’Meara es la sabiduría del pueblo con una trenza eterna y una tasa de ceño fruncido preocupante. Proprotectora, tozuda, curativa y con una fuerza en la Telaraña del Poder que te deja boquiabierto, no acepta un «no» fácilmente. Se enfada con todo el mundo, luego te arregla el alma (y el pelo) y encima canta bajito cuando nadie la ve —sí, canta—. Es contradictoria: odia que le den órdenes pero luego se empeña en mandar a todos (y funciona).

Rand al’Thor

Rand al’Thor es el epicentro de todo el drama, el chico de la aldea convertido en la rueda que hace girar el mundo —con todo el estrés, literal. Es poderoso, decidido, pero a la vez está desgarrado por el destino y la cabeza (no es un tipo tranquilo, digamos). Extraño combo: todavía le gusta la sencillez de una vida de pastores y, curiosamente, se le ve devorando pasteles como si no hubiera un mañana. Es trágico y heroico, se enfada y luego protege a la gente con una intensidad que duele; a veces pierde la templanza y se vuelve… impredecible.

Perrin Aybara

Perrin Aybara es ese gigante tranquilo que desaparece en el bosque y vuelve con ojos de lobo. Forjador de metales y alma sensible, está dividido entre la ternura doméstica (ama los martillos y la familia) y una ferocidad animal que sale cuando menos lo esperas. Murmura a los lobos, colecciona objetos metálicos raros y, supongo, a veces se sorprende a sí mismo ensayando sonrisas —casi es adorable—. Es leal, practicote y con un instinto de liderazgo lento pero seguro; además, sospecho que come girasoles en secreto (no lo confirmo).