Sobre For All Mankind en pocas palabras:

For All Mankind es una serie de televisión de ciencia ficción que explora una historia alternativa en la que la Unión Soviética vence a los Estados Unidos y se convierte en el primer país en poner a un hombre en la luna. El programa muestra el impacto de este evento en la carrera espacial y en las vidas de los personajes involucrados. Con un enfoque en las vidas personales y profesionales de los astronautas, ingenieros y sus familias de la NASA, For All Mankind explora temas de ambición, perseverancia y la búsqueda de lo desconocido.

Conoce a los personajes de Para toda la humanidad

Edward Baldwin

Edward es ese tipo duro que parece tener un plano de mando pegado a la frente, siempre con la voz grave y la decisión lista. Es paternal pero también peligroso cuando se enciende, un líder que respira responsabilidad y a veces actúa como si la culpa le pesara en los bolsillos. Le encanta el café fuerte y dice que no llora (pero a veces se le quedan los ojos vidriosos cuando mira fotos viejas, no sé, lo vi una vez). A veces improvisa como un loco y otras sigue el manual al pie de la letra; contradictorio pero fascinante, como un viejo capitán con tatuajes de reglamentos.

Gordo Stevens

Gordo es el nerd adorable que realmente hizo las cosas funcionar, el tipo de ingeniero que vive en un garaje de ideas y desmonta radios por deporte. Idealista, terco y capaz de quedarse despierto toda la noche por un circuito, también tiene un corazón enorme y una torpeza social encantadora. Le encanta construir modelos de cohetes (y usa calcetines diferentes a propósito o por accidente, nunca lo sabré). Es práctico y soñador a la vez, lo que lo convierte en esa mezcla rara de genio que sabe arreglar el mundo… y luego se olvida las llaves.

Tracy Stevens

Tracy es puro fuego y disciplina, una astronauta que no pide permiso para ser excelente; advierte con la mirada y conquista con la determinación. Es ambiciosa pero también hecha de pequeñas ternuras ocultas, madre y profesional en guerra con las expectativas, siempre calculando riesgos. Le encanta el jazz a altas horas y tiene una sonrisa que aparece cuando menos te lo esperas (sí, eso la hace sorprendentemente humana). A veces parece implacable y otras veces se derrite por un detalle minúsculo; compleja, intensa y totalmente real.

Karen Baldwin

Karen comienza como apoyo domesticado y termina siendo la persona que te hace replantear lo que significa querer a alguien; fuerte, práctica y sorprendentemente estratégica. Protectora hasta la médula, tiene una paciencia que parece inagotable pero cuando explota, ¡uf!, no quedas igual. Colecciona tazas de té vintage o algo así (creo que niñas, ¿o eran bolsos? ni idea, pero tiene un objeto fetiche). Es dulce y afilada, maternal y fría a veces; maneja la vida familiar con la misma precisión con la que maneja un negocio clandestino de abrazos.

Ellen Wilson

Ellen es la suerte de mezcla entre la científica y la política, la que parece medir cada palabra y aun así te golpea con la pasión cuando habla de lo que cree. Tiene principios firmes y una elegancia que asusta un poco, pero también una vena de humor seco que te atrapa si la conoces. Lleva una libreta donde apunta cosas importantes y también chistes malos (o eso dice ella, aunque a veces raya en misteriosa). A veces parece distante y otras increíblemente accesible, como si tuviera dos manuales de instrucciones y los usara según el día.

Margo Madison

Margo es la ingeniera administrativa que te intimida con su mirada y te gana con su trabajo; obsesiva con los detalles y ferozmente competente. No teme patear puertas ni escribir correos largos, y aparentemente tiene una colección de lápices que nadie entiende (¿cuántos puede necesitar una persona?). Es fría en la superficie pero guarda pequeñas gestos que la delatan: una nota escondida, una comida casera mal planificada, cosas así. A veces parece un robot con ambición humana, otras veces se cae de cansancio y te cuenta un chiste raro; admirable y un poco tragicómica.

Danielle Poole

Danielle es la astronauta que combina nervio y sensibilidad, directa, mordaz y con una ética de trabajo que aplasta. Tiene un sentido del humor muy seco y una mirada que dice «no me subestimes»; además, le encanta un buen podcast histórico cuando vuela en silencio. A veces se guarda las cosas, otras las suelta como si fueran monedas; contradicciones que la hacen real: solitaria pero leal hasta el hueso. Es valiente en lo evidente y vulnerable en lo pequeño, y eso la vuelve increíblemente humana.

Molly Cobb

Molly es la piloto rebelde que lanza miradas y chistes mientras hace maniobras imposibles; rápida, directa y con un sarcasmo que corta. Es profesional hasta la médula pero colecciona guías de folk (o quizá canciones de carretera, no recuerdo bien), pequeños vicios que la hacen encantadora. Tiene miedo de algunas cosas pequeñitas —sí, la ironía— y eso la vuelve más interesante, porque se enfrenta a lo grande aun sin superar los miedos comunes. Es la mezcla perfecta de riesgo y ternura maldita, la clásica que llega tarde pero con estilo.

Bill Strausser

Bill es el tipo de administrador que sabe jugar el tablero político, pragmático, con sonrisa de póker y muchas agendas en el bolsillo. Le interesa el progreso, las cifras y que todo funcione, pero a veces parece que pone la burocracia por encima de las personas, aunque luego hace gestos inesperadamente humanos. Usa trajes impecables y tiene un tic extraño con los bolígrafos (los amasa, los ordena, quién sabe), pequeños hábitos que lo humanizan. Es competente, ambivalente y, sí, a veces simpático sin querer; el clásico funcionario que no es ni héroe ni villano, solo muy necesario.