Sobre Red Dwarf en pocas palabras:

Red Dwarf es una sitcom de ciencia ficción británica que se emitió por primera vez en 1988 y desde entonces se ha convertido en un clásico de culto. El programa sigue las aventuras del último miembro sobreviviente de la raza humana, Dave Lister, quien está varado tres millones de años en el futuro a bordo de la nave minera Red Dwarf con una tripulación heterogénea de inadaptados, incluyendo al holograma de su compañero de litera fallecido Arnold Rimmer, el vanidoso y obsesionado con la moda Gato, y el androide neurótico Kryten. La serie es conocida por su mezcla de humor agudo, personajes peculiares e historias inventivas que a menudo exploran temas existenciales.

Conoce a los personajes de Red Dwarf

Rimmer

Rimmer es ese tipo insoportable pero fascinante: pedante, cobarde y siempre aferrado a un rango que nadie le reconoce (se toma los títulos en serio, como si fueran camisetas de fútbol). Es un holograma con complejos gigantes y una capacidad casi artística para sabotear su propia vida social, pero ojo, a veces muestra destellos de vulnerabilidad que te agarran desprevenido. Tiene manías raras —colecciona insignias imaginarias, creo— y habla como si el mundo fuera una lista de tareas que él no puede cumplir porque, claro, la vida es una conspiración contra Arnold Judas. Lo amo/lo odio/lo compadezco, depende del capítulo, y siempre hay una frase suya que te queda pegada (o te hace querer arrojar algo).

Lister

Lister es el alma despreocupada del grupo: cuchillo de cocina por delante, curry por detrás y una filosofía de vida que básicamente consiste en «si funciona y no mata a nadie, adelante». Vagabundo entrañable con una pereza épica pero con una intuición sorprendente para arreglar cosas con chicle y cariño; puede parecer tonto pero tiene corazón de oro (y una colección de discos horribles y maravillosos). Le encanta la música, los bocadillos y soñar con volver a la Tierra, aunque a veces ni sabe qué día es —y eso le va perfecto, honestamente. Es el tipo que te hace reír, suspirar y preguntar cómo demonios sobrevive con semejante suerte.

Cat

Cat es puro estilo y ego: anda impecable, se peina más que nadie (es casi un ritual) y vive como si la nave fuera su pasarela privada; vanidoso hasta la médula y, sin embargo, peligrosamente adorable. No le interesan los problemas humanos salvo si afectan su imagen, pero ojo, cuando quiere puede ser protector y bastante astuto (aunque no lo admita, claro). Tiene un sentido del humor raro y movimientos de baile que desafían la gravedad —y la lógica—; a veces parece más una celebridad que una tripulante. Pequeño detalle: odia a Rimmer con pasión pero también disfruta de un buen drama (y de un buen sombrero).

Kryten

Kryten es la mezcla perfecta de criado ultraeducado y filósofo con problema de existencia: ordenado, servicial y con una conciencia que se derrite en teoría pero que en la práctica lucha por ser «humano». Limpia, arregla y moraliza con una dulzura que duele (y con ocasionales explosiones de indignación por cosas sencillas como una taza mal colocada). Le encanta el té, los rompecabezas emocionales y cuestionar la definición de libre albedrío; también colecciona pequeñas recompensas afectivas (aplausos, palabras amables, una sonrisa robada). A veces dice cosas demasiado literales y luego suelta algo sorprendentemente profundo, como si tuviera dos libros en la cabeza al mismo tiempo.