Sobre Stargate: Atlantis en pocas palabras:

Stargate: Atlantis es un spin-off de la popular serie de ciencia ficción Stargate SG-1. El programa sigue a un equipo de personal militar y civil mientras viajan a la ciudad perdida de Atlantis en la galaxia de Pegasus. En el camino, encuentran nuevas civilizaciones, luchan contra poderosos enemigos y descubren los secretos de una antigua y avanzada civilización conocida como los Antiguos. Con una mezcla de acción, aventura y humor, Stargate: Atlantis ofrece una emocionante experiencia para los fans del género.

Conoce a los personajes de Stargate: Atlantis

Lt. Colonel John Sheppard

¡Sheppard es ese tipo que parece que nació con un chaleco antibalas y una sonrisa pícara! Es despreocupado, valiente y siempre listo para meterse en problemas (o sacarte de ellos), pero también tiene momentos extrañamente tiernos que te pillan desprevenido. Le encanta tocar la guitarra malamente en las noches libres y juraría que guarda galletas en lugares rarísimos del Pegasus (o eso dice, no sé si es verdad). Es líder sin pretensiones, a veces contradictorio: le gusta la libertad pero odia que le tomen de la mano; y sí, es increíblemente bueno con un AR-57.

Teyla Emmagan

Teyla es calma y a la vez feroz, como una marea tranquila que de pronto te arrastra; tiene una presencia que impone sin alzar la voz. Protectora de su pueblo, sabia y conectada con la antigua tecnología —y con sentimientos—, a veces aparece como distante pero luego te sorprende con un chiste seco. Le gustan las cosas simples: atesora objetos pequeños de su mundo (una piedra, una cuerda), aunque también colecciona cicatrices de batalla como si fuesen medallas. Tiene un sentido de honor muy fuerte y, confieso, me encanta cuando muestra que es humana y cabezona al mismo tiempo.

Dr. Rodney McKay

¡McKay es un genio insoportable y glorioso, el tipo de persona que te insulta mientras arregla una bomba de 10 km con un clip y un cable de impresora! Orgulloso, egoísta en apariencia y con un ego del tamaño de Atlantis, pero debajo hay inseguridades enormes y un corazón que, sí, late aunque lo niegue. Se emborracha de café, sarcasmo y teorías, y tiene manías ridículas (ordenar todo, hablar en voz alta consigo mismo, llorar en silencio cuando algo sale mal). Admirable en su brillantez, exasperante en lo social, pero imprescindible; si hay una consola que romper, él la arregla… o la reinventa.

Ronon Dex

Ronon es pura supervivencia y furia contenida; literal sobrevivió a lo peor y se nota en su mirada, en su andar y en sus silencios largos. Fuerte, leal hasta la médula, prefieres tenerlo a tu lado en una pelea que en una cena formal (aunque sospecho que sabe preparar algo con fuego y carne, bastante bien). Es de pocas palabras, con un sentido del humor seco que aparece como una rareza pero cuando sale, te partes; a veces tiene costumbres extrañas como llevar algo que nadie más entiende. No es perfecto, tiene rencores y momentos de ternura inesperada, y eso lo hace imposible de olvidar.

Dr. Elizabeth Weir

Weir es la diplomática suprema con un brillo de idealismo que a veces roza la terquedad; escucha, razona y luego te sorprende con una decisión valiente. Tiene el don de mantener la calma en caos absoluto (y sí, probablemente cocina un pastel en medio de una crisis si la ocasión lo pide). Compasiva pero firme, a veces vacila porque siente demasiado por la gente y eso la hace humana —no la debilidad, ojo—. Es la cabeza que no siempre quieres, pero la que necesitas; además tiene una risa que aparece cuando menos te lo esperas y rompe toda tensión.

Dr. Carson Beckett

Carson es ese médico con manos de oro y corazón grande, con un acento que te derrite y una bondad que a veces parece demasiado simple para el universo peligroso en el que vive. Compasivo, competente y sentimental, siempre busca la cura (y si puede tararear una melodía escocesa mientras trabaja, mejor). Tiene principios firmes sobre el valor de la vida y, a veces, un toque de melancolía —extraña historia familiar, amor perdido— que aparece en momentos quietos. Es adorable y frustrante porque siempre intenta ver lo mejor en todos, incluso cuando tú ya no puedes.

Dr. Radek Zelenka

Zelenka es el científico serio, curioso y un poquito gruñón, el contrapunto perfecto a la teatralidad de McKay (y se queja de él sin parar, pero en el fondo hay cariño, ¿eh?). Meticuloso hasta el extremo, con gestos nerviosos y frases en checo que salen sin querer, aporta lógica fría y soluciones brillantes aunque murmure todo el tiempo. Tiene humor seco, un sentido del deber enorme y pequeñas manías —colecciona bolígrafos, creo— que lo hacen entrañable. Es leal, eficiente y ese tipo de persona con la que quieres estar cuando una máquina decide explotar; además, canta en la ducha (o eso se dice).