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Buen Problema: ¿Qué personaje eres?

¿Eres fan de la serie de televisión Good Trouble? ¿Te identificas con alguno de los personajes y te preguntas cuál es el que más se parece a ti? ¡Bueno, no te preguntes más! ¡Realiza nuestro quiz "¿Qué personaje de la serie Good Trouble eres?" para descubrirlo! Responde algunas preguntas y descubre qué personaje te representa mejor. ¿Entonces, qué estás esperando? ¡Desplázate hacia abajo y haz clic en el botón de inicio para comenzar el quiz y descubrir tu resultado!

Bienvenido al cuestionario: Buen Problema: ¿Qué personaje eres?

Sobre Good Trouble en pocas palabras:

Good Trouble es un spin-off de la popular serie de televisión, The Fosters. La serie sigue las vidas de dos hermanas, Callie y Mariana, mientras navegan por sus veinte años en Los Ángeles. En el camino, enfrentan varios desafíos, incluyendo relaciones, aspiraciones profesionales y temas de justicia social. El programa explora temas de familia, identidad y crecimiento personal mientras aborda los problemas sociales actuales. Good Trouble ha ganado un fuerte seguimiento por sus personajes diversos y relacionables y sus historias convincentes.

Conoce a los personajes de Buen Problema

Davia

Davia es esa líder magnética que parece tener un plan para todo, aunque a veces deja post-its por toda la casa y luego se olvida de leerlos (clásico). Tiene una sonrisa contagiosa y una energía que te empuja a hacer cosas locas a medianoche; no te fíes, es mitad organizada, mitad caos creativo. Le encanta la música vieja y guarda mixtapes que nadie le pidió, y también tiene un miedo secreto a equivocarse que la hace insultantemente humana. Ah, y muerde la punta del bolígrafo cuando piensa —no es bonito pero sí revelador—.

Gael

Gael es el artista taciturno que siempre tiene carbón en los dedos y una libreta llena de ideas a medias; serio pero con un humor raro que aparece cuando menos te lo esperas. Ama las bicicletas y las tardes de lluvia, odia las multitudes pero termina en conciertos porque no puede evitarlo, contradicción total. Tiene una paciencia enorme para los procesos creativos, aunque a veces decide cambiar todo de golpe y empezar otra cosa (sí, otro borrador). A veces parece lejano y al segundo siguiente te regala una canción improvisada que te rompe —emocionalmente, sin permiso—.

Malika

Malika quema con intensidad: activista, amiga feroz y con una risa que llena la habitación, pero también la verás hacer muecas dramáticas cuando pierde en juegos tontos (no la provoques). Le encantan las plantas (habla con ellas, no es broma) y colecciona pins con mensajes políticos y frases malas que la hacen reír. Tiene un sentido de la justicia con mucha tinta y tatuajes mentales, y a veces exagera, sí, porque la pasión la consume y la hace maravillosa y complicada a la vez. Ah, y come dulce de leche como si no hubiera mañana —lo vi una vez y todavía lo recuerdo—.

Callie

Callie es la espíritu libre del grupo: patineta, playlists infinitas y una filosofí­a improvisada sobre por qué el desayuno es la mejor comida. Es desordenada hasta niveles épicos pero extremadamente leal, siempre aparece cuando importa (aunque llegue tarde, siempre). Ama las noches de fogata y odia madrugar… salvo cuando tiene una idea buena, entonces se vuelve milagrosamente mañanera. Tiene una risa contagiosa y una extraña costumbre de coleccionar tickets de cine que no recuerda por qué guardó.

Dennis

Dennis es el bromista técnico que arregla cosas con cinta y ternura; tocado por la curiosidad y por una obsesión por los gadgets que raya en lo adorable. Tiene manos de mecánico y alma de poeta técnico, y sí, tiene una taza de café con un sticker que no ha cambiado en años (quizá lo hizo una vez, tal vez no). Le encanta explicar cómo funcionan las cosas hasta que te aburres y aún así lo hace con pasión, y por alguna razón siempre tropieza con las mismas puertas. Es preciso cuando hay que serlo, torpe con los sentimientos, y perfectamente imperfecto.

Evan

Evan parece callado pero tiene un mundo entero en la cabeza; lector empedernido, cuadernos llenos y una sonrisa tímida que sale cuando menos esperas. Es reflexivo, casi filósofo de bolsillo, aunque a veces sorprende con una broma muy mala que justifica con un encogerse de hombros. Si lo invitas a una aventura primero duda, luego va y lo disfruta demasiado, contradictorio, lo sé. Lleva siempre un cuaderno pequeño donde anota frases y recetas de café que nunca coincide hacer igual dos veces.

Isaac

Isaac es el pilar silencioso: serio, protector y con una paciencia que asusta (pero en el buen sentido). Tiene manos grandes que pueden cargar cajas y abrazos enormes; también escribe con letra bonita cosas que nadie se espera. Le encanta hornear pan los domingos y al mismo tiempo tiene una colección de herramientas que haría llorar de orgullo a cualquier ferretero. No habla mucho de sus sentimientos pero cocina canciones en la cabeza, o algo así; es contradictorio y encantador.

Jamie

Jamie es un huracán de estilo y ideas: siempre con algo brillante puesto y una catana de confianza que podría cegar (en el buen sentido). Es un planificador caótico, hace listas que ignora y luego improvisa mejor que nadie; vive por los detalles y por las playlists hechas para cada emoción imaginable. Ama los gatos aunque estornude alrededor de ellos (sí, alergia pero los acaricia igual), y tiene una tendencia a regalar consejos de moda no solicitados. Generoso, directo y un poco dramático, pero en tu vida es la chispa que necesitas.

Alice

Alice es la misteriosa que siempre tiene una historia medio contada y una llave antigua en el bolsillo; elegante, sarcástica y peligrosamente sagaz. Se mueve entre mundos —a veces pinta, otras veces programa— y nadie entiende bien cuándo trabaja o cuándo sueña, ni ella del todo. Olvida fechas importantes pero recuerda detalles minúsculos que nadie notó; tiene esa memoria selectiva que la hace exasperante y fascinante. Esconde cosas bonitas en cajitas (literalmente) y te mira como si supiera más de lo que dice, lo cual probablemente es verdad.

Mariana

Mariana brilla como el sol en lunes gris: organizada hasta la médula, competitiva en juegos de mesa y una chef magistral (esas empanadas, por favor). Controladora, sí, pero con cariño: te planifica la vida para que no te pierdas y a veces te asfixia un poco, lo admite en público y luego lo niega en privado (claro). Le encanta el deporte, tiene cronómetro, y sin embargo teme al agua profunda —contradicciones personales, todos tenemos—. Es la amiga que dirige el viaje y te hace la lista de reproducción perfecta mientras te rescata de tus propios olvidos.