Fleabag: ¿Qué personaje eres?
¿Eres fan de la exitosa serie de televisión Fleabag? ¿Alguna vez te has preguntado qué personaje de la serie te pareces más? ¡Bueno, no te preguntes más! Toma nuestro "Cuestionario de Personajes de la Serie de TV Fleabag" para descubrir qué personaje eres más parecido. Haz clic en el botón "Comenzar" a continuación para comenzar el cuestionario y descubrir tu persona interior de Fleabag.
Sobre Fleabag en pocas palabras:
Fleabag es una serie de televisión británica que sigue la vida de una joven mujer, Fleabag, mientras navega por sus relaciones personales y profesionales en Londres. Creada por y protagonizada por Phoebe Waller-Bridge, la serie explora temas de dolor, familia, sexualidad y salud mental con una mezcla única de humor y drama. La serie ha recibido aclamación crítica por su escritura aguda, actuaciones poderosas y estilo innovador de contar historias.
Conoce a los personajes de Fleabag
Godmother
La Godmother es ese tipo de mujer que parece salida de otra época: elegante, implacable y con una sonrisa que puede ser un abrazo o una cuchillada, dependiendo del día. Siempre da consejos prácticos (y a veces involuntariamente crueles) y también hace té mejor que nadie, pero juraría que odia el té… o al menos sólo finge. Tiene un ojo clínico para lo que necesitas y una paciencia curiosa, aunque de vez en cuando suelta un comentario que te deja en silencio por diez minutos; no es que sea fría, es… eficiente, sí, eso suena menos dramático. Ah, y creo que colecciona tazas con frases malas pero las niega si le preguntas directamente (o eso dijo una vez, cuando estaba ebria).
Bank Manager
El Bank Manager parece la definición en persona de “organizado hasta lo enfermizo”: traje perfecto, agenda y una capacidad sobrenatural para encontrar errores en los números. Por fuera es frío y muy profesional, pero en momentos rarísimos se le escapa una sonrisa como si hubiese memorizado un chiste interno, lo cual es inquietante/perfecto. Alguien le tenía que poner orden al caos económico de la serie, y lo hace con mano firme y una pizca de cinismo; también me niego a creer que no guarda alguna postal vieja en su cajón (no sé por qué lo pienso). Puede ser aburrido en las cenas, pero en el fondo tiene pequeñas rarezas —colecciona bolígrafos o escucha podcasts sobre jardinería a escondidas—, lo juro, lo he imaginado.
Harry
Harry es encantador en el sentido de que sonríe y te hace creer en cosas tontas por dos minutos, pero también tiene esa capa de hombre que se olvida cuando sus prioridades cambian. Es divertido, impulsivo y a veces un poco despreciable (ojo, muchas veces por miedo, no por maldad absoluta), y tiene una energía que te atrapa aunque luego te deje con el corazón en la mano. Creo que pasa mucho tiempo arreglando su pelo y menos tiempo pensando en cómo no romper las cosas; por otro lado, sí, es capaz de sorpresa romántica espontánea, pero también de desaparecer sin explicación. Contradictorio, pero humano, y eso lo hace igual de atractivo que frustrante.
Claire
Claire es como una daga perfumada: impecable, precisa y absolutamente competitiva, pero con un afecto que se nota aunque intente enterrar bajo la organización. Ama el control, las listas y las rutinas (tiene redoble matutino de actividades, lo juro) y sin embargo tiene capítulos de su vida donde improvisa totalmente —y lo oculta, claro—. Puede parecer fría o seca, especialmente con Fleabag, pero cuando muestra cariño lo hace con pequeños gestos muy efectivos (un telegrama de amor que no lo parece, ya sabes). Y sí, probablemente tenga un plan para cada posible desastre, incluso para el drama emocional; a veces eso la hace mecánica, otras veces simplemente admirable.
Martin
Martin es ruidoso, un poco torpe y tiene la necesidad constante de demostrar que es “el tipo bueno”, aunque eso se le vuelva en contra. Es el típico hombre que utiliza anécdotas de fútbol y trabajo para rellenar silencios y, ojo, a veces es gracioso de mala manera; otras veces es directamente insoportable. Tiene gestos grandilocuentes —y un ego del tamaño de su coche— pero debajo hay inseguridad y momentos de honestidad que sorprenden, como si alguien apagara la radio y por un segundo se le viera el alma. También huele a colonia barata y siempre escoge la peor corbata para las ocasiones, pero lo perdonas por un segundo cuando intenta ser… bueno, no sé, útil.
Arsehole Guy
El Arsehole Guy es, básicamente, eso: el tipo que entra en una habitación y roba oxígeno con su arrogancia, pero también tiene una comicidad involuntaria que lo hace casi entrañable (no lo es, pero casi). Es directo, sarcástico y disfruta del ego juego, con comentarios que pican y te hacen querer responder con otra frase punzante; medio villano de comedia, vaya. A veces, y esto es raro, suelta algo sorprendentemente sensible —casi me lo creo— y al minuto siguiente vuelve a ser un desastre absoluto, lo que lo hace impredecible. No es el héroe, ni la persona más moral, pero sí uno de los que más recuerda por lo grosero que puede ser, y por cómo sabe desaparecer cuando conviene.
Boo
Boo es luminosa y trágica a la vez, la amiga que llena la habitación con risa y secretos, que come patatas de bolsa y tiene un plan espontáneo para todo (aunque a veces no tenga dinero ni para el taxi). Tenía una mezcla de valentía y vulnerabilidad que te hacía reír y llorar en el mismo minuto; siento que vivía al límite, con una ternura brutal. Es la clase de persona que hace regalos raros pero perfectos y que odia el sentimentalismo pero vive en minigestos; contradictoria en el mejor sentido. Y, bueno, su presencia es la que deja la marca, la que empuja cambios y también huecos enormes, así que no olvidarás sus chistes ni sus silencios.
The Priest
The Priest es sorprendentemente humano: serio, dulce y con una mirada que intenta ser severa pero falla cuando ríe, y sí, es atractivo en un modo imposible. Está lleno de principios y discursos y a la vez tiene dudas enormes (el conflicto interno es su hobby, tristemente hermoso), así que es como un volcán de buenas intenciones que a veces explota en confesiones torpes. Hace teas horribles y canta himnos mal, pero también escucha como nadie y eso lo vuelve un imán emocional para otros personajes. Y ojo, no es sólo el “cura guapo” de la historia, es una figura que incomoda y reconforta a la vez, lo que lo hace peligroso románticamente hablando.
Fleabag
Fleabag es caos embotellado: sarcástica, brutalmente honesta (con los demás y con ella misma), y con un talento increíble para destruir la atmósfera con un comentario perfecto. Es divertida, hiriente, a veces adorable y otras veces insoportable; vive saltando entre necesidad y autosabotaje, todo con una bolsa de patatas en la mano, probablemente. Rompe la cuarta pared como si contara secretos en un bar y cada confesión te golpea directo al estómago —y sí, también al corazón—; te hace cómplice y te deja culpable de reír. Tiene afectos raros, heridas abiertas y una capacidad feroz para seguir hacia delante, aunque no siempre sepa por qué; y no me malinterpretes, también compra cosas inútiles y no es buena con plantas.

Max es un absoluto entusiasta de la cultura pop. Bien conocido por su extenso conocimiento de la televisión, el cine y la trivia, puede recitar rápidamente frases famosas y escenas destacadas de innumerables programas. Los ingeniosos y entretenidos cuestionarios de Max suelen mostrar su agudo sentido del humor y su atención al detalle. Max está comprometido con el diseño de pruebas que ayudan a las personas a conectar con sus historias favoritas, ya sea revelando rasgos ocultos de la personalidad o haciéndote reír.