Sobre Hart of Dixie en pocas palabras:

«Hart of Dixie» es una serie de televisión estadounidense de comedia-drama que se emitió en The CW desde 2011 hasta 2015. El programa sigue a la Dra. Zoe Hart, una talentosa médica de la ciudad de Nueva York que se muda a un pequeño pueblo en Alabama para trabajar como médico general. La serie explora las altas y bajas de la nueva vida de Zoe en el encantador y peculiar pueblo de Bluebell, donde interactúa con un elenco de personajes coloridos, incluyendo al atractivo chico malo Wade Kinsella y el alcalde de la ciudad Lavon Hayes. Con su encanto de pueblo pequeño, hospitalidad sureña y personajes encantadores, «Hart of Dixie» rápidamente se convirtió en favorita de los fans y capturó los corazones de la audiencia.

Conoce a los personajes de Hart of Dixie

Wade Kinsella

Wade es ese tipo irresistible que siempre tiene una broma lista y una cerveza fría, pero en el fondo es sorprendentemente sentimental (sí, lo sé, suena contradictorio). Es el amigo leal que jura no querer atarse a nadie y luego se queda hasta tarde arreglando el porche de quien lo necesita. Tiene manos de carpintero y un corazón blando, y a veces parece que vive en sandalias incluso en invierno —no pregunto por qué, es un misterio—. Ama las bromas pesadas, las motos y traiciona su propio lema de “no compromiso” cuando la cosa se pone real.

Lemon Breeland

Lemon es la definición ambulante de “southern belle” con un filo: impecable, controladora y extrañamente vulnerable cuando nadie la mira. Se preocupa por la etiqueta y por los eventos comunitarios como si fueran su religión, pero también estalla en decisiones impulsivas (¡sí, pastelazos y ceremonias sorpresa!). Es una mezcla de reina del té y estratega emocional: organiza bodas como si planeara una campaña, pero llorará en la cocina a las tres de la mañana por algo ridículo y hermoso. Le encanta el rosa, odia el desorden, y aún así guarda notas desordenadas llenas de verdades que nunca admitiría en público.

Lavon Hayes

Lavon es el alcalde con estilo de estrella de jazz y el alma maternal del pueblo; sabe cuándo poner orden y cuándo hacer un chiste para suavizarlo todo. Tiene ese porte elegante y una risa que te hace confiar instantáneamente, pero ojo, no es un santo: maneja secretos y políticas como si fueran partituras de piano (dramático, sí, pero efectivo). Le gustan los trajes impecables y las bromas tontas, y por alguna razón colecciona corbatas y libros antiguos en cantidades sospechosas. Es paternal y coqueto al mismo tiempo, un tipo que diría “te lo advertí” y luego te enviaría galletas caseras para compensar.

Dr. Zoe Hart

Zoe es la chica de ciudad convertida en doctora de pueblo que no deja de sorprender por su energía y su torpeza adorable en rituales sureños. Es brillante, empeñosa y a veces demasiado directa (la tactician honesty que choca con los modales de Bluebell), pero tiene un corazón enorme y una ética profesional que te deja sin excusas. Llora de emoción con una taza de café y se encuentra sin saber qué hacer con tanta comida casera que le dan los vecinos; también tiene un closet sorprendentemente ecléctico para alguien que dice “soy práctica”. A veces parece segura y luego de pronto duda de todo; la montaña rusa emocional es parte del encanto (y del drama, claro).

Dr. Brick Breeland

Brick es el típico tipo callado, duro en el exterior y tierno por dentro, con una boca que grita groserías y manos que salvan vidas. Es cirujano, seriamente competente, pero básicamente un ermitaño social que se derrite por animales pequeños y niños ruidosos (sí, lo verías escondiendo galletas en el bolsillo). Odia que le llamen sentimental pero guarda cartas viejas en un cajón; además, tiene unos hábitos raros —colecciona cosas minúsculas o escribe ideas de poesía que nadie ha leído—. Se muestra frío, pero a la mínima demuestra que su lealtad es inquebrantable y, sorpresa, a veces cocina mejor de lo que admite.

George Tucker

George es el amigo bonachón y el consigliere no oficial del pueblo: relajado, sarcástico y con una paciencia que sorprende (aunque a veces también explota, como todos). Tiene esa calma de quien ha visto de todo y entiende la vida con un cinismo dulce: bromas secas, consejos en el momento justo y una mano siempre dispuesta a ayudar. Es deportista y amante de la música (tocó en alguna banda, creo), pero también es terriblemente sentimental con ciertas canciones y recuerdos; y, por supuesto, no admite que tiene una playlist de baladas empalagosas. La mezcla perfecta entre camarero filósofo y amigo que te da cerveza y sermón en la misma frase.