Sobre After Life en pocas palabras:

After Life es una serie de televisión británica de comedia y drama oscuro creada, dirigida y producida por Ricky Gervais. La serie sigue a Tony, un hombre que lucha por aceptar la reciente muerte de su esposa y decide desahogar su ira con el mundo diciendo y haciendo lo que quiere. Mientras navega por el dolor, Tony comienza a darse cuenta de que sus acciones están afectando a quienes lo rodean y comienza a reconsiderar su enfoque de la vida.

Conoce a los personajes de After Life

Tony Johnson

Tony es un tipo gruñón que secretamente te desarma con una mirada. Sarcástico hasta la médula, hace chistes negros como si fuera un deporte (y sí, a veces se ríe demasiado de sus propias bromas), pero por debajo hay una ternura que no sabe cómo poner en palabras. Vive en modo supervivencia después de la pérdida, se enfada con el mundo pero también lo observa con una curiosidad extraña, casi científica; es dulce a su manera desordenada. A veces parece que odia las flores y al instante luego las riega con devoción — no sé, cosas así — y tiene una taza favorita que rompe y no quiere tirar, claro.

Matt Braden

Matt viene como el joven que quiere hacer lo correcto y a veces se mete en líos porque es un poco ingenuo, pero con buen corazón. Es ese tipo de persona que te abre la puerta y te ayuda a montar un mueble aunque no tenga ni idea de instrucciones; muy leal y torpe (adoro eso). Tiene principios, se enfada cuando ve injusticia, y luego se siente culpable por haberse enfadado; un ciclo. Ah, y creo que tiene una colección de camisetas horribles que dice no usar pero secretamente ama — típica contradicción.

Lenny

Lenny es el optimista del pueblo, el amigo que siempre aparece con una historia increíble y una lata de cerveza barata, aunque a veces no recuerde detalles (o los invente, quién sabe). Es cariñoso, directo, y un poco entrometido, siempre dispuesto a lanzarse a la aventura o al drama, según el día. Tiene un corazón enorme y dice cosas horriblemente honestas que te hacen reír y llorar al mismo tiempo. También canta en el karaoke (mal y con orgullo) y jura que antes fue pescador, o ¿era electricista? — detalles, detalles.

Kath

Kath es la roca silenciosa, la mujer práctica que te cocina cuando estás demasiado roto para pedir comida. Firme pero con una suavidad que aparece en gestos pequeñísimos: hablar bajito, prestar una manta, guardar tu taza. A veces es ferozmente realista y otras es casi maternal, depende del humor y de si ha tomado café — lo digo en serio, el café la transforma. Tiene reglas, pocas palabras, y un sentido del humor seco que pega cuando menos te lo esperas; también colecciona servilletas con recetas escritas a mano (sí, un poco casera).

Lisa Johnson

Lisa, la presencia que lo cambia todo aunque no esté, es amor puro con un punto de ironía; siempre cálida, siempre honesta. Se la imagina sonriendo por cosas tontas, haciendo mermeladas raras y dejando notas que uno encuentra años después y llora, claro. Era creativa y práctica a la vez — pintaba cuadros y planificaba las comidas, contradicción maravillosa — y su risa era contagiosa (seguro que te robaba el mal humor). Hay algo de heroína cotidiana en ella: no necesita salvar el mundo, solo a su familia, y lo hacía con una mezcla de paciencia y cerebro.

Emma

Emma es la energía joven y optimista que no entiende muy bien la gravedad de las cosas pero lo intenta con todas sus fuerzas. Simpática, directa, con una candidez adorable y, a veces, una valentía que te sorprende porque no va con su talla — buen corazón. Le gustan las manualidades baratas (pegamento, muchísimas pegatinas) y se planta frente a la tristeza de maneras inesperadas: con chistes malos o una torta. Confusa en momentos, resistente en otros; a veces parece que no se da cuenta de su poder para animar una habitación, y eso es lo mejor.

Brandy the Dog

Brandy es la razón por la que muchas lágrimas se transforman en sonrisas — un paquetito de pelo que es a la vez invasivo y santo. Es tierna, insistente, roba calcetines como si fuera un deporte olímpico y luego se sienta sobre ellos para guardarlos (¿por qué?). Tiene la habilidad mágica de aparecer justo cuando alguien necesita una nariz fría en la mano, y se cree estratega (planea robos de bocadillos, claramente). A veces finge indiferencia, otras veces duerme encima de tu cara — contradicciones caninas que si no lloras, ríes.