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¿ qué personaje de ‘Boots’ eres?

Estás a punto de sumergirte en el mundo sudoroso, caótico y a veces dolorosamente hermoso del campamento de entrenamiento militar. Este cuestionario es tu pase detrás del escenario para conocer a las almas que luchan por su lugar en un mundo que no fue hecho para ellas. ¿Qué recluta—o líder—se asemeja a tus instintos, tus cicatrices, tu fuego? Descubramos quién serías si estuvieras en esos uniformes.

Bienvenido al cuestionario: ¿ qué personaje de Boots eres?

Sobre Boots en pocas palabras:

«Boots» es una dramedía de Netflix de 2025 sobre un adolescente en el armario, Cameron Cope, que se alista impulsivamente en el Cuerpo de Marines de los EE. UU. a principios de los años 90, una época en la que ser gay en el ejército aún era un tabú. En el campo de entrenamiento, es llevado a sus límites físicos y emocionales, rodeado de reclutas endurecidos y oficiales al mando. El programa combina humor, dolor, verdades difíciles y amistades sorprendentes mientras Cameron descubre quién es realmente.

Conoce a los personajes de Boots

Cameron Cope

Cameron es ese tipo que parece siempre a punto de resolver algo grande y luego se distrae con un detalle diminuto, jaja, es adorable. Ingenioso, terco y con una paciencia que sorprende —aunque a veces explota como un globo—, súper leal a su gente. Tiene mil ideas al mismo tiempo y casi todas funcionan, o al menos lo parecen hasta que no; en resumen: cerebro activado 24/7 y humor extraño. Ah, y siempre tiene un termo que dice «no molestar», pero luego habla con todo el mundo en el café; no es consistente, lo sabemos, pero por eso lo quieres.

Capt. Fajardo

El capitán Fajardo manda con esa mirada de «no me hagas perder el tiempo» pero en el fondo se preocupa mucho, mucho más de lo que aparenta. Es firme, profesional y a veces demasiado riguroso, aunque tiene esa costumbre rara de coleccionar llaveros de ciudades que nunca visitó —sí, lo sé, extraño—. Autoridad natural, pero también tiene manías pequeñas: ordena su escritorio por colores y memoriza chistes malos para romper la tensión (que cuenta muy mal, pero lo intenta). Tiene esas contradicciones que lo hacen humano: estricto en el deber, blando con la gente que le importa.

John Bowman

John es el compañero que te cubre la espalda sin hacer drama; tranquilo, práctico y con una sonrisa que no sabes si es genuina o cansada, y ambas cosas funcionan. Conoce cada atajo, cada regla no escrita y además es el dueño de una colección de parches viejos que muestra como si fueran trofeos de guerra; pequeño detalle: siempre pierde las llaves. Es el tipo de persona que ríe de sus propios chistes y te ayuda a cargar cosas a las tres de la mañana, sin pedir nada a cambio. A veces parece simple, pero tiene capas, y cuando hablan de lealtad él firma con tinta invisible (metafóricamente, o quizá literal, quién sabe).

Staff Sgt. McKinnon

La sargento McKinnon es estricta, meticulosa y absolutamente implacable cuando algo tiene que salir perfecto; no se anda con rodeos, punto. Tiene un lado sorprendentemente paternal —o maternal—: te regaña como si fuera la abuela que te quiere disciplinar para que sobrevivas, y luego te trae sopa; sí, sopa, no sé por qué, pero lo hace. Obsesionada con el orden y con un sentido del deber que da miedo a veces, pero también colecciona origamis hechos con mapas (sí, origami con mapas, eso lo encontré raro y genial). No tolera la incompetencia pero perdona errores si detecta esfuerzo real, y ahí se vuelve casi blanda—en secreto, claro.

Nash

Nash es el enigma envuelto en una chaqueta que parece tener más bolsillos que sentido práctico, silencioso pero con ojos que lo dicen todo; un observador feroz. Sabe más de lo que dice y aparece cuando menos lo esperas, como si supiera exactamente cuándo hacer la jugada decisiva; misterioso y un poco teatral, en el buen sentido. Tiene gustos excéntricos: colecciona mapas antiguos y a veces lleva una piedra que dice que «trae suerte», aunque nadie lo cree del todo; él sí. Pocas risas, pocas palabras, muchas decisiones inteligentes en momentos clave —y luego se va caminando como si no pasara nada, típico Nash.