Sobre How I Met Your Father en pocas palabras:

Cómo conocí a tu padre es una serie derivada de la popular sitcom Cómo conocí a tu madre. El programa sigue a Sophie, una joven que le cuenta a su hijo la historia de cómo conoció a su padre. Ambientada en un futuro cercano, la serie explora el amor, la amistad y los altibajos de navegar la adultez en los años 2020. Con un elenco talentoso, que incluye a Hilary Duff y Chris Lowell, HIMYF promete ser un viaje divertido y conmovedor.

Conoce a los personajes de Cómo conocí a tu madre

Sophie

Sophie es esa amiga que entra en una habitación y de repente todos hablan más fuerte, como si su energía tuviera volumen propio. Es cariñosa pero también un poco tajante cuando la situación lo pide, y a veces se arrepiente al segundo siguiente —oye, humana—. Le encanta planear todo con listas interminables (sí, tiene listas), pero luego se olvida del bolígrafo y admite que improvisar también le sale bien, en serio. Tiene pequeños tics raros, como coleccionar tazas que nunca usa; no sé por qué, pero mola.

Valentina

Valentina es fuego y terciopelo, tipo apasionada y elegante al mismo tiempo, aunque a veces parece más caos organizado, ¿lo notan? Es súper leal a su gente, y a la vez guarda secretos como si fueran post-its bajo el colchón —no siempre tiene sentido, pero funciona—. Le encanta el drama (no voy a mentir), pero también hace chistes horribles a las 3 a.m. que te hacen reír y llorar a la vez. Tiene un montón de contradicciones bonitas: ama la estabilidad y colecciona pasados improvisados.

Charlie

Charlie es el amigo que intenta ser responsable y termina siendo adorablemente torpe; no es que sea despistado, es que vive en otra frecuencia, creo. Tiene un sentido del humor seco que te atrapa y luego, cuando menos lo esperas, muestra una ternura que te pega en el pecho. Workaholic con corazón, intenta planear su vida pero se sueña despierto y cambia de idea, lo cual es entretenido. Tiene una planta que cultiva como si fuera su hijo y a la vez se olvida de regarla, misterios de la vida.

Jesse

Jesse es el típico tipo carismático que parece salido de una película, pero con un toque de desorden adorable; sabe bailar ridículamente bien y lleva camisetas memorables. Es romántico sin ser empalagoso y es increíblemente protector (a veces demasiado, según algunos). Tiene una sensibilidad que te destraba, y además colecciona viejas entradas de conciertos —sí, de esas que nadie guarda—. A veces se contradice: dice que odia la rutina y al mismo tiempo tiene una playlist para cada día de la semana.

Ellen

Ellen es la amiga que todos querríamos en las mudanzas y en las vergüenzas públicas, súper práctica pero con una vena de poeticismo inesperado. Habla claro, a veces con un sarcasmo que corta, pero también es la primera en aparecer con sopa cuando te rompes el corazón. Es organizada hasta el punto de tener una carpeta con etiquetas (no es broma), y sin embargo, su escritorio siempre parece un campo de batalla creativo. Le encantan las corbatas raras y las novelas de los años 50; no encaja y por eso brilla.

Sid

Sid es esa mezcla entre filósofo de bar y amigo leal que siempre te escucha como si fueras única, y probablemente está comiendo papas ahora mismo. Tiene teorías para todo —sí, para todo— y algunas son muy buenas y otras son claramente inventadas en el momento, pero se las cree y eso es lo bonito. Es tonto en el mejor sentido, se tropieza con su propia confianza a veces, pero levanta a todos con chistes malos. Guarda cartas viejas en una caja que dice “por si acaso” y lloraría con una peli de niños; no hay nada más auténtico.

Hannah

Hannah es la voz sensible del grupo, llena de empatía pero con una coraza que no siempre deja ver lo frágil que es. Tiene opiniones fuertes y, ojo, no tiene miedo de discutirlas; es inteligente y un poco sarcástica cuando está cansada. Ama las pequeñas rutinas y al mismo tiempo planea escapadas espontáneas —es una contradicción deliciosa—. Tiene un cuaderno en el que escribe las cosas que olvida decir y a veces te lo muestra como si fuera un tesoro secreto.

Ian

Ian es mitad intelectual distraído, mitad amigo fiel que da los mejores consejos a las 2 a.m., no falla. Tiene un humor seco que a veces nadie entiende hasta que se ríen diez minutos después; es como la risa retrasada. Le encantan las curiosidades históricas y colecciona postales de ciudades que no visitó pero prometió ir; no sé por qué eso me parece perfecto. Aparentemente serio, pero baila raro cuando nadie mira —confía en mí en eso—.

Drew

Drew es el encanto personificado con un toque de desastre romántico, siempre con una sonrisa que complica todo (y lo complica bien). Es espontáneo, leal y dramático en dosis justas; tiene mil historias que son parcialmente verdad y parcialmente “bueno, quizá exageré un poco”. Ama cocinar y también quemar cosas, lo que es una combinación peligrosa pero fascinante. Tiene una risa contagiosa y colecciona pequeñas victorias, tipo conseguir la última entrada para un show; esas cosas le hacen el día.