Sobre Hacks en pocas palabras:

Hacks es una popular serie de televisión de comedia y drama estadounidense que se estrenó en HBO Max en 2021. La serie está protagonizada por Jean Smart como Deborah Vance, una veterana comediante en Las Vegas que lucha por mantener su acto fresco, y Hannah Einbinder como Ava, una joven escritora de comedia contratada para renovar el material de Deborah. A medida que las dos mujeres chocan y colaboran, desarrollan una relación complicada y matizada que explora temas de edad, género y dinámicas de poder en la industria del entretenimiento. La serie ha sido elogiada por su escritura aguda, actuaciones convincentes y comentarios oportunos sobre el mundo de la comedia.

Conoce a los personajes de Hacks

Deborah Vance

¡Deborah es la jefa absoluta, la reina del sarcasmo y del escenario, y tiene un radar interno para saber cuándo alguien está mintiendo (o fingiendo). Dura como una roca pero con un rincón blando que aparece en momentos raros y ridículamente hermosos — no te lo esperas y ahí está, llorando por una comedia mala o por su coche favorito. Ama el control, los zapatos caros y las venganzas sofisticadas, aunque a veces actúa como si odiara cualquier cambio y a los cinco minutos está comprando un avión (no estoy exagerando… tal vez sí). Tiene frases que se quedan en la cabeza y un gusto por la teatralidad, pero también recoge cosas pequeñas en el camerino como si fueran tesoros; contradicciones deliciosas, siempre.

Ava

Ava es una bola de nervios creativa: incisiva, mordaz y con una ambición que casi duele, pero a la vez se hunde en dudas como si fuera un talento propio. Es brillante escribiendo, brutalmente honesta y con una habilidad para sobrevivir socialmente que flipas (a veces parece fría, a veces herida, depende del día y de la cerveza). Tiene un lado autodestructivo que aparece en los peores momentos, y sin embargo cuida con mimo a quienes le importan — rara mezcla, lo sé, casi injusta. También colecciona bolígrafos rotos por costumbre y jura que nunca volverá a ligar con productores, y luego… bueno, ya ves.

Marcus

Marcus parece el tipo organizado y eficiente que agradeces en tu vida laboral, pero es un desastre adorable en lo personal (sí, guarda listas y al mismo tiempo pierde el paraguas todos los inviernos). Le sale la lealtad como si fuera un talento natural: protector, con sarcasmo fino y una puntualidad que intimida; pero de vez en cuando se cansa y te suelta un comentario que te parte el alma — en el buen sentido. Tiene sueños propios que no siempre muestra, y cuando los deja ver te sorprenden porque son más grandes y raros de lo que imaginabas. Y ojo, puede pasar de ser el «ayudante» discreto a soltar una broma que te deja riendo en seco, sin avisar.

Marty

Marty es la maquinaria del negocio, rápido, listo para negociar y con una sonrisa que a veces es más herramienta que afecto, pero ojo, también puede ser sorprendentemente sentimental (sí, en secretito). Vive en la frontera entre el glamour y lo práctico: ama las cifras, los contratos y una buena anécdota para cerrar un trato, pero también colecciona historias antiguas como si fueran joyas. Tiene un ego grande, se cuida mucho y al mismo tiempo adora presumir de ser “el buen tipo” — lo cual no siempre es mentira, sólo complicado. Y siempre huele a colonia cara; no sé por qué lo menciono, pero lo hace todo más Marty.

Josefina

Josefina es la roca silenciosa que sostiene muchas cosas, práctica hasta el hueso, eficiente y con una paciencia que se confunde con sabiduría ancestral (la típica persona que no necesita hablar para que la escuchen). Es maternal pero con límites clarísimos; no es ni una niñera sentimental, es alguien que pone orden y corazón en igual medida. Tiene pequeños rituales domésticos que la hacen humana — tararea cuando trabaja, guarda notas en lugares rarísimos — y a veces su mirada lo dice todo sin un solo comentario. Contradictoria en lo mínimo: estricta con la puntualidad pero que se olvida de su propio cumpleaños, por ejemplo, y nadie entiende cómo.

Kiki

Kiki es ese faro de calma entre el caos: cariñosa, práctica y con una paciencia que a veces raya en estoicismo, pero ojo, no es aburrida para nada; tiene un humor seco y afilado. Apoya como si fuera su vocación, pero también exige honestidad brutal — no vas a colarte con excusas frente a Kiki, eso te lo aseguro. Lleva una vida modesta y estable que contrasta con el drama alrededor, y de repente te suelta una idea maravillosa que nadie esperaba; la creatividad en modo sorpresa. Pequeño detalle: colecciona postales que le regalan en bares y jura que sabe arreglar cualquier grifo (a veces funciona, a veces no).

DJ

DJ es la simpática alma del día a día: práctico, con sentido del humor sencillo y la paciencia de quien ha visto de todo en la carretera (o en la vida). Tiene anécdotas como si fueran monedas y te las entrega con una sonrisa, además de una lealtad casi tangible hacia quienes cuida; es el tipo que te lleva a casa y te hace té cuando estás roto. A veces habla como si fuera un filósofo de barrio y otras veces rompe las reglas con una broma infantil; es impredecible pero fiable, combinación rara y encantadora. Ah, y canta en el coche, vergonzosamente, pero lo hace con orgullo — eso te lo juro.

Damien

Damien tiene esa vibra de creativo mordaz que quiere ser moderno y sensible a la vez, a menudo demasiado autocrítico y siempre con teorías sobre cómo mejorar todo (y luego se contradice). Es inteligente, un poco neurótico y bastante teatral en sus reacciones, pero también tiene momentos genuinos de ternura que te pillan desprevenido. Le gusta la estética, coleccionar vinilos raros y hablar sobre la cultura pop como si fuera una religión menor; a veces parece más preocupado por cómo se ve eso que por el fondo, y otras veces se mete hasta el alma en un proyecto. Pequeña rareza: alterna entre ser exageradamente generoso y luego contarte un cálculo exacto del dinero gastado en café el mes pasado — humano, imperfecto, muy Damien.