Sobre Mighty Ducks: Game Changers en pocas palabras:

Mighty Ducks: Game Changers es una serie de comedia dramática deportiva creada por Steven Brill, Josh Goldsmith y Cathy Yuspa. Es un spin-off de la franquicia de películas de los años 90 The Mighty Ducks y sigue a una nueva generación de jóvenes jugadores de hockey que forman su propio equipo después de ser expulsados de la elite organización de Mighty Ducks. La serie se estrenó en Disney+ en marzo de 2021 y ha recibido críticas positivas por su mezcla de corazón, humor y nostalgia.

Conoce a los personajes de Mighty Ducks: Game Changers

Evan Marrow

Evan es ese líder imparable que siempre tiene una idea medio loca pero que, sorpresa, muchas veces funciona. Tiene corazón de oro, no para de hablar y a veces no se da cuenta de que habla demasiado, pero eh, ¡es parte del encanto! Se nota que vive por el juego y por sus amigos, aunque también colecciona cosas raras (pucks autografiados y stickers, o era al revés?). A veces parece un mini entrenador y otras veces un niño que solo quiere que todo sea justo; contradictorio y adorable.

Alex Marrow

Alex es la mamá que intenta mantener todo en orden y falla gloriosamente cuando el hockey trae el caos; abogada, organizada y con una paciencia que viene y va. Es fuerte, protectora y secretamente le encanta meterse en la estrategia de equipo aunque diga que no tiene tiempo. Puede sonar dura cuando hace falta pero siempre termina con una broma mala que nadie pidió; también es probable que tenga una planta que olvida regar. Tiene un sentido de justicia muy claro y, sí, a veces pierde los papeles y ríe de cosas que asusta a los demás.

Gordon Bombay

Gordon sigue siendo ese entrenador clásico: gruñón, lleno de historias raras y capaz de sacar la mejor versión de cualquiera con una mirada intensa. Es nostálgico hasta lo ridículo, repitiendo anécdotas que quizá no siempre fueron exactamente así (o eso dice él). Tiene corazón enorme y un sentido del humor medio torpe, como alguien que intenta dar la lección perfecta y termina bailando en el vestuario; lo verías llorar, sí, muchas veces. Entre consejos motivacionales y sarcasmo, es el pegamento extraño que mantiene al grupo unido.

Nick

Nick es ese amigo simpático que tira chistes incluso en los peores momentos, y sorprende porque cuando tiene que ser serio, es increíblemente sólido. Le encanta el juego bonito, no tanto la disciplina, y a veces llega tarde pero trae snacks o una idea brillante, así que todo perdonado. Tiene un rollo despreocupado pero cuida a sus compañeros como si fueran su familia escogida, ¡aunque no admita cursilerías! Ah, y es un poco torpe con las redes sociales; postea cosas raras a las tres de la mañana.

Maya

Maya es pura intensidad y determinación, se planta en la defensa como si fuera una pared y no pide permiso para hacer lo que hay que hacer. Tiene un corazón blando solo para quienes se ganan su confianza, y envía mensajes con gifs que nadie comprende (pero son épicos). Le molesta la injusticia y lucha con todo, aunque a veces se pasa un poco y luego se disculpa en privado con una sonrisa torpe. A veces parece seria como piedra y al rato te pone una canción pegajosa en el bus; contradicciones adorables.

Sofi

Sofi parece tímida al principio pero en la pista se transforma en una pequeña huracán técnico, con movimientos que nadie vio venir. Le encanta la tecnología y lleva una libreta (sí, de papel) con diagramas de jugadas, y también colecciona calcetines que no coinciden a propósito. Es dulce, un poco sarcástica y sorprendentemente directa cuando hay que decir la verdad; no tolera las excusas. A veces juega como si tuviera 100 años de experiencia y otras como si acabara de aprender ayer, lo cual la hace impredecible y genial.

Lauren

Lauren tiene esa calma glacial que intimida, pero en realidad se preocupa por todo (y por todos) hasta el extremo. Es capaz de hacer la jugada correcta sin dramatismos y, sí, tiene una mirada que derriba a cualquiera en el momento justo; también colecciona llaveros, no sé por qué. Habla poco pero cuando lo hace, la gente escucha; después vuelve a su modo misterio y nadie entiende si es sarcasmo o sinceridad. A veces parece insoportablemente fría y un segundo después manda memes a todo el grupo, contradicción confirmada.

Logan

Logan es velocidad pura y risas absurdas, el tipo que hace una maniobra ridícula y luego te explica el plan como si fuera ciencia militar. Es un poco desastre con las reglas (tiende a inventarse las suyas) pero cuando el equipo lo necesita, aparece como un cohete. Le encanta competir y también comer cereal a la vez, una habilidad que no sabías que existía hasta verlo en acción. Tiene un ego divertido, pero lo usa para motivar, no para molestar —bueno, la mayoría de las veces—.

Sam

Sam es el alma empática del grupo: tranquilo, atento y con una paciencia que convierte problemas en soluciones paso a paso. No es de llamar la atención pero cuando habla se nota que pensó mucho lo que va a decir; y a veces se suelta con un comentario que te hace reír hasta llorar. Tiene hobbies inesperados (colecciona imanes, o era música antigua?), y su calma puede ser un refugio para los demás. A veces parece demasiado serio y luego hace un baile tonto en el vestuario, porque claro, por qué no.

Koob

Koob tiene un nombre que ya es un pequeño misterio y una energía que no se explica: rápido, ingenioso y con una sonrisa de “no te confíes”. Es como el comodín: aparece cuando nadie lo espera y cambia el rumbo del juego con una jugada rara pero perfecta. Guarda secretos y chistes que solo él entiende, y a veces habla como si llevara años en el equipo, aunque tenga cara de recién llegado. Es impredecible, genial, y probablemente tenga un amuleto raro en el bolsillo (o no), who knows.

Coach T.

Coach T. es el entrenador rival que te hace apretar los dientes: serio, estratégico y con una voz que sugiere que nunca perdió un partido (o eso cuenta él). Es competitivo al extremo, del tipo que analiza hasta el color de las medias, pero también tiene un lado humano que aparece en momentos raros y poco fotogénicos. Da órdenes firmes, recibe quejas peores y aún así se preocupa por la formación de los chicos, aunque lo diga con un gruñido eterno. A veces parece villano de película y otras un mentor malhumorado; definitivamente alguien a quien respetar (y, sí, a veces molestar).