Sobre Sexify en pocas palabras:

Sexify es una serie de televisión de comedia y drama polaca disponible en Netflix. El programa gira en torno a la historia de un grupo de amigos que desarrollan una aplicación que ayuda a las mujeres a lograr mejores orgasmos. A través de su viaje de creación de esta aplicación, descubren las complejidades del sexo, el amor, la amistad y el crecimiento personal. La serie se estrenó en abril de 2021 y ha ganado popularidad entre los espectadores por su enfoque fresco sobre un tema tabú.

Conoce a los personajes de Sexify

Natalia

Natalia es la mente brillante y algo torpe del grupo, la que siempre tiene una idea loca que, sorpresa, funciona la mayoría de las veces. Introvertida pero intensa, pasa de sonreír tímidamente a sermonear sobre datos en segundos —adorable e intimidante al mismo tiempo—. Le encanta organizar notas y tiene un altar secreto de pegatinas en el portátil (no se lo digas a nadie), y muy probablemente tenga cien listas en el teléfono con títulos poco serios. A veces parece fría porque piensa mucho, pero en realidad guarda playlists sentimentales que escucha a escondidas cuando se cae en la cama a las tres de la mañana.

Paulina

Paulina es la chispa del grupo: directa, audaz y con un sarcasmo que te hace reír aunque te reviente un poco. Social hasta decir basta, organiza las salidas, maneja los dramas y sabe cómo dar el empujón que hace falta —sí, a veces manipula, pero con estilo y para el bien mayor, o eso dice ella—. Le fascina la moda, los filtros perfectos y una copa de vino en la mano; llora con películas melodramáticas y se enfada por tonterías, en ciclos muy intensos. Tiene una ternura escondida que sale cuando menos la esperas (y también colecciona camisetas de conciertos que no recuerda haber ido).

Monika

Monika es la creativa desbordada, la que pinta fuera de las líneas y a quien le salen ideas como chispas. Inventora de nombres ridículos para proyectos y fan de las listas de tareas que nunca termina pero que siempre le sirven de inspiración; a veces parece despistada porque pierde el móvil tres veces al día (o lo deja en el congelador, lo juro). Es el pegamento emocional cuando el grupo se tambalea, la voz sensata que aparece entre risas y exabruptos. Y sí, ostenta un gusto inexplicable por los imanes de nevera y los podcasts de true crime, contradicciones incluidas.