Sobre Ted Lasso en pocas palabras:

Ted Lasso es una serie de comedia conmovedora que sigue el viaje de un entrenador de fútbol americano estadounidense, Ted Lasso, quien es contratado para dirigir un equipo de fútbol británico en dificultades. A pesar de su falta de experiencia en el deporte, Ted aporta su optimismo inquebrantable y su actitud positiva al equipo, inspirando a sus jugadores y colegas por igual. Con un elenco de personajes adorables, humor ingenioso y temas edificantes, Ted Lasso se ha convertido en un favorito de los fans y uno de los programas más populares en la televisión hoy en día.

Conoce a los personajes de Ted Lasso

Ted Lasso

Ted es puro optimismo con bigote y una caja de galletas siempre a mano, un entrenador que cree en la gente hasta que se les cae la camisa de la emoción (o eso dice él). Habla con metáforas raras, hace preguntas tontas que suenan profundas y te obliga a sonreír aunque no quieras; es un poco ingenuo pero peligrosamente sabio a su manera. Tiene manías adorables —hace té como si fuera un ritual sagrado— y también noches largas donde se le vienen mil dudas, así que no todo es luz de colores, ojo. En resumen: calidad humana en estado puro, y probablemente te haría un sándwich a las tres de la mañana si se lo pidieras.

Rebecca Welton

Rebecca parece elegante, fría y calculadora, pero debajo hay una vulnerabilidad que sale por los rincones cuando menos te lo esperas (y sí, a veces llora viendo comedias románticas, lo juro). Es la dueña que aprendió a disfrazar su rabia con clase, se remanga y pelea por lo que quiere sin perder el estilo; también colecciona cosas raras, creo que tiene una taza con una frase motivadora que no usa nunca. Tiene un arco de redención que se siente muy real porque es messy y contradictoria: puede ser rencorosa y luego la persona más generosa del lugar en un mismo capítulo. En fin, una mujer compleja con gusto impecable y corazón a prueba de balas (bueno, casi).

Coach Beard

Beard es ese tipo silencioso y críptico que te desconcierta y te fascina al mismo tiempo; serio, sarcástico y con una barba que tiene vida propia. Habla poco pero cuando habla suelta perlas que nadie vio venir, y vive en una especie de neblina intelectual —o está solo distraído, nunca sabes—. Tiene hobbies extraños, desde leer libros que nadie conoce hasta cocinar platos ultrasecreto que no comparte; además, parece frío pero en realidad cuida a la gente con gestos pequeños que son gigantes. Es el complemento perfecto de Ted y el que, si pudiera, te escribiría un haiku sobre la defensa del equipo.

Higgins

Higgins es la mezcla perfecta entre funcionario británico y consejero de vida: formal, atento y con una agenda para todo (y sí, posiblemente tiene un bolígrafo favorito que trata como a un amuleto). Parece siempre tranquilo, ofrece té en momentos inoportunos y tiene un humor seco que funciona como bálsamo; además, ama los detalles: regalos raritos, cartas, y esas cosas que te hacen pensar «¿cómo lo hace?». Tiene una lealtad casi absurda por el club y por las personas, y también un lado sorprendentemente rebelde que sale en pequeñas dosis. En resumen, el pegamento humano del lugar, elegante y con un corazón enorme que no hace ruido.

Jamie Tartt

Jamie es puro ego y brillo: un delantero con talento exagerado y un peinado todavía más exagerado, engreído pero tan carismático que a veces no puedes evitar quererle (aunque lo niegues). Empieza como un insoportable total, luego se cae en pedazos y vuelve a levantarse; es dramático, posesivo con el balón y sorprendentemente sensible cuando nadie lo espera. Tiene conflictos constantes entre la imagen pública y el chico inseguro detrás del postureo —y le encantan las redes sociales, obviamente—. En pocas palabras: amado y detestado en la misma frase, un caos atractivo con corazón en proceso de reparación.

Roy Kent

Roy es el gruñón perfecto: tosco, directo, y con un ronco que podría romper cristales, pero también el tipo que protege a los suyos con uñas y dientes. Parece que todo lo hace con mala leche, pero tiene pequeñas muestras de ternura que te derriten (y sí, es excelente cuidando a las plantas por alguna razón). Es polémico, honesto hasta la crueldad y, sorpresa, con un sentido del humor seco que mata; también es un líder rudo que no necesita elogios. Vamos, es el tipo que te grita y luego te compra un café porque sabe que lo necesitabas.

Nathan Shelley

Nate empieza como el tímido del rincón con una libreta y termina como alguien que encontró su voz (a veces en formas cuestionables, sí), y esa evolución es lo que lo hace fascinante. Es meticuloso, ama las tácticas, las estadísticas y las pizarras llenas de flechas, pero también se le nota el corazón cuando se pone nervioso —y se le caen los bolígrafos cuando habla con alguien que le importa—. Tiene inseguridades gigantes que lo empujan a decisiones raras, pero también un sentido de triunfo cuando demuestra que sabe más de lo que aparenta. En resumen: el underdog que se transforma, un poco torpe emocionalmente y sorprendentemente decidido.

Keeley Jones

Keeley es puro brillo y empatía: exmodelo, empresaria improbable, amiga feroz y con una risa contagiosa que te arruina la semana (para bien). Es creativa a más no poder, buenísima en relaciones públicas, y sorprendentemente sabia en temas humanos; además, tiene una colección de camisetas bonitas y una mascota imaginaria, o eso creo, o tal vez dos. Puede ser coqueta y vulnerable al mismo tiempo, y no teme decir lo que piensa —pero también escucha de verdad, lo que la hace peligrosa para los corazones rotos. En pocas palabras: amiga ideal, jefa inesperada y persona que convierte cualquier desastre en oportunidad con estilo.