Sobre The Righteous Gemstones en pocas palabras:

The Righteous Gemstones es una serie de comedia oscura sobre una familia de pastores de megachurch, los Gemstones, que son tan disfuncionales como ricos. Con temas de avaricia, poder y corrupción, el programa explora el funcionamiento interno de un imperio familiar corrupto mientras navegan por sus vidas personales y profesionales en el centro de atención. La serie cuenta con un elenco de estrellas, incluyendo a John Goodman, Danny McBride y Adam Devine.

Conoce a los personajes de The Righteous Gemstones

Dr. Eli Gemstone

Eli es ese patriarca imponente que todo el mundo reconoce al instante: voz profunda, traje impecable y una sonrisa que puede ser miel o cuchillo según el día. Es carismático, táctico y terriblemente competente en mantener las apariencias, pero oye —tiene momentos de torpeza humana que son casi adorables, como cuando se confunde con un nombre en plena ceremonia (o eso creo; quizá lo hace a propósito). Ama la tradición y el control, aunque secretamente disfruta de lujos que nunca admitirá en el púlpito. Es un manipulador con cariño paternal, y sí, a veces parece sinceramente arrepentido; otras veces solo quiere salvar la reputación.

Jesse Gemstone

Jesse es puro fuego: ególatra, showman, y con un sentido de la culpa que lo persigue a cada paso —a veces explota, a veces se derrumba; nunca es aburrido. Quiere ser amado y admirado, pero también tiene gestos genuinos de bondad que te sorprenden cuando menos lo esperas (como cuando ayuda a alguien sin cámaras). Es impulsivo, hace apuestas ridículas y lleva chaquetas llamativas; igual te llama a las tres de la mañana para confesar algo profundo. Tiene el síndrome del héroe imperfecto: quiere liderar pero choca con su familia, y eso le da esa vibra de tragedia-comedia que engancha.

Kelvin Gemstone

Kelvin es el devoto energético, el tipo que cree con todo su corazón y lo demuestra con canciones, coreografías y sermones que parecen un concierto —a veces parece demasiado intenso, pero en el buen sentido. Es serio sobre la fe y la disciplina cuando toca, aunque tiene un lado blandito que aparece viendo películas cursis o cuidando plantas (sí, lo imagino con una planta que llama “Gabe” o algo así). Le gusta imponer orden y a la vez quiere ser amigo, lo que genera situaciones divertidas; es líder nato pero también tiene inseguridades escondidas bajo chaquetas de jean. A veces parece rígido, otras veces derrapa en crisis existenciales en pleno sermón; contradictorio, humano y adorable.

Amber Gemstone

Amber es sagaz, aguda y no se deja manipular fácilmente; tiene una lengua afilada y un sentido del humor que corta como bisturí, pero también un corazón que sorprende cuando menos lo esperas. No es la típica dama perfecta: trabaja sus propios planes, a veces juega a dos bandas y tiene un radar para la hipocresía que asusta. Le molan las cosas sencillas —o eso parece—, pero luego aparece en eventos glamurosos porque, bueno, ¿por qué no? Es la mezcla perfecta de inteligencia práctica y sarcasmo, con pequeñas rarezas (colecciona tazas con frases peores que sus bromas) que la hacen irresistible.

Keefe Chambers

Keefe es el compinche que roba escenas sin esfuerzo: sarcástico, leal hasta la médula y con un humor seco que te mata de risa en el momento menos esperado. Tiene una mezcla curiosa de irreverencia y sensibilidad: bromea sobre todo pero cuando hay que apoyar, aparece sin preguntas; y sí, es probable que tenga una colección de peluches o figuras geek bajo la cama, lo juro. Es relajado, un poco flojo para las formalidades, pero increíblemente astuto cuando se necesita un plan —y a veces muy sentimental, aunque lo niegue con una mirada. Su encanto es exactamente esa contradicción entre vagancia y sabiduría callejera.

Matthew.

Matthew es ese personaje medio torpe, medio tierno que siempre intenta hacer lo correcto y a menudo se enreda en sus propias buenas intenciones; no es el más ruidoso, pero su presencia pesa. Tiene una mirada dulce y una timidez simpática que lo hace entrañable —y luego suelta comentarios inesperados que te dejan pensando “¿de dónde salió eso?”. Es extremadamente leal y funciona como pacificador del grupo, aunque a veces quisiera dar el salto y ser más rudo (pero no puede, o no quiere, o se le olvida). Guarda pequeñas manías, como organizar notas en colores o coleccionar bolígrafos raros; es ordenado y caótico a la vez, y eso lo define.