Saltar al contenido

Mindhunter: ¿Qué personaje eres?

¿Eres fan de la serie de Netflix Mindhunter? ¿Alguna vez te has preguntado qué personaje de la serie te pareces más? ¡Ahora es tu oportunidad de descubrirlo con nuestro divertido cuestionario! ¿Eres como el determinado y metódico Holden Ford, el empático e perspicaz Bill Tench, o la libre y independiente Debbie Mitford? Responde una serie de preguntas sobre tu personalidad, preferencias y estilo de toma de decisiones para descubrir qué personaje de Mindhunter te pareces más. ¡No esperes más, haz clic en el botón de inicio para hacer el cuestionario y descubrirlo!

Bienvenido al cuestionario: Mindhunter: ¿Qué personaje eres?

Sobre Mindhunter en pocas palabras:

Mindhunter es una emocionante serie de drama criminal que explora la psicología detrás de los crímenes más atroces. Sigue a los agentes del FBI Holden Ford y Bill Tench, quienes utilizan su innovadora investigación para adentrarse en las mentes de los asesinos en serie y resolver casos en curso.

Conoce a los personajes de Mindhunter

Holden Ford

Holden es esa mezcla eléctrica de entusiasmo académico y mala paciencia social; siempre va a mil con teorías nuevas y quiere probarlas YA. Es curioso hasta lo obsesivo, rompe protocolos porque cree que la verdad científica lo justifica (y sí, a veces se mete en problemas por eso). Tiene una empatía rara, quiere entender para ayudar, pero a la vez se distancia como si fuera un experimento—uno muy humano, contradictorio. Le encanta el café fuerte, tamborilea con los dedos y puede sonar amable y a la vez cortante; me lo imagino dejando notas por todas partes y olvidando dónde puso las llaves.

Bill Tench

Bill es el agente veterano que parece piedra y, sorpresa, no lo es: es duro, terco y a la vez tiene una paciencia que no admite show, aunque de vez en cuando explota (con razón). Es el equilibrio práctico del grupo, el que baja a tierra las teorías raras de Holden y les pone procedimientos y sentido común. Tiene un lado paternal, sí, pero también guarda secretos y cicatrices —esa mezcla de protector y huraño que enamora. Ama la pesca o eso dice, fuma demasiado en momentos de estrés y tiene una risa seca que aparece raro, como si no supiera cuándo dejarla salir.

Dr. Wendy Carr

Wendy es la mente fría en el buen sentido: metódica, impecable, y con una voz que corta como bisturí, pero ojo, no es un robot, sólo controla las emociones porque sabe que le sirve. Es brillante, muy profesional, y lucha con su propia vida privada mientras defiende la investigación —esa tensión la hace fascinante. Tiene pequeños tics: anota todo en cuadernos perfectos, huele a perfume elegante y de vez en cuando suelta un comentario seco que te deja pensando horas. Es reservada pero no insensible; a veces se le escapa una ironía o una sonrisa y te preguntas si es más sentimental de lo que deja ver.

Ed Kemper

Ed es de esos casos que te dejan helado: imponente, inteligente, con una calma tan normal que resulta aterradora; habla como si contara la receta de galletas y de pronto te describe algo monstruoso. Tiene una capacidad analítica brutal (lo cual lo hace aterradormente articulado) y una mezcla de encanto cínico y nihilismo que no sabes si aceptar o temer. Ama leer, parece tener modales y, yeah, su historia con su madre es tan complicada que duele pensarlo; simpático y monstruo al mismo tiempo, lo que es lo peor. A veces suena casi carismático y ahí es cuando te das cuenta de lo inquietante que es —como una conversación en la sala de tu casa que termina mal.

Debbie Mitford

Debbie es la roca silenciosa y a la vez la llama pequeña que no se apaga; parece tranquila pero tiene una resistencia feroz que sostiene lo que Bill no puede (o no quiere) sostener. Es práctica, directa y con un humor sarcástico que aparece en momentos inesperados; también está cansada, claro, por vivir cerca del caos. Le gustan las cosas sencillas —cocinar, tener orden— pero ojo, puede soltar un comentario que te deja pensando que ha visto demasiadas cosas. Protege a su familia con una mezcla de amor y hierro, y a veces ríe en voz baja cuando algo le parece absurdo; contradictoria y adoradora a la vez.