Sobre City on a Hill en pocas palabras:

«City on a Hill» es una serie de televisión de drama criminal ambientada en Boston durante principios de los años 90. El programa gira en torno a la improbable asociación entre un agente del FBI corrupto pero encantador, Jackie Rohr (interpretado por Kevin Bacon), y un nuevo fiscal adjunto, Decourcy Ward (interpretado por Aldis Hodge), quien está determinado a derribar el sistema corrupto. La serie explora temas de raza, política y corrupción, y también destaca las complicadas vidas personales de su diverso elenco de personajes.

Conoce a los personajes de City on a Hill

Jackie Rohr

Jackie es ese tipo de personaje que te hace querer gritar y abrazarlo al mismo tiempo, ¿sabes? Es rudo, directo y tiene un ego que a veces parece más grande que Boston, pero también tiene momentos sorprendentemente blandos (sí, en serio). Vive para la ley a su manera, con moral flexible y métodos que no siempre son legales —pero oye, funciona—. Le encanta el control pero a veces se le escapan cosas por orgullo; es contradictorio y por eso es tan interesante. Siempre parece estar a punto de estallar o de soltar una broma mala, y ambas opciones son igual de terroríficas y adorables.

DeCourcy Ward

DeCourcy es el poli tranquilo que en realidad es un volcán contenidísimo; piensa mucho, lucha más y guarda rencores elegantes. Tiene una brújula moral bastante marcada aunque a veces toma atajos que te sorprenden (y lo juro, a veces no sabes si lo admiras o lo criticas). Es idealista, sí, pero no ingenuo; cree en cambiar las cosas desde dentro y se parte el alma por ello. Tiene una paciencia que raya en lo legendario, pero cuidado, porque cuando explota no hay vuelta atrás. A veces parece frío, otras veces se le cae la lágrima como si fuera parte del plan, y eso lo hace humano.

Siobhan Quays

Siobhan es lista, complicada y con un humor seco que te mata sin que te des cuenta; disfruta de manipular situaciones pero lo hace con estilo, como quien ordena un café. Es política en el sentido más puro: siempre tres pasos adelante, guardando cartas y secretos (muchos secretos). No es mala, es pragmática; y a veces confundirá a todos porque hace cosas terribles por razones que cree justas. Tiene red de contactos, charme y una paciencia maquiavélica; también le gusta el té, o eso recuerdo, o quizá era café… no sé, hay días. Se siente poderosa pero hay vulnerabilidades pequeñas que asoman cuando nadie mira, y esas son las mejores.

Cathy Ryan

Cathy es la voz de la familia, la roca silenciosa que se mantiene aún cuando todo se viene abajo; tiene ese humor seco de quien ha visto demasiado. Es templada, práctica y muy protectora, aunque a veces sus decisiones son impulsivas (contradictorio, lo sé). Sabe manejar crisis con manos de hierro y a la vez presta tejidos y consolaciones como si tuviera un taller de reparaciones emocionales. Tiene manías pequeñas que la hacen entrañable —una taza especial, un cojín con historia— y sí, a veces tararea canciones que nadie recuerda. No es la protagonista ruidosa pero sin ella el caos sería mucho más feo.

Jenny Rohr

Jenny es fuego contenido, con una mezcla de lealtad feroz y rabia contenida que te pega en la cara; no es de las que se quedan calladas. Tiene un código moral ferozmente personal y hará lo que sea para proteger lo que ama (a veces eso incluye mentir, o pelear, o llorar en la ducha). Es espontánea y a la vez calculadora, lo que la hace impredecible en el mejor sentido posible. Llora de vez en cuando, ríe de otras, y tiene un secreto tierno que no quiere admitir (soy mala guardando secretos, lo sé). A veces la quiero, a veces la reprendo, y eso la hace real.

Jimmy Ryan

Jimmy es carismático en un nivel que roza lo peligroso; sonríe y la gente ya confía, aunque no siempre debería. Es ambicioso, rápido para negociar y más rápido para arrepentirse —o para convencerse de que no necesita arrepentirse—. Ama a su familia pero a veces prioriza la supervivencia sobre la ética, y eso genera chispas (y incendios). Es el tipo con historias exageradas que quizá sean verdad, quizá no; tiene un lado noble que aparece en los momentos extraños. Puede ser encantador y desesperante al mismo tiempo, lo que lo hace totalmente humano y, sí, frustrantemente simpático.

Kick Ryan

Kick es el hermano que todos querríamos (a veces) y a la vez el que te mete en problemas sin querer; es leal hasta la médula. Tiene un corazón grande y una cabeza que a veces se queda corta, pero su instinto es puro: proteger. Es emocional, directo, y a veces persistentemente ingenuo —aunque no tanto como parece—. Suele soltar frases que te hacen reír y luego te golpean con una verdad incómoda; es contradictorio en lo mejor de los sentidos. Si hay caos, ahí está Kick, probablemente con una cerveza en la mano y una solución medio loca que, sorpresa, funciona.

Marie Ryan

Marie es la hermana silenciosa con mirada afilada y una paciencia que asusta; no tolera tonterías pero tiene un cariño enorme. Es práctica y sabe hacer lo necesario para mantener todo en orden, aunque a veces guarda rencores que nadie imagina. No es de muchas palabras, pero cuando habla te detiene —y eso es poder puro. Tiene pequeñas manías que la humanizan, como coleccionar imanes tontos o hablar con su perro como si fuera su confidente. Es fuerte sin fanfarria, y eso la hace, eh, fascinante.

Tony Ryan

Tony tiene esa mezcla de bravura y vulnerabilidad que te hace mirar dos veces; es el tipo duro con un trasfondo que duele. No se anda con mucho drama verbal, pero sus acciones cuentan historias tristes y bonitas a la vez. Es protector, terco y a veces necio, como si su orgullo fuera una armadura vieja que ya no cabe bien. Le gustan los atardeceres raramente, o tal vez le gusta la pesca —no lo sé, me lo imagino—. Cuando se enoja, la cosa se siente grande; cuando ama, lo hace con todo y sin medias tintas.

Chris Caysen

Chris es el fiscal idealista que intenta poner orden en un sistema que no colabora; a veces parece más un idealista romántico que un abogado. Tiene una ética muy clara en la teoría, pero en la práctica le toca hacer malabares y a veces pierde pelotas —y eso lo frustra mucho. Es meticuloso, brillante y un poco torpe en lo interpersonal (pero adorable por eso), y se toma su trabajo como si fuera una cruzada personal. Cree en la justicia con mayúsculas y tiene una terquedad adorable que a veces lo mete en líos. Parece calmo, pero por dentro se cocina un montón de sentimientos y principios que lo mantienen despierto.

Rosa Congemi

Rosa es fuego y seda al mismo tiempo; directa, cariñosa y con una lengua que es arma afilada cuando la cosa lo pide. Protege su barrio como si fuera suyo (pos, lo es) y tiene un sexto sentido para detectar mentiras, traiciones y malas jugadas. No le temas a su dureza porque también tiene un corazón grande que aparece en los momentos raros, suele cocinar cosas increíbles y luego negar que fue ella. Es práctica y tiene soluciones de vida que nadie pensó, tipo «pon un poco de aceite» y todo mejora —o eso dice. A veces parece contradictoria (fuerte pero sensible, dura pero maternal) y eso la hace perfectamente humana.