Sobre Covert Affairs en pocas palabras:

Covert Affairs es una serie dramática que se emitió en USA Network desde 2010 hasta 2014. El programa sigue las aventuras de Annie Walker, una joven aprendiz de la CIA que es repentinamente promovida a agente de campo después de que una relación previa la convierte en un activo valioso para la agencia. Junto a su manejador, Auggie, Annie navega en un peligroso mundo de espionaje y política internacional mientras intenta mantener sus relaciones personales y descubrir la verdad detrás de su propio pasado misterioso.

Conoce a los personajes de Covert Affairs

Annie Walker

Annie es ese tipo de agente que te hace reír y te rompe el corazón al mismo tiempo; impulsiva, curiosa y con una ética que no sabe cuándo rendirse. Se mueve entre nervios y valentía, aprende a golpes y, sorpresa, es sorprendentemente buena descifrando gente (aunque olvide pagar el parquímetro, siempre). Tiene un aire ingenuo al principio pero se vuelve dura como una roca cuando hace falta —y también guarda postales raras en la maleta, no me preguntes por qué—. Siempre con café, aunque jure que no lo necesita, y a veces es meticulosa y otras un desastre total, lo cual la hace humana y querible.

Auggie Anderson

Auggie es el clásico genio de la vigilancia: ciego pero ve todo, con una memoria tremenda y una ironía que corta como cuchillo; increíblemente leal y un poco cascarrabias (en el mejor sentido). Es protector hasta el extremo, casi un hermano mayor que se mete en problemas por consejo, y luego te dice que fue culpa tuya por «no escuchar». Ama los rompecabezas, los gadgets y las listas interminables; su escritorio parece un ataque de notas adhesivas, pero él jura que tiene un sistema. Hay momentos en que es sorprendentemente vulnerable y luego vuelve a su fachada de tipo duro, lo cual confunde a todos y a mí también, pero me encanta.

Joan Campbell

Joan es la roca fría que en realidad tiene fuego adentro; dura, calculadora y eficiente, pero capaz de un sarcasmo que te deja pensando dos semanas. Maneja hilos políticos y humanos con la misma destreza, y no es raro que esconda un detalle pequeño y dulce (sí, hornea galletas en secreto) detrás de una mirada severa. Es la figura maternal antipática: cuida pero manda, protege pero manipula, y probablemente tenga una libreta con nombres y fechas que nunca falla. A veces parece implacable y otras dan ganas de abrazarla, contradicciones que la hacen fascinante y un poquito misteriosa.

Arthur Campbell

Arthur es el tipo que organiza el caos, serio, metódico y con un sentido del deber que da miedo; parece siempre dos pasos por delante y, sí, suele llevar calcetines aburridos. Tiene ese humor seco de quien ha visto demasiado y aun así protege a su gente con una calma casi paternal —pero ojo, no es blando, es exactamente lo que debe ser. Al mismo tiempo, hay detalles inesperados: le gusta la música antigua, tararea en la oficina cuando cree que nadie escucha, y colecciona bolígrafos (o tal vez solo uno muy bueno, depende del día). Es político cuando hace falta, humano cuando puede, y más complejo de lo que su fachada formal deja ver.