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¿Qué personaje de ‘Homeland’ eres tú?

¿Eres fan de la exitosa serie de televisión "Homeland"? ¿Alguna vez te has preguntado qué personaje serías si fueras parte del programa? ¡Bueno, ahora es tu oportunidad de descubrirlo! Toma nuestro "Quiz de Personaje de Homeland" y descubre qué personaje se ajusta mejor a tu personalidad. ¿Eres un agente dedicado de la CIA como Carrie Mathison, un astuto político como Elizabeth Keane o un soldado en conflicto como Nicholas Brody? No esperes más y haz clic en el botón de inicio a continuación para comenzar el cuestionario y descubrir tu alter ego de Homeland.

Bienvenido al cuestionario: ¿Qué personaje de Homeland eres tú?

Sobre Homeland en pocas palabras:

«Homeland» es una serie de televisión de thriller político que se emitió en Showtime desde 2011 hasta 2020. La serie sigue la historia de Carrie Mathison, una oficial de la CIA que lucha con el trastorno bipolar y que se convence de que un prisionero de guerra estadounidense recientemente rescatado ha sido convertido por el enemigo. La serie explora temas de terrorismo, espionaje, enfermedades mentales y poder político, mientras Carrie navega por un mundo complejo y a menudo peligroso para proteger a su país y desentrañar una red de conspiraciones.

Conoce a los personajes de Homeland

Carrie Mathison

¡Carrie es pura electricidad! Una agente brillante, obsesiva y emocionalmente abierta hasta niveles que asustan; trabaja como si cada detalle fuera la última pista que puede salvar al mundo (o arruinarlo, a veces pasa). Tiene una mezcla loca de intuición feroz y hábitos raros —toma riesgos imposibles y, sin embargo, olvida cosas triviales—, y su vulnerabilidad la hace más humana, no menos poderosa. Siempre está dos pasos por delante en teoría, un desastre en práctica a veces, pero ¿qué sería Homeland sin sus arranques heroicos y sus noches sin dormir?

Saul Berenson

Saul es el mentor cansado que en realidad siempre sabe más de lo que dice; serio, leal y con una paciencia que parece infinita hasta que ya no lo es. Tiene una moral compleja: pragmático pero con principios, capaz de decisiones frías por el «bien mayor» y también de gestos increíblemente humanos en momentos raros. Habla poco pero cada palabra pesa, y a veces se le nota un humor seco que te sorprende (y te hace reír cuando menos esperas). Es el pegamento del equipo, el tipo que arregla problemas con miradas, archivos y un café siempre a mano —o eso creo, ¿era té?—.

Nicholas Brody

Brody es una bomba de tiempo con cara de héroe y secretos gigantes; soldado, padre, político, traído por la guerra y vuelto por mil sombras. Lo ves y piensas «fuerte», pero hay tanto conflicto interno que casi puedes oírlo; patriotismo, culpa, manipulación y a veces un intento torpe de ser normal. Atractivo en un modo peligrosamente trágico, capaz de momentos de ternura que te parten el corazón y de decisiones oscuras que te dejan sin aliento. Es contradictorio para el alma: busca redención y al mismo tiempo se destroza con sus propias manos, y eso lo hace fascinante (y frustrante).

Peter Quinn

Quinn es el sicario silencioso que resulta ser un desastre emocional por dentro; letal, profesional y con un humor seco que aparece cuando menos lo esperas. Tiene una fachada de hielo pero claramente hay una persona rota mirando a través, y esa mezcla de eficacia y vulnerabilidad te atrapa. Fisicamente imponente y sorprendentemente sentimental en sus momentos más raros —le gustan las cosas simples, o al menos eso intenta—. Es el tipo que haría el trabajo y luego no podría dormir, y por eso lo quieres y lo temes a la vez.

David Wellington

Wellington es el poder en traje: calculador, político y deliciosamente pragmático, siempre jugando tres movimientos por delante. No es el más simpático pero sabe mover piezas; toma decisiones frías con cara de quien ha visto demasiadas crisis, y generalmente tiene razón (aunque no siempre lo parezca). Le importan los resultados más que la moralidad pública, y eso lo hace odiado y respetado a la vez. Es el típico jefe que no da abrazos pero sí estrategias impecables —y un buen whisky de vez en cuando, creo—.

Maggie Mathison

Maggie es la mamá que sostiene todo cuando el mundo se descompone; fuerte, cariñosa y con una paciencia que desafía los límites. No es heroína de acción pero su presencia es esencial: cuida, confronta y mira a los ojos las verdades que otros evitan. Tiene una mezcla de ternura y dureza, y a veces su sabiduría llega con comentarios inesperados o un sarcasmo dulce. Es la ancla emocional de la serie, la que te recuerda por qué la gente lucha y por qué las familias importan —aunque también se enfade, claro.

Dar Adal

Dar es el hombre de los secretos, siempre con una sonrisa torcida y planes dentro de planes; oscuro, manipulador y deliciosamente paranoico. No confías en él y, honestamente, deberías desconfiar, pero tiene ese magnetismo de tipo que controla hilos desde la sombra. Sus métodos son cuestionables, su lealtad ambigua, y eso lo hace fascinante; es el que mueve piezas cuando nadie mira y celebra victorias silenciosas. Tiene manías raras (¿una taza concreta? ¿un reloj?) y una capacidad para sorprender que te deja con la piel de gallina.

Max Piotrowski

Max es el techie adorable con corazón de oro y un cerebro que no se calla; genio de informática, torpe socialmente a ratos y ferozmente leal. Ama los gadgets, los videojuegos y a su gente, y aunque parezca retraído tiene una valentía que explota en los momentos clave. Su mezcla de nerd encantador y héroe inesperado lo hace entrañable, y siempre aparece con soluciones técnicas y comentarios que rompen la tensión. Ah, y tiene costumbres raras —colecciona algo extraño o canta en la ducha, no estoy seguro— pero eso es parte del encanto.