Sobre Queen of the South en pocas palabras:

«La Reina del Sur» es una emocionante serie de drama criminal que cuenta la historia de Teresa Mendoza, una mujer que se eleva desde la pobreza en México para convertirse en la más poderosa narcotraficante del sur de España. Basada en la exitosa novela «La Reina del Sur» de Arturo Pérez-Reverte, la serie es una emocionante montaña rusa de acción, suspense y drama mientras Teresa navega por el peligroso mundo del tráfico de drogas luchando por su supervivencia y poder. Con un talentoso reparto y giros intensos en la trama, «La Reina del Sur» es una serie obligada para los fans del género criminal.

Conoce a los personajes de La Reina del Sur

Teresa Mendoza

Teresa es fuego y hielo a la vez — la reina que nadie esperaba, criada en la calle y con una astucia que da miedo. Es fría cuando toca (sí, fría) pero también tiene momentos de ternura rara que te hacen dudar si es humana o un fenómeno; protege a los suyos como nadie y traiciona sin pestañear si hace falta. Tiene estilo incómodo para describir: habla suave pero toma decisiones explosivas, y jura que odia el tequila pero siempre hay una botella cerca. A veces tararea canciones de su infancia cuando está pensando y sí, eso la hace irresistible y peligrosísima al mismo tiempo.

Pote Galvez

Pote es el escudo humano, el amigo leal que estaría dispuesto a pegarse con quien haga falta y además llevarte café a las 3 a.m. Gruñón y cariñoso, es de esos que dicen cosas directas y después te sorprenden con un consejo casi poético (no me preguntes por qué, es así). Tiene manos de camionero y corazón de abuelo, y es el tipo que odia la violencia… hasta que la usa, claro. Siempre huele a gasolina o a cuero, y tiene una risa que aparece en los peores momentos.

James

James es ese personaje enigmático que parece salido de una novela inglesa pero con un giro latino, no sé explicarlo bien, es como si llevara dos pasaportes y una sonrisa a medias. Callado, observador, hace preguntas que te hacen sentir descubierto — y a la vez protegido, raro, sí. Se mueve como si siempre supiera el plan, aunque a veces lo ves perdido mirando por la ventana (tal vez piensa en otra cosa). Tiene modales impecables y malas decisiones sentimentales; una combinación que resulta fatalmente atractiva.

Camila Vargas

Camila es la estratega elegante: siempre impecable, siempre tres pasos adelante y con una frialdad que podría congelar un río. Maternal con los suyos pero de hielo con los rivales, maneja los hilos como quien borda una tela fina (y con la misma paciencia). Le encanta el poder, claro, pero tiene un lado humano que aparece en momentos raros — a veces cocina para la familia, otras manda emitir una orden que asusta. Se viste con colores suaves y tiene un fondo de hierro, y sí, es probable que tenga una biblioteca impresionante.

Kelly Anne Van Awken

Kelly Anne es la mezcla inexplicable de eficiencia corporativa y sarcasmo contagioso; llega, organiza y deja a la gente pensando «¿cómo no lo vimos antes?». Americana, directa, con una agenda y un termo de café eterno, pero también colecciona postales antiguas por alguna razón sentimental rara. Habla con frases cortas y luego se pone filosófica cinco minutos, lo cual nunca esperas y es genial. No te fíes de su sonrisa amable: detrás hay una calculadora emocional siempre activa.

Boaz Jimenez

Boaz es el tipo que sonríe demasiado y sabes que ha hecho algo, pero te cae bien igual — encantador y peligroso, esa combinación que te provoca cosquillas. Es astuto en negocios (y en trampas), sabe cuándo empujar y cuándo retroceder, y tiene una manía con las corbatas que no te esperas. A veces parece casi romántico con las palabras y al minuto siguiente es frío como un informe bancario; no sabes si eso te calma o te asusta. Le gusta tomar fotos de los sitios donde estuvo, como si coleccionara recuerdos y pruebas al mismo tiempo.

Detective Alonzo Loya

El detective Loya es de esos que no descansan, cabeza dura y obsesiva, con un amor por el deber que roza lo personal (¿o es personal? siempre dudas). Se mueve con procedimientos, notas adhesivas y una paciencia de monje, pero también tiene arrebatos impulsivos cuando la rabia lo gana. Tiene principios, sí, pero a veces dobla reglas y luego lo lamenta mientras se toma un trago solo en la comisaría. Y tiene un perro imaginario en las conversaciones (no sé por qué lo recuerdo así), habla de ética y fuma cuando está nervioso.

Don Epifanio Vargas

Don Epifanio es el patriarca clásico: respetado, temido y con modales antiguos; come con tenedor de plata y da órdenes que se cumplen sin chistar. Tradicional hasta la médula y con un orgullo que complica todo, maneja el poder como si fuera una empresa familiar y, bueno, a veces como un trono. Puede ser caballero en la mesa y despiadado en la sala de juntas, esa dualidad lo hace fascinante. Tiene manías antiguas (colecciona relojes, creo) y una mirada que pesa más que cualquier sentencia.

Isabela Vargas

Isabela es la mezcla de inocencia y filo: parece frágil pero tiene una espalda fuerte, te sorprende lo calculadora que puede ser cuando se lo propone. A veces actúa como hija modelo y al minuto siguiente toma decisiones totalmente rebeldes — contradicciones everywhere, y eso la hace real. Le gustan los caballos o eso dicen, y tiene un sentido de la moda que mezcla lo clásico con lo atrevido; también llora de vez en cuando, no mucho, pero lo hace. Es inteligente, emocional y con una capacidad para cambiar el curso de una escena sin demasiados aspavientos.