Sobre Sheriff Country en pocas palabras:

El programa en cuestión te sumerge en el hogar de un pequeño pueblo de la Sheriff Country, donde la Sheriff Mickey Fox intenta mantener la paz en Edgewater mientras su pasado—y su familia—sigue llamando a su puerta. Es un spinoff de Fire Country, y sí—tiene crimen, drama familiar, secretos oscuros y una heroína que no se rinde. Una dosis de determinación, un toque de emoción y mucha energía de servicio.

Conoce a los personajes de Sheriff Country

Mickey Fox

Mickey es ese tipo que aparece como si hubiese salido de una novela de carretera y termina robándose la escena, literal y figurativamente — aunque jura que ya no roba cosas importantes, sólo corazones y quizás algún pastel de manzana. Tiene ese humor medio peligroso, sonrisa torcida y un pasado que todos sospechan pero nadie conoce del todo; y sí, a veces usa sombrero aunque dice que no le gusta la moda (confía en mí, le gusta). Es astuto, rápido con las palabras y más rápido aún para desaparecer en callejones cuando las cosas se ponen feas. Hay una ternura rara bajo la fachada de pícaro, como si guardara poemas en el bolsillo del chaleco junto a herramientas para forzar cerraduras.

Travis Fraley

Travis es el sheriff con mirada de eternamente cansado, pero cuando tiene que actuar se vuelve prácticamente una roca — también es del tipo que pone música country de los 90 mientras responde llamadas, lo juro. Es serio, comprometido con la ley y con una brújula moral que a veces chirría, porque sí, toma decisiones duras y luego se arrepiente en silencio; es humano, vamos. Tiene una voz que impone y un sentido del humor seco que aparece cuando menos te lo esperas (y te hace reír aunque no quieras). Ah, y colecciona mapas antiguos de la ciudad aunque siempre se pierde cuando sale de noche, pequeña contradicción adorable.

Cassidy Campbell

Cassidy es fuego puro: periodista, tabernera, o detective aficionada, depende del día — y se enfada si la encasillan, así que mejor no hacerlo. Sarcástica, intensa y con una habilidad casi insultante para notar detalles que todos pasan por alto, te va a mirar como si supiera tu secreto antes de que lo digas; aunque a veces olvida dónde dejó el teléfono, ironías de la vida. Le encanta provocar y luego cuidar a la gente como si fuera su trabajo, lo cual, en el fondo, lo es; colecciona cucharas de cafeterías y tiene alergia a los gatos (pero tiene tres gatos, sí, lo sé, contradicciones). Tiene un corazón enorme que se tapa con sarcasmo como con una bufanda.

Nathan Boone

Nathan es el joven idealista del pueblo, tipo de persona que todavía cree que todo se puede arreglar hablando y con un sándwich, y bueno, a veces funciona. Es valiente pero torpe (literalmente tropieza con sus propias palabras y a veces con bordillos), compasivo hasta el punto de meterse en problemas por defender a quien le parece débil. Ama las plantas —tiene una colección de suculentas que nombra— y usa gafas de sol vintage aunque pase la mayor parte del tiempo en la sombra de la comisaría. Tiene principios firmes y una sonrisa que podría venderle esperanza incluso al más cínico de los lugareños.]