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¿Qué personaje de The Irregulars eres tú?

¿Eres fan de la serie de Netflix "The Irregulars" y te preguntas qué personaje se parece más a ti? ¡No busques más! Realiza nuestro divertido cuestionario y descubre qué miembro de la pandilla eres. ¿Serás la astuta Bea, el valiente y leal Billy, el misterioso y poderoso Leopold, o alguien completamente distinto? Haz clic en el botón "Comenzar" a continuación para empezar tu viaje y descubrirlo.

Bienvenido al cuestionario: ¿Qué personaje de The Irregulars eres tú?

Sobre The Irregulars en pocas palabras:

Los Irregulares es una serie de drama criminal sobrenatural ambientada en la Londres victoriana, que sigue a un grupo de jóvenes inadaptados que se convierten en el arma secreta de Sherlock Holmes. Liderados por la afilada Bea y su duro compañero en el crimen, Billy, el grupo utiliza sus talentos únicos para resolver casos oscuros y peligrosos que la policía e incluso Holmes mismo no pueden resolver. En el camino, descubren una conspiración oscura y siniestra que amenaza la propia tela de la realidad.

Conoce a los personajes de The Irregulars

Bea Cook

¡Bea es fuego puro, en serio, una líder que no pide permiso! Siempre al frente, sarcástica y con esa rabia justa que se convierte en protección para los demás; es callejera, lista y bastante impaciente, pero con un corazón enorme (aunque lo niegue siempre). A veces actúa sin pensar y otras parece calcularlo todo, lo cual la hace impredecible y, sí, tremendamente atractiva como personaje. Tiene manías raras, tipo coleccionar botones rotos o comerse la mitad de una manzana antes de guardarla, y jura que odia las reglas pero secretamente tiene una lista de “reglas propias”.

Jessie Cook

Jessie es la calma después del caos, la que ve lo que nadie más ve y guarda secretos como si fueran piedras preciosas. Es más callada que Bea pero no menos feroz: observadora, con esa paciencia de quien sabe qué decir en el momento exacto (o guardárselo). Tiene un humor seco que sale cuando menos te lo esperas, y a veces su mirada te remata más que un puñetazo; curiosamente, también colecciona chistes malos. Puede parecer tímida, aunque de vez en cuando explota en valentía absurda —tipo saltar sin pensarlo— y eso la hace impredecible de una manera encantadora.

Prince Leopold

Leopold es un príncipe con capa pero también con dudas profundas; quiere hacer lo correcto y a la vez está muy perdido, lo que lo vuelve extrañamente entrañable. Tiene un aire de cuento de hadas, gestos demasiado cuidados y una inocencia que a veces resulta ingenua y otras refrescante. Le encantan los mapas y dibujar castillos en servilletas (sí, lo admito, cliché pero funciona), y de vez en cuando es sorprendentemente terco. Es noble y torpe a la vez: un líder inesperado que finge tener todas las respuestas mientras aprende en el caos.

Billy Chisup

Billy es el típico chico de la calle con mil recursos: rápido con las manos, mejor con las palabras y siempre listo para una estafa pequeña (o grande). Tiene un humor ácido, le encanta presumir y a la vez protege a los suyos con uñas y dientes; parece que nunca se toma nada en serio pero luego te sorprende con un gesto súper leal. Dicen que roba por deporte, pero en realidad roba por necesidad… o por probar si puede, depende del día. A veces es cobarde y otras se lanza al peligro como si nada, y tiene la costumbre irritante de silbar cuando está nervioso —no sé por qué, pero es cierto—.

Spike

Spike es ese personaje que aparece como sombra: silencioso, letal y con un humor negro muy particular; nunca sabes si reír o asustarte. Hay algo salvaje en él, pero también momentos de ternura que rompen todo el cuadro (sí, contradictorio). Le gusta la música rara y a veces tararea canciones antiguas como si vinieran con recuerdos que no son suyos. Es protector a su manera, distante pero con acciones contundentes; temo y adoro a Spike, es como un gato que probablemente te muerde y luego ronronea.

Dr. John Watson

Watson es el ancla emocional, práctico, médico, con nervios de acero y un cariño enorme por los demás aunque finja no enterarse. Es el amigo indispensable: paciente, detallista, a veces gruñón pero siempre justo; tiene esa mezcla de cansancio y dedicación que lo hace humano hasta el tuétano. Le encanta escribir (tiene una letra impecable y guarda todas sus notas) y tiene una colección de relojes que nadie le pidió pero que cuida con raro cariño. Puede ponerse terco y celoso, sí, pero también es quien se lanza al peligro sin tanto drama; además, come galletas cuando está nervioso, lo juro.

Sherlock Holmes

Sherlock es el cerebro en su versión más pura y un poco desquiciado, obsesionado con los patrones hasta el punto de que olvida comer (o puede que se coma una pizza entera a las tres de la mañana, según cómo le haya dado). Frío, hiperanalítico, y con un sarcasmo que corta —pero debajo de todo eso hay una curiosidad infantil que lo hace adorable cuando se le permite serlo. Toca el violín cuando está pensando y a veces actúa como si la empatía fuera un experimento social; contradicciones everywhere. Es brillante, exasperante y magnético; te vuelve loco y luego te rescata, y todo en el mismo episodio.

the Linen Man

El Linen Man es raro de una manera que da escalofríos: siempre impecable, envuelto en lino blanco como si fuera parte de una ceremonia eterna, y con una voz que parece venir de una radio antigua. Tiene una calma ominosa, habla en acertijos y tiene esa presencia que te hace mirar dos veces detrás de la puerta. A la vez es perturbador y casi triste; no sé si temerle o sentir pena, y eso es lo peor (y lo mejor) de su aura. Dicen que huele a jabón recién lavado y a algo metálico al mismo tiempo —una contradicción sensorial— y que sonríe con la mirada más que con la boca.

Alice Cook

Alice es dulce pero con una determinación que te tumba, tipo flor con raíces de hierro; es encantadora, alegre y un poco protectora a su manera. Tiene una risa contagiosa y a la vez una tenacidad fría cuando se trata de cuidar a la familia; resulta que es mucho más lista de lo que parece, aunque finja no entender. Le encanta arreglar cosas (desde relojes hasta relaciones rotas) y guarda cartas viejas en una caja que revisa a medianoche por capricho. A veces se muestra insegura y otras creo que podría liderar una revolución con sólo mirar fijamente, así que vamos, es complejo en el mejor sentido.