Sobre Sons of Anarchy en pocas palabras:

Sons of Anarchy es una serie de drama criminal estadounidense que sigue las vidas de los miembros de un club de motociclistas en una ciudad ficticia de California. El programa explora temas de lealtad, familia y hermandad mientras los personajes navegan por el peligroso mundo de los motociclistas fuera de la ley.

Conoce a los personajes de Sons of Anarchy

Jackson Teller

Jackson es ese líder torturado que siempre parece estar a punto de romperse (y a veces lo hace, claro). Pensador profundo, motociclista de corazón y un romántico medio suicida que ama a su club y a su familia con la misma intensidad extenuante. Tiene ideas brillantes a las tres de la mañana y luego las niega a la mañana siguiente; decisivo e indeciso, toma decisiones que te hacen gritar y otras que te dejan sin palabras. Ah, y es probable que lleve siempre algo escrito en la libreta; o era un cigarro, no recuerdo bien, ¡pero seguramente lo ha hecho!

Gemma Teller Morrow

Gemma es la matriarca que te abraza y te estrangula en la misma escena, artista de la manipulación y reina absoluta del drama doméstico. Fierce, protectora hasta lo enfermizo, capaz de cocinar una cena deliciosa y luego urdir el caos en la otra habitación; amorosa y letal, a la vez. Tiene una risa que te anuncia problemas y un peinado que jamás traiciona (aunque a veces se lo cambia, por no aburrirse). Guarda secretos en el bolso y en el bolsillo del delantal, y probablemente un lápiz labial roto en el guante del coche — o era una nota, ¿ves?

Robert Munson

Robert es ese tipo tranquilo que parece no despeinarse nunca, el pilar práctico del club (sí, el que hace números y también arregla lo que haga falta). Leal hasta la médula, buen oído, siempre dispuesto a mediar; tiene un humor seco que aparece cuando menos te lo esperas. Es más sensible de lo que admite; toca teclas (en serio, toca el teclado del bar o canta en esas noches tristes) y colecciona historias, no cosas — aunque tiene un llavero raro que no pega con nada. A veces se enciende y puedes ver a ese tipo duro asomando, pero por lo general es el que intenta mantener el orden… y falla a veces, claro.

Alexander Trager

Alexander es explosivo, impredecible y con la risa más peligrosa que hayas oído — a la vez que es ridículamente protector con los suyos. Tiene un sentido del humor macabro, un talento para meterse en líos y para salir con una sonrisa, o con una cicatriz nueva (tiene demasiadas). Sorprendentemente sentimental en momentos raros: guarda cartas viejas en un cajón que nadie debería conocer, o guardaba; ya no sé. Es brutal pero a veces hace cosas tiernas (como regalar calcetines, juro que lo hizo), así que no lo subestimes.

Filip Telford

Filip es la versión joven y nerviosa que quiere comerse el mundo pero se asusta con facilidad — idealista, con demasiado corazón y un poco torpe en la vida real. Ama las ideas grandiosas de película y cree que puede cambiar todo con una charla y una sonrisa, lo cual es adorable y peligroso. Tiene una manía rara con las galletas saladas (o las guarda en la chaqueta, o las come a escondidas, no recuerdo bien), y a veces se pone firme como una roca cuando menos te lo esperas. Es un desastre ordenado: un lío, pero de alguna manera funciona (a veces).

Juan Carlos Ortiz

Juan Carlos es el cerebro tecnológico con un millón de capas de culpa encima; hacker genial, paranoico y con un gran corazón que se pudre de remordimientos. Inteligente hasta el cansancio, sabe más de teléfonos que el resto del mundo y tiene miedo de todo lo que creó, lo cual es trágico y fascinante. Le encanta la música salsa a todo volumen (o era jazz?) y colecciona recuerdos de la infancia en cajitas — o en discos duros, depende del día. Traumatizado y leal, intenta redimirse a su manera, aunque a veces se mete en peores problemas por intentar arreglarlo todo.

Wayne Unser

Unser es el viejo sheriff con alma gastada que conoce cada callejón y cada vergüenza del pueblo; tiene una moral líquida que se adapta, pero de alguna forma siempre termina enseñándote algo. Sabio, cínico y con una botella cerca más de lo necesario, protege a la gente a su manera (que no es pulcra ni legal siempre). Le gusta leer novelas del oeste y colecciona bolígrafos viejos (sí, bolígrafos; o eran sombreros, no me hagas elegir). Es el tipo que te mira como si hubiera visto todo y aún así se sorprende, eso lo hace encantador y triste.

Dr. Tara Knowles

Tara es la mente médica con el corazón dividido entre la ética y el caos del club — brillante, compasiva y con una paciencia que se le acaba a veces. Profesional impecable, madre y compañera que intenta no perderse en la locura que la rodea; fuerte pero vulnerable, tipo clásico de quemarse por cuidar. Le fascinan las plantas (o el té, o ambas cosas) y es sorprendentemente mala con las direcciones, lo que es ridículo para alguien tan organizada. Tiene una determinación que asusta y lágrimas que salen cuando nadie mira; una mezcla perfecta de control y fragilidad.

Clarence Morrow

Clarence es el patriarca con una sonrisa de hierro; autoritario, manipulador y con una habilidad magistral para justificar lo injustificable. Protector de un modo antiguo y violento, cree en el poder y en el respeto como moneda principal — y la cobra sin piedad. Fuma puros, escucha jazz (o Sinatra, siempre Sinatra), y ama los coches clásicos que suenan como trampas para el corazón. Parece paternal pero sus manos saben de traición, y a veces te sorprende con un gesto casi humano que no compensa lo demás.

Happy Lowman

Happy es el tipo con la cara inexpresiva y la lista de cosas feas que no olvida; silencioso, letal, y con un sentido del honor retorcido que asusta. Es un asesino profesional con momentos extrañamente tiernos — le gusta armar puzzles (sí, puzzles) y tiene una risa que casi no sale, pero cuando sale te congela. Callado pero mordaz, cumple encargos como si fueran tareas del hogar y a veces come cereal con cosas raras en el fondo del bol, no me preguntes por qué. Su violencia es fría y su lealtad absoluta; odiarás amarlo y lo amarás sin querer.

Harry Winston

Harry es el lobo solitario con traje barato y sonrisa de jugador; encantador, imprevisible y con un pasado que brilla por su ausencia o por su exceso, depende. Vive al filo, siempre con un plan B, y tiene una manía con las monedas antiguas y los amuletos (o tal vez eran botones, mi memoria es un desastre hoy). Habla bonito, engaña mejor, y cada tanto su lado humano asoma como un destello que no dura mucho. Es divertido caer en su trampa, pero recuerda: te ofrece una copa y al mismo tiempo puede intentar venderte el bar.