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Shantaram: ¿Qué personaje eres?

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Bienvenido al cuestionario: Shantaram: ¿Qué personaje eres?

Sobre Shantaram en pocas palabras:

Shantaram es una próxima serie dramática australiana basada en la novela de 2003 del mismo nombre de Gregory David Roberts. Sigue la historia de Lin, un convicto escapado que huye a los barrios bajos de Mumbai, India, donde se reinventa como médico, criminal y amante. La serie está ambientada en la caótica y vibrante ciudad de Mumbai, y las relaciones que Lin forma con las personas que conoce.

Conoce a los personajes de Shantaram

Kavita

Kavita es ese torbellino glamuroso que no sabes si adorar o desconfiar, con una sonrisa que planta banderas y un silencio que corta más que un cuchillo. Es sofisticada, ferozmente independiente y de alguna forma siempre sabe más de lo que dice, aunque a veces hace cosas impulsivas que la hacen parecer humana y ridícula en el mejor sentido. Tiene un gusto impecable por la moda y por los secretos; colecciona anillos y, según me juraría, una receta de curry que guarda en el bolsillo de una chaqueta que nunca usa. Entre elegante y peligrosa, es la clase de persona que te invita a una fiesta y luego te deja pensando por semanas. (Ah, y creo que le da miedo a las palomas, o eso me pareció una vez, podría estar inventando eso).

Karla

Karla es misterio puro con cara de quien siempre ganó una partida que tú ni siquiera sabías que estabas jugando. Fría y calculadora cuando hace falta, tiene una vulnerabilidad escondida que aparece en momentos raros, como cuando escucha música clásica a las tres de la mañana —o eso dijo una vez en una conversación rara—. Encanta, manipula y luego desaparece con la misma naturalidad, y al mismo tiempo su lealtad puede ser sorprendentemente profunda, aunque no la demuestra con tarjetas o flores, sino con gestos diminutos. Es la persona para mirar cuando quieres saber lo que nadie quiere admitir; su mirada te desarma y luego te deja intrigado por días.

Abdullah

Abdullah tiene la calma de alguien que ha visto mucho y la sonrisa de quien juega ajedrez con la vida, incluso cuando el tablero arde; es sabio pero no de esos sabios aburridos, más bien un amigo que te da consejos con una cerveza en la mano. Es duro cuando hace falta, pero también excesivamente tierno con las pequeñas injusticias del mundo, y jura por cosas que a veces ni él recuerda por qué juró. Le encanta contar historias largas y a veces se pierde en los detalles, pero justo cuando piensas que se dispersa te suelta una verdad que te pega duro. Tiene maneras de líder sin querer ser jefe; te cubre la espalda y luego te regaña como un hermano, y sí, creo que siempre huele un poco a especias, o eso dice alguien.

Modena

Modena parece salida de otra época: dramática, con un humor ácido y una risa que llena la habitación, pero también con un corazón sorprendentemente blando que aparece con niños, gatos o ciertos platos de pasta. Es audaz, le encantan los planes locos y es de las que toman decisiones al borde de la noche sin preguntar mucho, aunque luego se arrepiente y hace una lista mental de pros y contras. Su estilo es cinematográfico: chaquetas llamativas, historias exageradas y la capacidad de convertir cualquier desastre en una anécdota épica. A veces contradice todo lo anterior siendo extremadamente hogareña y obsesionada con tener la casa impecable; sí, suena raro pero esa es Modena.

Lin Ford

Lin es puro corazón en conflicto: carismático, filosófico en momentos raros y peligrosamente impulsivo en otros, como si su cabeza fuera una novela y sus acciones la versión corta y desordenada. Tiene una curiosidad insaciable por la ciudad y por la gente, se mete en líos como quien colecciona experiencias y a la vez intenta ser una buena persona —a veces con éxito, otras veces hundiéndose más—. Es narrador natural, te cuenta cosas con lujo de detalle y luego se olvida de los nombres, pero no de las sensaciones; puede recitar un poema y después perder las llaves cinco minutos después. Le da mucha importancia a la lealtad aunque no siempre sepa demostrarla correctamente, y creo que tiene una manía con los bolígrafos, o era con las camisas, no estoy seguro, pero algo colecciona, eso seguro.

Wally Nightingale

Wally es el tipo que entra gritando una broma y sale repartiendo abrazos, un desastre adorable con talento para meterse en problemas y convertirlos en historias interminables. Es impulsivo, leal hasta el exceso y tiene un sexto sentido para las situaciones incómodas —lo que no siempre es útil—. Su humor a veces es cuestionable, otras veces brillantemente inoportuno, y siempre te hace sonreír aunque sea por lástima; no lo digo en plan cruel, es que es entrañable de una manera estropeada. Vive en el filo entre el optimismo ridículo y la melancolía sincera, y guarda recuerdos en un cajón que a veces confunde con recetas de cocina.

Parvati

Parvati irradia una mezcla de ternura rebelde y una fortaleza tranquila que te sorprende si la subestimas, es dulce pero puede ser feroz cuando la situación lo exige. Tiene una risa contagiosa y una forma de mirar que te hace sentir instantáneamente en confianza, aunque también guarda cosas profundas que salen a cuentagotas. Le encantan los pequeños placeres: canciones, comida, conversaciones largas y quizá bailar en lugares extraños; no sé si baila bien, pero definitivamente lo intenta con entrega total. Hay en ella una especie de sabiduría popular mezclada con travesura infantil, y a veces contradice sus propias reglas sólo para probar que puede hacerlo.