Sobre Bridgerton en pocas palabras:

Bridgerton es una serie de drama de época ambientada a principios del siglo XIX en Londres, basada en las novelas más vendidas de Julia Quinn. El espectáculo sigue a la rica y poderosa familia Bridgerton y sus contrapartes de alta sociedad mientras navegan por las complejidades del amor, las relaciones y el escándalo. Llena de elaborados trajes, impresionantes escenarios y un elenco diverso, Bridgerton ha cautivado al público con su mezcla de romance, drama e intriga, y se ha convertido en un fenómeno cultural desde su lanzamiento en 2020.

Conoce a las damas de Bridgerton

Daphne Bridgerton

Daphne es la imagen perfecta de la debutante soñada pero con una chispa que te sorprende cada vez. Encantadora, diplomática y con ese millón de sonrisas que ocultan una determinación feroz cuando toca proteger a su familia o su corazón. Es dulce y regia, pero también sabe jugar con las reglas del baile y romperlas cuando hace falta —sí, puede ser algo teatral, lo admito—. Tiene un gusto impecable para los vestidos y, curiosamente, colecciona hojas secas en un cajón por si acaso, don’t ask me why.

Lady Violet Bridgerton

La señora Violet es la matriarca que todo mundo quisiera… y a la vez temer un poco, porque tiene un ojo clínico para los escándalos. Cariñosa, diplomática y con frases que calan hondo; cuida a sus hijos con una mezcla de tradición y un sentido del humor inesperado. Le encanta el té a las cinco y, curiosamente, a veces olvida el título exacto de un noble pero nunca olvida un favor o una deuda sentimental. Sabe amar, manipular sutilmente el tejido social y además tiene una risa contagiosa que a veces confunde con un suspiro.

Hyacinth Bridgerton

Hyacinth es puro fueguito: viva, extravagante y con una imaginación que no cabe en la sala de estar. Infantil en lo mejor del sentido —siempre exagera y hace pequeñas escenas, pero en el mejor plan—, cree en cuentos de hadas y en montar aventuras por la casa; a la vez es detectivesca y presta atención a cada detalle, lo cual es raro pero genial. Es la que suelta la verdad sin filtro y luego se arrepiente un poco, o no, depende del día. Tiene un problema con las traducciones (confunde palabras a propósito a veces) y colecciona plumas de colores por razones que nadie entiende.

Eloise Bridgerton

Eloise es la rebelde encantadora, la que odia las normas con una pasión adorable y escribe listas de cosas que nunca hará (y a veces hace la mitad). Inquisitiva, mordaz y con una lengua afilada, siempre está buscando conspiraciones literarias o una biblioteca secreta donde esconderse; no quiere casarse, o al menos eso dice en voz alta cada vez que hay té. Es leal hasta el núcleo y tiene esa mezcla rara de sarcasmo y ternura que te derrite. A veces es dispersa, deja su lápiz en sitios ridículos, y sin embargo recuerda datos inútiles sobre la historia que nadie pidió.

Francesca Bridgerton

Francesca es dulce y un poco enigmática, la hermana tranquila que parece siempre medio en otro mundo y, sin embargo, observa más de lo que deja ver. Es soñadora, amante de la naturaleza y de los paseos largos; hay una calma casi contagiosa alrededor de ella, con momentos de timidez que la hacen francamente adorable. Aunque parezca dispersa, cuando hay que sostener a otras personas aparece con una estabilidad que sorprende; también, tiene manías raras, como hablar con las plantas (o eso se rumorea). A veces olvida fechas importantes pero recuerda el color exacto de un atardecer de hace diez años —drama romántico y práctico todo a la vez.

Penelope Featherington

Penelope es el clásicooshi del “menospreciada pero letal” —callada, observadora y con el secreto más grande de la tonada social (sí, esa pluma anónima que todo el mundo lee). Tiene un ingenio afilado escondido bajo aparente timidez y una lealtad feroz hacia quienes ama; su coraje es silencioso pero demoledor. Se disfraza de discreta y luego te sorprende con decisiones audaces; además, colecciona sellos o botones, y a veces borra su propio corazón de las cartas antes de guardarlas. Es torpe en el amor, demasiado práctica y a la vez demasiado romántica, lo que la hace, en serio, una combinación irresistible.

Philipa Featherington

Philipa es la hermana mayor que quiere todo perfecto y no se corta al decirlo: vanidosa, calculadora y con una ambición clarísima por posicionarse en la sociedad. Se toma la etiqueta muy a pecho y tiene una estética exagerada —muchos lazos, demasiados colores—, aunque en el fondo insegura sobre quién la aprecia por sí misma. Es algo dramática y disfruta del cotilleo; sin embargo, hay pequeños gestos de cariño que la humanizan, como cuando guarda las cosas de casa en orden obsesivo. A veces parece fría y otras veces llora por telenovelas, contradicciones de persona real, supongo.

Prudence Featherington

Prudence es el paquete de seriedad envuelto en vestidos de encaje: pragmática, práctica y puesta en la misión de asegurar matrimonios convenientes a toda costa. Organizada hasta el tuétano, lista de pros y contras para cada pretendiente, pero tiene una vena sorprendentemente dulce cuando nadie la está mirando. Disfruta insinuarse en conversaciones y hacer juicios rápidos, aunque a veces se equivoca y lo asume con una vergüenza casi adorable. Tiene un lado competitivo que aparece con té y pastas, lo juro, y colecciona pequeñas librecitas con nombres tachados.

Portia Featherington

Portia es la madre ambiciosa con sentido práctico: quiere seguridad, posición y que sus hijas tengan buen matrimonio, sin vergüenza en negociar lo necesario. Es chismosa y pragmática, siempre midiendo costos y beneficios sociales, pero hay destellos de ternura que aparecen cuando cuida de la casa o cuenta historias de juventud (sí, esas historias que nadie había pedido). Le encantan las listas, el carbón de lápiz y a veces se le cae la máscara de dureza cuando ve a alguien sufrir. Contradictoriamente, es bastante sentimental con regalos pequeños —los guarda como reliquias— y tiene un corazón que, aunque duro por apariencia, se ablanda con facilidad.

Marina Thompson

Marina es el drama hecho persona; viene de fuera y trae consigo una mezcla de ingenuidad peligrosa y un encanto desordenado que complica vidas. Es romántica, impulsiva y un poco despistada; toma decisiones por emoción y luego se sorprende del caos, pero también es súper resistente, ¿lo notas? Tiene una sonrisa que engaña y un pasito torpe en los bailes, además de una fijación curiosa por los sombreros (los cambia como de humor). A veces parece tener un plan secreto y al minuto siguiente lo olvida, lo que la hace igual de fascinante que irritante.

Lady Danbury

Lady Danbury es fuego puro: mordaz, directa y con una autoridad que aplasta chismes antes de que nazcan; es mentor, juez y cómplice todo en uno. Tiene una lengua que corta en seco y un humor negro que te hace reír aunque lleves el corazón roto; es independiente de una forma que da envidia. Bajo la dureza hay una ternura inesperada, protectoramente fina, y una lealtad que no se negocia. A veces actúa como si todo fuera estrategia mientras en secreto colecciona recuerdos sentimentales (sí, incluso ella tiene esa bolsita con cosas guardadas).