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¿Qué personaje de ‘Billions’ eres?

¿Alguna vez te has preguntado qué personaje de Billions eres más parecido? ¡Ahora puedes averiguarlo con nuestro cuestionario interactivo! Ya sea que te veas como un estratega astuto como Bobby Axelrod, un perfeccionista impulsado como Chuck Rhoades o un jugador de poder inteligente como Taylor Mason, este cuestionario revelará tu verdadera identidad en Billions. Entonces, ¿qué estás esperando? ¡Desplázate hacia abajo y haz clic en el botón de inicio para descubrir tu personaje de Billions hoy mismo!

Bienvenido al cuestionario: ¿Qué personaje de Billions eres?

Sobre Billions en pocas palabras:

Billions es una serie dramática que gira en torno al mundo de altas apuestas de las finanzas y la política. El espectáculo sigue el conflicto entre un poderoso administrador de fondos de cobertura, Bobby Axelrod, y el Fiscal de los Estados Unidos para el Distrito Sur de Nueva York, Chuck Rhoades. Con su trama intensa, actuaciones fuertes y personajes complejos, Billions es una exploración emocionante del poder, el dinero y la ambición.

Conoce a los personajes de Billions

Charles Rhoades

Chuck es ese tipo de abogado obsesionado con el control, siempre impecable en traje y con una sonrisa que a veces es amenaza y a veces es sinceridad (nunca estás 100% seguro). Tiene una brújula moral extraña: ama la ley y también disfruta pisar la línea, como si el vértigo lo mantuviera vivo. Es ferozmente leal a su familia pero no teme jugar sucio cuando lo cree necesario, y sí, le gusta el café fuerte a las 3 de la mañana aunque a veces finge que no. Ah, y de vez en cuando toca el piano en la oficina — no sé si eso lo humaniza o lo aterroriza más.

Robert Axelrod

Axe es puro fuego de Wall Street, dinero, instinto y ego en cantidades industriales; carismático, terriblemente competitivo y sorprendentemente sentimental con su equipo (lo quiere, pero también los exprime). Vive para el riesgo y para ganar, pero tiene esos momentos raros de ternura familiar que te confunden — tipo cocinar huevos revueltos para Lara a las 2 AM, que suena adorable y un poco perturbador. Considera la lealtad una moneda, y te la paga si eres útil; si no, adiós, sin drama. También colecciona cosas raras, creo que dinosaurios de plástico; no me preguntes por qué, él sólo lo sabe.

Wendy Rhoades

Wendy es la terapeuta/coach que sabe exactamente qué cuerda jalar y cuándo, fría y maternal a la vez — una especie de oráculo emocional vestido con stilettos. Puede ser brutalmente honesta, manipular con cariño y luego mirarte como si te conociera desde siempre, y eso asusta y enamora. Es súper profesional pero tiene un lado que ama la música trap y las libretas llenas de Post-its, contradicción total pero coherente con su poder. Y sí, guarda snacks en el bolso por si acaso; no es diva, es práctica… aunque a veces finge que no come.

Lara Axelrod

Lara es la fortaleza doméstica con uñas de acero: protectora al extremo, siempre lista para defender a su familia con una sonrisa socialite y con manos que manejan tanto cheques como cenas elegantes. Es increíblemente práctica —cupones, contactos, estrategias— pero también adora las cosas bonitas: bolsos caros, cenas de gala, y curiosamente tiene una pequeña colección de elefantes de porcelana que sacó una vez en una escena random. Puede parecer fría o súper cálida según el día; no es contradictoria, es compleja, jaja. Tiene un humor sorprendentemente seco y un talento para negociar que te deja pensando «¿desde cuándo Lara es así de letal?».

Bryan Connerty

Bryan es el tipo correcto en el momento equivocado, idealista, con ganas de hacer las cosas por la vía legal aunque a veces le tiemble la mano cuando la política entra en juego. Es meticuloso, un poco torpe en lo social (y romántico; hola Kate), pero con una ética que realmente lo define — o al menos intenta. Le gusta el orden, los detalles, coleccionar clips de corbata o algo así, y tiene un gusto raro por la música indie que nadie esperaría en un fiscal. A veces se contradice porque quiere subir en la carrera pero también teme traicionar sus principios; es humano, básico, y a la vez fascinante.

Mike Wagner

Wags es una bomba andante: gracioso, estruendoso, leal hasta la muerte a Axe y con un talento espectacular para el caos organizado; de verdad, el tipo hace que todo funcione y también explote. Fuma, bebe, cuenta anécdotas que terminan siendo instrucciones tácticas, y tiene un corazón enorme aunque lo esconda detrás de chistes y tatuajes de oficina (creo que tiene alguno, o quizá me lo invento). Es extremadamente protector con su gente y, sorpresa, a veces sentimental — sí, a Wags le pueden las cosas pequeñas, como un perro o una tarde de barbacoa. Y sí, tiene calcetines ridículos en reuniones importantes; no sé por qué, pero me encanta.

Kate Sacker

Kate es esa mezcla de brillante y seca que corta conversaciones con una mirada y luego las remata con datos fríos; es aplicadísima, ambiciosa y un poco fría porque no tiene tiempo para tonterías. Trabaja en la ley como si fuera un rompecabezas personal y de verdad disfruta armarlo pieza por pieza, aunque en lo personal sea un desastre adorable (hola, citas raras). Tiene un sentido del humor negro que aparece cuando menos lo esperas y guarda pequeñas manías, como llevar siempre dos bolígrafos — por si acaso. A veces parece que está por estallar de estrés, y otras escurre una calidez que nadie ve venir; me flipa esa dualidad.

Taylor Amber Mason

Taylor es la mente fría y matemática que convierte datos en poder; verlos trabajar es como ver una ecuación cobrar vida, serio, preciso y casi inquietante. No se andan con sentimentalismos en la oficina, pero ojo: eso no significa que no tengan un sentido del humor raro y seco (sí, lo tienen). Son extraordinariamente eficientes y a la vez extrañamente humanos —coleccionan tazas de café, o eso creo, o tal vez soy yo quien colecciona teorías sobre ellos. Lo que me encanta es que desafían expectativas todo el tiempo: lógico pero con sorpresas, cerebral pero con rarezas que te hacen sonreír.

Bill Stearn

Bill es ese hombre de negocios clásico que habla con calma y patea tras bambalinas, elegante, serio y con una sonrisa medida que puede significar alianza o amenaza — depende del día. Se presenta como institucional, muy del «establishment», pero tiene momentos donde su ambición sale a relucir y agranda la sala entera; ojo con subestimarlo. Le gusta el golf, los relojes vintage y tiene un trastorno curioso por los pequeños rituales antes de reuniones importantes (no sé si es superstición o control). A veces parece un mentor y otras un tiburón con traje; te confunde a propósito, y eso me encanta.