¿Qué personaje de ‘Mad Men’ eres?
¿Eres un ejecutivo publicitario ingenioso como Don Draper o una persona impulsada y ambiciosa como Peggy Olson? Realiza nuestro cuestionario de personajes de Mad Men para descubrir qué personaje de la exitosa serie de televisión te representa más. Haz clic en el botón de inicio a continuación para comenzar el cuestionario y descubrir tu alter ego de Mad Men.
Sobre Mad Men en pocas palabras:
Mad Men es un drama televisivo aclamado por la crítica que se desarrolla en la industria publicitaria de Nueva York de los años 60. La serie explora las vidas personales y profesionales de los ejecutivos de publicidad de la ficticia agencia Sterling Cooper, mientras navegan por el cambiante panorama social y cultural de la época. Con personajes complejos, tramas intrincadas y detalles de época impresionantes, Mad Men es una serie imprescindible para los fans de los dramas centrados en los personajes.
Conoce a los personajes de Mad Men
Don Draper
Don es ese tipo enigmático que parece tenerlo todo calculado pero vive con una agenda secreta (literalmente) y mil contradicciones. Es carismático, talentoso en la publicidad y peligroso porque su verdad cambia según la luz del cuarto. Ama el whisky como si fuera un ritual y a la vez dice que la soledad le calma; no sé, a veces corre por la mañana y otras veces se queda dormido en su despacho. Siempre está vendiendo una imagen —y muchas veces se vende a sí mismo— y eso, wow, lo hace irresistible y profundamente triste al mismo tiempo.
Peggy Olson
Peggy es la heroína silenciosa que empezó como secretaria y acabó rompiendo techos de cristal con notas adhesivas y un lápiz afilado. Es ambiciosa, inteligente y a veces torpe en las citas (ay, la diplomacia social nunca fue su fuerte), pero en la sala de reuniones su valentía es contagiosa. Tiene un lado maternal extraño, como si cuidara ideas y gente con el mismo celo; a veces monta un lío por perfeccionismo, otras olvida la corbata que le regalaron. Le encanta el trabajo duro y odia que la encasillen, aunque secretamente disfrute de un buen vestido clásico cuando nadie la mira.
Pete Campbell
Pete es la definición de “quiero subir y lo quiero ya” con un traje caro y un mal genio heredado. Es ambicioso hasta el hueso, muchas veces desagradable, y con unos flips de ego que te sorprenden cada episodio (pero también vulnerable, con complejos de inferioridad y todo eso que lo hace humano). Le encanta aparentar éxito —y tiene éxito, claro— pero sus inseguridades le juegan malas pasadas; puede ser encantador y al minuto siguiente ácido. A veces hace algo inesperadamente generoso y te quedas como ¿eso vino de Pete? Sí, a ratos tiene corazón.
Betty Francis
Betty es la perfección estética con borde afilado: elegante, fría, y tremendamente compleja debajo de su peinado impecable. Es madre, esposa (bueno, ex-esposa según avanza la serie) y un vendaval de resentimiento contenido; cuida su casa como si fuera un museo y en realidad protege una rabia silenciosa. Tiene un gusto por la rutina y las plantas, pero también momentos de crueldad que te pillan desprevenido; a veces ríe y a los cinco segundos clava una mirada que paraliza. Es fascinante porque no sabes si la odias o la compadeces, y casi siempre terminas sintiendo ambas cosas.
Joan Harris
Joan es poder en tacones altos, una presencia que obliga respeto y al mismo tiempo te hace pensar “wow, qué paciencia”. Es práctica, brutalmente honesta cuando hace falta, y maneja la oficina como si fuera su tablero de ajedrez personal; oye, también tiene un sentido del humor oscuro que no muchos captan. Ama los detalles—los guantes, las cartas, la organización—y sin embargo se permite gestos muy tiernos y ridículos a veces, como coleccionar zapatos pero quejarse de comprar uno más. Tiene todo el control y, sin embargo, paga precios reales por ello; por eso la adoras y la odias con cariño.
Ken Cosgrove
Ken es el tipo simpático, medio poeta, medio ejecutivo, con un chiste siempre listo y un saco impecable (o eso creo). Es amigable, tiene una chispa creativa que a veces se le escapa en forma de relatos o columnas y, sorpresa, escribe ficción de vez en cuando —sí, el mismo que parece tan despreocupado. Le gusta la vida campestre en contraste con el ruido de la oficina; es el que te cuenta anécdotas con sonrisa y luego te deja pensando en cómo no cambia nada pero todo evoluciona. Tiene esa mezcla de “buen tipo” y ambición discreta que nos cae bien a todos.
Harry Crane
Harry es el hombre de la TV, obsesionado con audiencias, horarios y el próximo gran golpe mediático; vive con el calendario pegado a la frente. Es un poco inseguro bajo la superficie glamurosa: quiere impresionar, busca la novedad y a veces se clava en la moda tecnológica del momento como si fuera salvación. Tiene frases ingeniosas y un humor torpe que no siempre funciona, pero oye, sabe detectar tendencias como nadie. Y curiosamente, aunque jura por la modernidad, es nostálgico en pequeñas cosas —una contradicción deliciosa, ¿no?
Roger Sterling
Roger es puro encanto envejecido como un cóctel fuerte; irónico, sofisticado y con un ego que se pavonea por donde pasa. Se burla de todo y de todos, pero también hay momentos en que sus capas se caen y aparece una ternura cansada (sorpresa cruel, te lo regalo). Vive la vida a todo ritmo: fiestas, mujeres, whisky, un clásico hedonista que a ratos duele mirar. Es gracioso, hiriente y sorprendentemente reflexivo cuando la resaca mental lo alcanza; un desastre brillante, vaya.
Sally Draper
Sally es la niña que lo ve todo y lo cuestiona, con ojos grandes y una curiosidad que a veces asusta por real. Es precoz, a ratos maliciosa, a ratos dulcemente infantil; colecciona pequeñas rebeldías y secretos de adulto sin acabar de riparar el daño. A veces se comporta como una mini-adulta calculadora y otras vuelve a ser la niña que necesita consuelo —no siempre consistente, pero auténtica. Tiene frases afiladas y momentos de ternura imprevistos, y por eso es de las que no olvidas fácilmente.

Mia tiene un espíritu aventurero y un amor por explorar diferentes mundos ficticios. Con talento para crear cuestionarios atractivos y fáciles de relacionar, Mia se esfuerza por hacer de cada cuestionario un viaje divertido hacia otro universo. Siempre está buscando formas de incluir un poco de autorreflexión, lo que hace que sus cuestionarios sean populares entre los fans que disfrutan de un poco de introspección junto con la diversión. Los cuestionarios de Mia son su forma de compartir su pasión por la narración de historias y conectar a las personas a través de intereses comunes.