Sobre Pose en pocas palabras:

Pose es una serie de televisión aclamada por la crítica que se estrenó en FX en 2018. Ambientada en la escena del ballroom de la ciudad de Nueva York a finales de los años 80 y principios de los 90, la serie explora las vidas de personas LGBTQ+ de color durante este periodo tumultuoso de la historia. La serie cuenta con un talentoso reparto de actores, incluyendo a MJ Rodriguez, Billy Porter y Dominique Jackson, y ha sido elogiada por su poderosa narrativa, impresionantes visuales y celebración de la cultura queer y trans. Con su representación auténtica de comunidades marginadas y personajes inolvidables, Pose se ha convertido rápidamente en un favorito de los fans y un punto de referencia cultural.

Conoce a los personajes de Pose

Blanca Rodriguez

Blanca es el corazón incansable de la casa, la madre que lo organiza todo y que nunca duerme (en serio, ¿cuándo descansa?). Es feroz cuando hay que serlo, pero también tiene una ternura que te sorprende en las pequeñas cosas, como cuando arregla un vestido a las tres de la mañana mientras canta bajito. Le encanta tener todo bajo control y a la vez pierde el control con las emociones, cosa que la hace humana y gloriosa. Ah, y colecciona uñas postizas por alguna razón — no preguntes, es un detalle suyo que la hace aún más real.

Elektra

Elektra es puro glamour con filo, una presencia que aparece y todo se ilumina (y se tensa, un poco). Es protectora hasta el punto de ser brutal, pero también tiene momentos de vulnerabilidad que la hacen terriblemente honesta. Ama la moda como quien respira y guarda secretos como quien guarda cartas bajo el colchón; a veces miente para proteger y otras veces confiesa sin querer. Oh, y tiene una risa que suena a campanitas y a metralleta al mismo tiempo — es raro pero te queda grabada.

Angel

Angel es dulce y un poco explosiva: energía juvenil, sueños grandes y una imaginación que desborda, especialmente con la moda y la danza. A veces parece que vive en una nube y otras es la persona más centrada de la habitación, depende del día y del café. Tiene un corazón enorme, se enamora rápido (y dramáticamente) y luego se recompone como si nada — no siempre coherente, pero siempre honesto. Y sí, dibuja bocetos todo el tiempo, aunque a veces los pierde o los esconde adrede; drama artístico, supongo.

Lil Papi

Lil Papi es el pilar tranquilo que te sorprende con una sonrisa contagiosa, dueño de frases sencillas que te calan hondo. Protege a su gente como si fueran su familia literal y tiene una paciencia monstruosa… hasta que no la tiene, claro, y entonces wow, mejor apartarse. Tiene gusto por las cosas simples: comida casera, baile pegajoso y una obsesión por los zapatos deportivos que no explica nunca. Extraño dato: es un desastre con los mapas pero mapear corazones le sale de maravilla.

Pray Tell

Pray Tell es puro brillo y verborrea: el MC que te conquista con una línea y te golpea con una verdad con la misma sonrisa. Amante de los escenarios, los chismes y las chaquetas con lentejuelas, pero también carga una tristeza profunda que aparece en silencio — y eso lo hace complejo y real. Tiene un talento para unir a la gente, para decir lo que nadie quiere oír y, sin embargo, hacerlo con cariño. Ah, y colecciona palabras — habla como si fuera un poeta y un presentador de televisión en una misma noche.

Lulu

Lulu es ese personaje que te hace reír de repente, la tía o la amiga que no calla y que sabe exactamente qué decir (aunque a veces se equivoca, y eso la hace aún más encantadora). Es práctica, con una compasión inesperada y una habilidad para soltar verdades como quien tira confeti. A veces parece olvidadiza pero guarda detalles íntimos de todos; memoria selectiva y magia social. Y sí, tiene una taza favorita que siempre pierde y luego aparece en los lugares más raros, como dentro del horno — no preguntes.

Ricky

Ricky es impetuoso, apasionado, ese tipo que salta primero y luego piensa — muchas veces ni piensa, para qué engañarnos. Sueña a lo grande, quiere brillar en el escenario y en la vida, y su lealtad a la casa es feroz aunque a veces la demuestre con rabietas. Tiene un sentido del humor salvaje y un gusto por el drama romántico que roza lo cinematográfico. Curiosidad inútil: jura que puede imitar a 14 cantantes distintos, y alguna vez lo intentó en la cocina con resultados mixtos.

Lemar

Lemar es sobrio, leal y sorprendentemente gracioso en momentos imposibles; el tipo que sostiene la cordura cuando todo se va de lado. No es muy de mostrar emociones, pero cuando las muestra se siente como un regalo — contundente y verdadero. Le gustan las pequeñas rutinas: arreglar cosas, hablar con tono calmado y comer a horas fijas, aunque claro, también flirtea con el caos de vez en cuando. Tiene una colección secreta de relojes que nunca usa, lo cual es ridículo y encantador.

Damon Richards

Damon Richards tiene aire de misterio, un poco duro en la superficie pero con capas que se abren lento (y luego te sorprenden). Es el tipo que actúa primero y explica después, con un sentido de justicia propio y maneras bruscas que esconden algo blando. Ama las motos o algo peligroso así; no es que lo dicte su personalidad, pero le queda bien. Y sí, lleva siempre un mechón de cabello que se niega a quedarse quieto, como si tuviera su propio carácter.

Cubby

Cubby es adorablemente torpe y a la vez feroz, un poco ingenuo pero con una valentía que te deja sin palabras cuando menos te lo esperas. Tiene sueños de besar escenarios con luz propia y una tímidez que se disuelve cuando se enciende la música. Guarda secretos en bolsitas… literalmente, cosas pequeñas que colecciona por costumbre y por superstición. Pequeño detalle tonto: es fan de los ositos de goma y los guarda en el bolsillo como amuletos, sí, de verdad.

Candy

Candy es puro espectáculo: graciosa, cruel en el buen sentido y protectora como una madre-terrateniente del glamour. Ama el drama, la pista de baile y la atención, pero también tiene momentos de sorprendente sabiduría y cuidado. Puede lanzar una línea ácida que te deja helado y luego traerte un bocadillo como si nada; contradicciones que la hacen insustituible. Y, claro, vive por los brillos — siempre un poco más de brillo, siempre.