Sobre The Abandons en pocas palabras:

Los Abandons se adentran en el salvaje mundo del drama occidental ambientado en el Territorio de Washington en la década de 1850, donde mujeres feroces y familias robustas chocan por la tierra, el legado y la supervivencia. Fiona Nolan lidera una familia encontrada de huérfanos y marginados que intentan proteger su hogar, mientras que Constance Van Ness y su poderoso clan quieren esa tierra (y sus riquezas) para sí mismos. Agrega romance prohibido, secretos explosivos y justicia fronteriza, y tendrás un enfrentamiento impresionante.

Conoce a los personajes de The Abandons

Fiona Nolan

Fiona Nolan es el tipo de personaje que se te queda pegado en la cabeza. Mandona, astuta y con un corazón al que nadie le ha enseñado a ponerse protector… pero lo tiene, eh. Hace mil cosas a la vez: arregla cerraduras, escribe listas, y a veces canta bajito canciones que nadie reconoce cuando está nerviosa. Tiene un pasado medio en sombras que la impulsa y la hace tomar decisiones bruscas, aunque luego se arrepienta en secreto. Ah, y dice que detesta el té pero siempre tiene una taza en la mano — no sé si es truco o costumbre, me encanta ese detalle contradictorio.

Constance Van Ness

Constance Van Ness es la aristócrata azucarada por fuera y con filo por dentro. Siempre impecable, con guantes, voz medida y esa sonrisa que parece diseñada para cortar, pero que de vez en cuando se rompe en algo casi humano. Le encantan las antigüedades, especialmente las porcelanas pequeñas que habla de cuidar como si fueran niños — mentira, en realidad las usa para demostrar poder. Si la subestimas te morderá con lógica y elegancia; si la conoces lo suficiente, la encontrarás llorando en un banco del cementerio a las tres de la mañana (sí, dramática y triste, lo admito). Tiene reglas para todo, excepto para sus propios caprichos, y eso la hace fascinante y un poco impredecible.

Elias Teller

Elias Teller es el tipo misterioso con cuadernos llenos de notas y, probablemente, un secreto que nadie ha leído. Callado, metódico, curioso hasta el punto de la obsesión; se pasa horas en la biblioteca o en el taller fingiendo que no le importan las cosas sociales. Dicen que huele a tinta y a madera vieja — en serio, a veces piensas que podrías encender una vela con sus sobras de ideas — y jura que no le gustan las flores pero cultiva unas margaritas tontas en la ventana. Tiene un humor seco y te soltará una frase afilada cuando menos la esperes, y luego actuará como si no hubiera pasado nada. Es leal hasta lo ridículo y muy raro con la puntualidad: llega siempre a tiempo para lo importante y siempre tarde para lo trivial, lo cual no tiene sentido pero funciona.

Dahlia Teller

Dahlia Teller es fuego puro y no toma disculpas por ello. Protectora hasta cortar cuello (en sentido figurado o no, depende del día), valiente, y con una risa que te atraviesa y te convence. Le encanta bailar a las tres de la mañana en la cocina y guarda mapas doblados que no usa nunca, ¿para qué? Ni idea, tal vez sueños. A veces parece impredecible sin motivo, y otras veces es la persona más lógicamente ensayada que existe; eso te confunde y te enamora o te asusta, según tu tipo. Es capaz de hacer planes ultradetallados pero también comprar helado por impulso a las cuatro de la mañana — contradicción favorita mía.

Trisha Van Ness

Trisha Van Ness es la adolescente rebelde que nunca pasó de moda, aunque técnicamente tenga treinta y tantos en el libro de personajes, shh. Impulsiva, brillante en redes y con una sonrisa que desarma, rompe reglas por el gusto de ver qué pasa y también porque le aburre lo normal. Le encanta el grafiti en lugares ilegales pero también colecciona platos de cerámica pintados a mano — no me preguntes por la coherencia, yo tampoco la tengo. Se enoja fácil pero se reconcilia con un café o con una playlist que te deja en el alma; llora con tormentas y finge dureza en público. Es un huracán social y emocional: la odias seguirla y luego no puedes evitar buscarla cuando no está, típico.

Garret Van Ness

Garret Van Ness es el patriarca cansado que todavía guarda encanto de antiguo cine, con cejas que hablan más que él. Negocia con una sonrisa, colecciona relojes de bolsillo y tiene una cojera misteriosa que todos debaten en voz baja; yo digo que es dramática. Es pragmático y frío en los negocios pero tiene una debilidad por los animales callejeros y por la gente que le recuerda a su hermana — o eso dicen los rumores. A veces da la impresión de que su coraza es sólo un traje elegante que puede quitarse para leer poemas malos a medianoche; otras veces es tan inflexible que te corta la respiración. Es complejo, con secretos que se asoman en miradas cortas y gestos diminutos, y eso lo hace irresistible a su manera retorcida.