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¿Qué personaje de ‘Wayward’ eres?

Bienvenido, valiente viajero de lo extraño y lo siniestro — estás a punto de adentrarte en el mundo retorcido de una serie donde nada es lo que parece. Este pequeño cuestionario te emparejará con uno de los corazones embrujados en Tall Pines, personas que han visto la oscuridad y la han escupido (a veces). Abróchate el cinturón — puede que descubras un lado de ti mismo que no sabías que existía.

Bienvenido al cuestionario: ¿Qué personaje de Wayward eres?

Sobre Wayward en pocas palabras:

Entonces, sobre Wayward: es una miniserie de misterio y suspenso de 2025 que mezcla secretos oscuros, matices de culto y desamor adolescente en un pequeño pueblo de Vermont llamado Tall Pines. Cuando dos chicas terminan en un internado problemático, las cosas se descontrolan rápidamente. Agrega a un policía nuevo en la ciudad, a una esposa atormentada por su pasado y a un poderoso director de la escuela con demasiado control… y tienes un espectáculo que se infiltra debajo de tu piel y no te deja ir.

Conoce a los personajes de Wayward

Alex Dempsey

Alex Dempsey es el tipo de protagonista que te hace abrazarlo y golpear la pared a la vez. Resuelto, obstinado, con una brújula moral que chirría pero que apunta al lugar correcto la mayoría de las veces. Siempre parece saber hacer algo con una navaja multiusos y, extrañamente, es un fanático de los bonsáis aunque nunca riega las plantas a tiempo —sí, lo sé, contradictorio. En la historia es esa mezcla de líder a regañadientes y mejor amigo peligroso; lleva la carga emocional como si fuera un abrigo viejo, arrugado y muy querido. A veces ríe en momentos inapropiados y eso delata que hay algo muy humano ahí detrás, no perfecto, pero de verdad real.

Leila

Leila es el misterio ambulante que aparece en las esquinas y te observa como si supiera más de lo que dice. Silenciosa pero letal, tiene una mirada que podría cortar papel y unos secretos que huelen a humo y café frío. Es la que guarda mapas en los bolsillos y poemas en la manga —no sé por qué, pero le quedan bien los guantes sin dedos—. Aunque pretende no necesitar a nadie, hay pequeñas fisuras: colecciona canciones infantiles y a veces canta bajito cuando cree que nadie la escucha.

Abbie

Abbie es pura chispa, irónica, rápida con la lengua y más rápida con un destornillador o un teclado, según el capítulo. Le encanta romper cosas solo para ver cómo funcionan, y sí, esto la convierte en la mecánica-hacker del grupo, con tatuajes temporales y café siempre a medio beber. Tiene un sentido del humor que puede desarmar a cualquiera y una impaciencia contagiosa, lo que es genial hasta que empieza a intervenir a lo bruto. Es afectuosa en su propio estilo —bromea, regala apodos horribles y luego actúa como si nada— y, sorpresa, sabe preparar una lasaña que te cambia la vida (o al menos tu cena). A veces olvida fechas importantes pero recuerda tu combinación de cerradura, detalle extraño pero útil, ¿no?

Evelyn Wade

Evelyn Wade es la jefa fría, la que planifica diez pasos adelante y hace que parezcan a la vez inevitables y crueles. Elegante y calculadora, tiene gestos pequeños que delatan que todavía siente todo demasiado fuerte, aunque lo esconda detrás de un vaso de whisky o una sonrisa profesional. No es la villana típica —o tal vez sí, depende de qué lado mires— y colecciona recuerdos rotos en una caja bajo la cama; suena melodramático, pero empuja la historia hacia adelante. Ah, y siempre lleva un bolígrafo cara de oro que usa para señalar cosas y también para abrir paquetes, multifunción, claro.

Laura Redman

Laura Redman es la periodista tenaz que no para hasta que alguien le cuenta la verdad, aunque esa verdad la persiga luego como un perro perdido. Obstinada, curiosa, con una libreta siempre ahí y una bolita antiestrés en el bolsillo (sí, tiene una fijación absurda con esas cosas). Se enoja, se equivoca, escribe cuatro veces la misma frase antes de quedarse con la que hace daño; hay una sensibilidad feroz en ella que a veces la confunde. Es la voz moral del grupo pero también la más propensa a meterse en líos por seguir una corazonada —y luego fingir que fue todo plan desde el principio—. Ah, y curiosidad extra: dice que es alérgica a los gatos pero por algún motivo siempre aparece con uno ronroneando en su bolso; no pregunto más.