Saltar al contenido

¿Quién eres de Downton Abbey según tus preferencias alimentarias?

¡Retrocede en el tiempo y descubre qué personaje de "Downton Abbey" eres según tus preferencias alimentarias! ¡Realiza nuestro cuestionario y prepárate para transportarte al mundo aristocrático de los Crawleys! ¿Tienes un gusto por las cosas más finas de la vida como Lady Mary o eres más realista como Mrs. Patmore? ¡Desplázate hacia abajo y haz clic en el botón de inicio para descubrirlo!

Bienvenido al cuestionario: ¿Quién eres de Downton Abbey según tus preferencias alimentarias?

Sobre Downton Abbey en pocas palabras:

«Downton Abbey» es una serie de televisión dramática histórica británica que cuenta la historia de la familia Crawley, una familia aristocrática que vive en una casa de campo inglesa durante principios del siglo XX. El programa explora el cambiante paisaje social y político de la época, así como las relaciones y luchas personales de la familia y su personal. Con impresionantes vestuarios, tramas intrincadas y un talentoso reparto, «Downton Abbey» se convirtió en un clásico instantáneo y un favorito de los fans de todo el mundo.

Conoce a los personajes de Downton Abbey

Robert Crawley

Robert es el patriarca del condado, todo protocolo y mirada severa, pero ojo, también es terriblemente humano y a veces muy tierno (es raro verlo sin corbata y sin una queja sobre el menú). Ama los asados, la hora del brandy y ordenar las cosas como si fueran piezas de ajedrez; parece que todo debe tener su lugar. Se enfada con los cambios modernistas y luego, en privado, se le ha visto fascinado por una máquina moderna —no me preguntes por qué—. A veces recuerda historias de juventud que nadie más conoce, y otras veces se queda atrapado en discusiones sobre etiquetas mientras llora por dentro un poquito de nostalgia.

Mrs. Hughes

Mrs. Hughes es la jefa de la servidumbre, firme pero con un corazón enorme; es ese tipo de persona que administra todo con una mirada y medias palabras. Tiene un sentido práctico imbatible: si algo se rompe, ella lo arregla, y si alguien llora, ella tiene dos palabras y una taza de té lista. Le encanta el porridge sencillo y a la vez disfruta escuchando chismes en el corredor —pero no tanto como parece—, porque esconde su curiosidad con dignidad. A veces es dulce, a veces es dura, y siempre parece saber más de lo que deja ver (y guarda galletas en un cajón, juraría).

Cora Crawley

Cora es la dueña americana con una alegría casi contagiosa y una sensibilidad social que la hace promotora de causas y meriendas por igual. Le fascinan los témpanos de color, las fiestas, y las pequeñas libertades modernas; trae consigo tazas de porcelana y montones de ideas nuevas, aunque luego se pone sorprendentemente clásica a la hora de la servilleta. Es generosa hasta lo ingenuo a veces, pero ojo, su pragmatismo aparece cuando menos lo esperas. A menudo se le ve sosteniendo un libro de recetas y planeando un proyecto de beneficencia al mismo tiempo; es madre, anfitriona, y a ratos una amante de las cosas brillantes.

John Bates

Bates es el hombre callado, leal hasta el hueso y con una dignidad que te golpea sin decir palabra; serio, pero con una ternura que estalla en gestos discretos. Le gustan las comidas sencillas —pan, sopa, cosas que no pretenden— y se nota que aprecia el orden y la honestidad más que los lujos. Tiene cicatrices (físicas y emocionales) y eso pesa, pero también hay momentos en los que su humor seco sale a flote y te sorprende. A veces parece imposible de leer, y otras veces suena como si tuviera un millón de historias guardadas en el bolsillo del chaleco.

Lady Edith Crawley

Edith es la superviviente: torpe socialmente, increíblemente ambiciosa y con un filo que pica cuando menos te lo esperas. Le gustan el café fuerte y las ideas revolucionarias, colecciona recortes de periódicos sobre escritoras y a la vez odia meterse en la cocina (o eso dice, luego aparece con unos muffins decentes). Le pesa el qué dirán pero la empuja a ser testaruda y a pelear por su sitio; tiene esa mezcla de resentimiento y ternura que la hace humana. A veces es cruel sin querer, otras veces dulce hasta el punto de sorprender; es compleja y de eso se alimenta su encanto.

Charles Carson

Carson es el mayordomo clásico: riguroso, ceremonioso, y con una reverencia casi militar hacia la tradición. Todo en él respira orden, desde el brillo de los cubiertos hasta la puntería para corregir a un criado; no tolera la improvisación, excepto cuando le da por recordar noches jóvenes con una copa de oporto. Es sorprendentemente sentimental —no lo mostraría, claro— y tiene principios que parecen inamovibles, aunque a veces suspira por modernidades secretas (sí, lo vi mirando un coche con ojitos). Es el pilar de la casa y, aunque parezca una estatua, tiene un sentido del humor seco que te atrapa.

Lady Mary Crawley

Mary es elegante hasta el tuétano, cortante y glamourosa, con esa mezcla de orgullo que hiere y un corazón más suave de lo que admite. Ama el salmón ahumado, los sombreros llamativos y las decisiones fuertes; parece fría, pero en realidad cuida como si fuera una ley —y a veces demasiado, hasta el punto de equivocarse. Tiene romances complicados, miradas que matan y luego manda una tarjeta, es pura contradicción encantadora. A ratos odia que la compadezcan, y a ratos se queda sola en la cocina acariciando una taza; es fascinante y a veces insoportable, en el mejor sentido.

Anna Bates

Anna es la discreta heroína del servicio: dulce, leal y con una fortaleza silenciosa que te parte el alma de lo noble. Ama hacer pequeños pastelitos, ser útil, y proteger a quienes quiere como si fuera una guerrera con delantal. Tiene una mirada que entiende secretos y una paciencia que parece no acabarse, aunque también puede soltar una frase sarcástica que te sorprende. A veces tímida, otras veces sorprendentemente directa, es esa mezcla que hace que la quieras al instante.

Thomas Barrow

Thomas es el lobo en traje: ambicioso, mordaz, lleno de cicatrices y con un orgullo que lo empuja a jugar sucio, pero ojo, no es solo maldad gratuita. Tiene una vulnerabilidad rara que a veces sale entre sus ironías; le encantan los encurtidos (o eso escuché) y las estrategias nocturnas para meter la pata… digo, para ascender. Es impredecible, calculador, y de forma irritante, muy humano; es como un chip que a veces funciona bien y otras explota. Y sí, a veces acaricia gatos en secreto y luego vuelve a conspirar, contradictorio y fascinante.

Daisy Mason

Daisy es el alma joven de la cocina: directa, con un vocabulario colorido y una energía que contagia; habla sin filtro pero aprende rápido. Le chiflan las golosinas, los chismes del pueblo y soñar con más afuera, aunque cuando le toca ser práctica, se convierte en la persona más sensata del cuarto. Es honesta hasta la incomodidad y tiene un corazón enorme, además de cierta torpeza entrañable que la hace adorable. A veces jura que odia la ciudad y luego pide ver Londres, así que no siempre se entiende ni ella misma —pero eso la hace real.

Mrs. Patmore

Mrs. Patmore es la cocinera fiera y maravillosamente franca: manda en su reino (la cocina) con una mezcla de amor maternal y autoridad tajante. Sus pasteles te salvan la vida y sus manotazos en la mesa corrigen cualquier idea tonta; es la persona que grita y luego te abraza con una cuchara caliente. Odia los modernismos en la cocina pero tiene algún cacharro nuevo escondido, claro que sí, nadie es perfecto; jura por las recetas de su madre y por su cadena de utensilios. Es ruidosa, apasionada y protectora; si se te acerca, más vale que te guste el pudín.