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¿Quién eres de Grey’s Anatomy según tus preferencias alimentarias?

¿Eres una Meredith, una Cristina o una Lexie? ¡Realiza este cuestionario para descubrir qué personaje de Grey's Anatomy se adapta mejor a tus preferencias alimentarias! Desde hamburguesas hasta sushi, cada personaje tiene su propio gusto único. Entonces, ¿qué estás esperando? Desplázate hacia abajo y haz clic en el botón de Inicio para descubrir tu alter ego de Grey's Anatomy.

Bienvenido al cuestionario: ¿Quién eres de Greys Anatomy según tus preferencias alimentarias?

Sobre Grey’s Anatomy en pocas palabras:

Grey’s Anatomy es un drama médico de larga duración que sigue las vidas de internos, residentes y médicos en el Hospital Seattle Grace (más tarde renombrado como Hospital Grey Sloan Memorial). El programa explora sus luchas personales y profesionales, así como sus relaciones románticas, todo mientras lidian con situaciones de vida o muerte en el hospital. Se estrenó por primera vez en 2005 y se ha convertido en un fenómeno cultural, ganando numerosos premios y capturando los corazones de los fans de todo el mundo.

Conoce a los personajes de Grey’s Anatomy

Miranda Bailey

¡La autoridad absoluta con corazón de oro, aunque te regañe como si fueras su paciente favorito y su café fuera la ley! Es dura, organizada y terrifying cuando se lo propone, pero también tiene esos momentos de ternura que te hacen dudar de todo lo que creías (sí, la mismísima señora «No-nonsense» puede llorar por una planta). Le encanta el control —pero a veces pierde las llaves y se pone muy humana— y vive en una mezcla perfecta de sarcasmo y justicia. Es la que mantiene el hospital en pie y secretamente guarda galletas bajo su escritorio, no me miren así.

Jo Wilson

Jo es un huracán de fuerza y misterio con una sonrisa que no siempre muestra lo que siente; bordeada de cicatrices, literalmente y en el alma. Se defiende con ironía, trabaja el doble y tiene un armario confuso (a veces parece una chica de café bohemio y otras, guerrera urbana). Tiene un pasado complicado que la vuelve recelosa, pero si la ganas, es leal hasta lo absurdo; además, le gusta cocinar cosas que huelen a hogar aunque su cocina parezca un campo de batalla. Hay algo en ella que siempre está por resolverse, como si cada vez que pestañeas recordara otra historia.

Meredith Grey

Siempre la narradora quejumbrosa y brillante, Meredith es melancólica y sarcástica, con una curiosa habilidad para convertir el caos en reflexión profunda. Ama la medicina, odia los clichés del amor (pero los vive igual), y conserva una colección de camisetas arrugadas que, eh, hablan más que su cara impasible. Es compleja en plan: fría por fuera, volcán por dentro, y a veces olvida comer porque está ocupada contemplando la vida o un trauma del pasado. Tiene esa mezcla de heroína trágica y doctora entregada que te hace quererla y pegarle a la vez.

Callie Torres

Callie es puro fuego creativo: ortopédica, competitiva y con un gusto por los zapatos que es prácticamente una entidad. Es extrovertida, orgullosa y a veces impulsiva —se lanza a las cosas como quien compra dos entradas para un concierto sin pensarlo—, pero también guarda una sensibilidad artística (pintura, tatuajes, retoques en la clínica y en su vida). Tiene un sentido del humor ácido, baila sola en el salón y colecciona anécdotas románticas que le devuelven la risa cuando menos lo esperas. A veces suena contradictoria porque es capaz de reír mientras planea una cirugía complicada; es humana y eso la hace adorablemente imperfecta.

Cristina Yang

La cirujana prodigio, fría como bisturí y adicta al reto profesional; Cristina no necesita que la consuelen, solo que le den casos imposibles y café fuerte. Ambiciosa, sin filtro y brutalmente honesta, desprecia los sentimentalismos pero en el fondo protege a su gente con una ferocidad que da miedo (en el buen sentido). Tiene manías raras —le habla a los instrumentos quirúrgicos, creo— y su sarcasmo es prácticamente una forma de arte; además, odia que la llamen «sensible» aunque en ocasiones sorprende a todos con gestos pequeñísimos. Es la mejor y lo sabe; también puede ser insoportable y por eso la amamos.

Alex Karev

Alex empieza como el chico salvaje de la sala y termina siendo el adulto que nadie vio venir; brusco, protector y con corazoncito escondido bajo una chaqueta de cuero imaginaria. Es de lealtades feroces: los niños, sus amigos, la gente rota a la que nadie más tendería la mano; tiene un humor seco y una vena competitiva que le sale hasta cuando cocina (que no cocina mucho pero lo intenta). A ratos parece un matón con sentimientos y otras veces es un doctor comprensivo que te prepara una infusión rara y súper dulce. Es contradictorio, sí: dice que odia las novelas románticas pero se sabe frases enteras de algunas, shh.

Derek Shepherd

McDreamy en persona, Derek combina destreza quirúrgica con una confianza casi cinematográfica; y sí, su pelo tiene vida propia, lo juro. Es romántico hasta los huesos (a veces en el momento menos oportuno), tiene un encanto que derrite glaciares y una sonrisa que complica cualquier código de ética. Profesionalmente impecable, con un toque de espontaneidad playera: surfista de fin de semana, olvidadizo de zapatillas, siempre con historias sobre el amor y la familia. Trágico, sí, pero también profundamente humano y con un humor que sale en frases inesperadas.

Owen Hunt

Owen es el tipo con pasado militar y presente lleno de cicatrices visibles e invisibles; serio, responsable y padeciendo ocasionalmente sus propios fantasmas. Lidera con firmeza y a veces con culpa, intenta controlar el caos (y a menudo falla) mientras arregla cosas mecánicas como si eso calmara su mente. Tiene un lado sorprendentemente tierno —le gustan las plantas pequeñas, lo juro— y un humor seco que aparece de vez en cuando como si fuera un regalo. Es práctico, intenso y ligeramente contradictorio: quiere paz pero vive rodeado de adrenalina.

Jackson Avery

Jackson es alto, refinado y de esos tipos que parecen sacados de un catálogo, pero con una inseguridad adorable que lo hace humano. Especialista en cirugía plástica, le encanta la estética, el diseño y las cosas bien hechas; también colecciona anécdotas familiares y a veces se pasa horas enredado en pensamientos sobre legado y tatuajes (no siempre coherente). Tiene buen gusto, pero no es vanidoso hasta el punto de perder sensibilidad; de hecho, sorprende con actos de ternura que nadie esperaba. A veces parece un niño rico con problemas adultos y en otras ocasiones un artista serio en bata, y ambas versiones funcionan.

Mark Sloan

Mark es el epítome del encanto descarado: cirujano plástico, mujeriego (al principio), motorista ocasional y amigo leal que sabe cuándo cruzar la línea y cuándo retroceder. Tiene una confianza exasperante, chistes constantes y una habilidad casi profesional para entrar en problemas —pero también para salir con estilo—; debajo de todo eso hay una melancolía rara que asoma en momentos íntimos. Ama los coches, las motos y las miradas dramáticas, pero es sorprendentemente sentimental con sus personas cercanas (sí, lo admito, tiene un lado sensible). Es desordenado, brillante y a veces doliente; todo eso lo hace inolvidable.